LA ATLÁNTIDA. PARTE 13. MESOAMERICA: AUGUSTUS LE PLONGEON: EGIPTO SURGIÓ EN MÉXICO

Perpetrado por Oskarele

Augustus LePlongeon (1825–1908) fue un fotógrafo, anticuario y arqueólogo, nacido en la Isla de Jersey (una posición británica en la costa francesa de Normandía), pero que se crió en Francia. Tiene una especial importancia en el tema que nos trata, la Atlántida, así como en el tema de Mu, del que hablaremos más adelante. Sus posturas “excéntricas” fueron abiertamente criticadas en su época, aunque dejó para la posteridad un impresionante legado de instantáneas fotográficas que realizó a la largo de su viajes por los yacimientos mesoamericanos.

Tras diversos viajes por Suramérica (a la temprana edad de 19 años) y por California (en 1849, plena fiebre del oro), marcha a Londres en 1851, donde aprende fotografía, un arte en el que llegará a destacar y al que se dedicará profesionalmente, pues en 1855, de regreso a San Francisco, montará un estudio fotográfico, como hará en 1862 en Lima, tras su marcha al Perú. Allí empezó a interesarse por las ruinas de las antiguas civilizaciones que habían habitado americe.

En 1870 regresa  a San Francisco, donde dará una serie de conferencias sobre arqueología e historia del Perú. Al año siguiente, 1871, se marcha a Londres, donde estudiará los manuscritos mesoamericanos, a la vez que los trabajos de Charles Brasseur de Bourbourg, del que hablamos en capítulos anteriores. Allí, en Londres, se casó con la que sería su compañera el resto de su vida, Alice Dixon, hija de Henry Dixon, un reconocido fotógrafo. Sin duda esto hizo que Le Plongeon desarrollase aun más su profesión.

Tras años de estudio llegó a una conclusión sorprendente, por llamarla de alguna manera: la cultura maya había sido difundida a través de Asia suroriental por viajeros con origen en Mesoamérica, dando lugar posteriormente al florecimiento de la civilización en Egipto y oriente medio…

Esto puede parecer, por lo menos, insólito en la actualidad, y también lo fue en su momento.

Pero como en aquel entonces las técnicas de datación no estaban lo suficientemente desarrolladas, no es de extrañar que estas ideas tuviesen bastante acogida.

Finalmente, en 1873, Le Plongeon viajo al Yucatán, junto a su mujer y compañera, Alice. Y allí se pasó la mayor parte de los siguientes doce años, buscando las conexiones culturales entre la cultura maya y el antiguo Egipto. Su trabajo fotográfico fue metódico y sistemático, tomando miles de fotografías que constituyen un legado impresionante. Curiosamente, muchas de ellas, fueron hechas en tres dimensiones de toa la vida, de esas que se ven con las gaficas de colores. Aquí os pongo algunas extraídas de este sitio






En Chichén Itzá, el conjunto arqueológico que mencionábamos en el artículo anterior, encontró, en 1874, un hallazgo trascendental para su movida: una estatua que representa a una figura humana reclinada hacia atrás, con las piernas encogidas y la cabeza girada hacia el espectador y en cuyo vientre descansa un recipiente circular. Le Plongeon se inventó un nombre en maya y lo llamó “Chac Mool” (significa “el gran jaguar rojo”).


Posteriormente se han encontrado más figuras similares en otros sitios toltecas (Tula), pero en Chichén Itzá se han llegado encontrar hasta una docena. Los estudiosos consideran que es una representación de un dios del agua (algo parecido al Neptuno griego, no en vano, el dios de la Atlántida…) y por inercia se les sigue llamando a todas como la primera encontrada, Chac Mool.

Le Plongeon continuó excavando e investigando en Chichén Itzá, aunque también en otros lugares, como Izamal, Isla Mujeres, Cozumel, Cancún, y  Belice.



Además intento también traducir el famoso “Codex Troano”, del que hablábamos en el artículo anterior, mostrando una imaginativa traducción en la que hablaba del continente perdido Mu, que interpretó como que era en realidad la Atlántida. Esta imaginativa traducción es de sumo interés para nuestro estudio. En sus obras “Sacred Mysteries Among the Mayans and Quiches” (1886) y “Queen Moo and the Egyptian Sphinx” (1896) planteará una traducción del texto, centrándose en el tema de Mu, un continente perdido que se hundió por culpa de erupciones volcánicas y terremotos, cuyos supervivientes fundaron la civilización maya.



Esto es lo que dice al respecto de Mu el “Codex Troano”, según Le Plongeon:
“En el año seis Kan, en el undécimo Mulue, en el mes Zac, ocurrieron terribles terremotos, que continuaron sin interrupción hasta el Chen decimotercero. El país de las montañas de lodo, la “Tierra de Mu” fue sacrificada. Siendo levantada dos veces, desapareció de repente durante la noche, la cuenca fue continuamente sacudida por fuerzas volcánicas. Confinadas, estas hicieron que la tierra se hundiera y elevara varias veces y en diversos lugares. Al final la superficie cedió y los diez países fueron fragmentados; incapaces de resistir la fuerza de las convulsiones sísmicas, se hundieron con 64 millones de habitantes, 8060 años antes de la escritura de este libro”.

Parece que ser que Le Plongeon y su fiel esposa y compañero tradujeron, supuestamente, otros jeroglíficos mayas en un templo de Uxmal, que afirmaban que la edificación había sido construida en memoria de Mu, la tierra del oeste de donde provenían misterios sagrados.


Para Les Plongeon esa “Tierra de Mu” no es otra cosa que la Atlántida que mencionaba Platón, aunque no la sitúa en el océano atlántico, sino en el pacifico. Considera que hubo una reina llamada Moo, originaria de la Atlántida, que viajó a Egipto, donde fue conocida como Isis, fundando la civilización egipcia. Llega incluso a hacer una lista de reyes y reinas de aquellas dinastías, proponiendo como prueba de este difusionismo una serie de piezas artísticas, como el famoso Chac Mool, al que identificaba como un príncipe llamado Coh (al que identifica con Horus), siendo estas figuras estelas funerarias conmemorativas de su muerte. Además propuso que muchas de las construcciones que se suelen atribuir a los pueblos mayas (sobre todo los lugares construidos en las tierras bajas centrales) fueron en realidad construidas por gente de otros sitios, por ejemplo Palenque, que según Le Plongeon, fue construida por gente de la Polinesia.


A pesar de que cada vez había más pruebas y estudios que demostraban que la civilización egipcia era anterior a los mayas, Le Plongeon seguía empeñado en sus tesis difusionistas y excéntrica respecto a la historiografía oficial, defendiéndolas hasta su muerte, en 1908.

Llegó incluso a afirmar que los primeros mayas procedentes de Mu/Atlantis conocían la electricidad, el telégrafo  y que empleaban el sistema métrico moderno.

Pero sus estudios y teorías si tuvieron acogida en otros sectores intelectuales y culturales. Para empezar en el siguiente autor del que hablaremos, Ignatius L. Donnelly, pero también en Madame Blavatsky y sus seguidores de la teosofía.

En Google Books, podéis leer el libro “Queen Moo and the Egyptian Sphinx” (1896) y tambien “Sacred Mysteries Among the Mayans and Quiches”.

Más info aquí, aquí, y aquí

2 comentarios:

  1. excelente articulo, felicitaciones
    sonia elisa tapia

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  2. Gracias Sonia. Intentamos hacer siempre lo mejor posible. SALUDOS

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