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La vida en pareja es un difícil ejercicio, hay que saber llevarla y nadie tiene la receta para que ésta sea exitosa. Pero si nuestro compañero ronca… puede ser bastante más difícil, inclusive puede ocasionar más de una pelea.
Cuando estamos despiertos los músculos mantienen la garganta abierta, pero cuando dormimos éstos se relajan y “se van” hacia adentro.
Roncamos cuando se bloquea el paso de aire, y se genera una inhibición de la respiración durante el sueño.
Los ronquidos se producen por las vibraciones que realiza el velo del paladar al pasar el aire durante el sueño, y que se originan al colapsarse las partes blandas comprendidas entre la cavidad bucal y la faringe. Normalmente, el problema se manifiesta cuando el sujeto comienza a dormirse.
El ronquido tiene en la actualidad un creciente interés en nuestra sociedad y se sitúa entre los problemas de gran trascendencia para la salud, ya que, además de molesto, es preocupante y no sólo desde el punto de vista social y en el entorno familiar, sino también desde el punto de vista médico, debido a que altera el patrón del sueño y priva al roncador de un descanso adecuado.
La mayoría de los casos reconocidos son leves y se solucionan con una simple corrección de la postura, aunque también puede deberse a un problema orgánico (desviación del tabique nasal, etc), o al reblandecimiento del los tejidos de la lengua, la garganta y el paladar.
Según las estadísticas, los ronquidos se dan con mucha más frecuencia en hombres que en mujeres, aunque no se sabe muy bien por qué. Así, señalan que en las unidades terapéuticas del sueño la proporción es de 10 a 1 a favor de ellos, pero esto puede obedecer a que la mujer empuje más a su marido a acudir a este tipo de unidades o simplemente que él ronque más y más fuerte y no oiga a su pareja. Además, por algún motivo que tampoco se conoce, durante la edad fértil la mujer tiene menos problemas respiratorios, pero una vez llega a la menopausia empieza a roncar más.
Los ronquidos guardan también una estrecha relación con la postura. Así, los expertos señalan que son más habituales en quienes se acuestan boca arriba que en quienes lo hacen boca abajo o de lado, y por eso los grandes roncadores suelen dormir mirando al techo.
La explicación médica se encuentra en que, durante el sueño, la relajación muscular hace que la mandíbula descienda ligeramente y la boca queda entreabierta, con lo que la lengua cae hacia atrás si la persona está durmiendo boca arriba. Eso hace que se dificulte el paso del aire y la respiración se vuelva ruidosa.
También existen una serie de factores que favorecen el ronquido, entre ellos se encuentran la obesidad, el consumo de alcohol, tabaco o tranquilizantes, y las alteraciones de las fosas nasales como desviación de tabique, pólipos o rinitis.
En el caso de la APNEA del sueño, los ronquidos adoptan una característica muy llamativa, pues suelen ser estentóreos y poco regulares. Según destacan los especialistas "es como si de pronto el individuo, que en realidad lleva sin respirar diez o más segundos, se diera cuenta de que necesita inhalar aire e intentara atraparlo todo en un instante".
Estos sonidos estrepitosos y un tanto extemporáneos hacen aconsejable ponerse en manos del médico, pues la apnea del sueño, además de provocar una excesiva somnolencia al día siguiente, se ha relacionado con problemas de hipertensión, trastornos cardíacos y una probabilidad de sufrir accidentes de tráfico que multiplica por seis la de un conductor normal.
Además, las personas que padecen este síndrome también suelen presentar otros síntomas como dolor de cabeza matutino, sensación de no haber descansado durante la noche, irritabilidad, sueño agitado con frecuentes sobresaltos, pérdida del deseo sexual, enuresis (micción involuntaria), y problemas de atención y de memoria, entre otros
Y es que el ronquido puede tener unos efectos devastadores en las relaciones de pareja, pudiendo ocasionar incluso que algunas se separen, por lo que lo importante es buscar la ayuda necesaria para acabar con el problema.
Existen algunos remedios naturales y cambios de costumbres que pueden ayudarnos a dejar de roncar:
*En el caso de las personas obesas, perder el 10% del peso corporal puede ayudar a parar con el ronquido.
*Evitar el alcohol y las píldoras para dormir, también es de ayuda.
*Inhalar vapor antes de dormir. Dado que la congestión nasal es una de las posibles causas, poder respirar profundo reduce la congestión y ayuda a respirar mejor.
*Usar tiras nasales, no solo evita la congestión; sino que ayuda a algunas personas a parar de roncar.
*Cambiar la posición al dormir. Acostarse de lado puede ayudar, porque se ronca cuando dormimos “boca arriba”. También es bueno levantar el frente de la cama unas 4 pulgadas, colocando tabiques o utilizando alguna forma para levantar el colchón.
Y si el paciente ha sido diagnosticado de apnea, además de las medidas generales comentadas con anterioridad se pueden indicar dos tipos de tratamiento: el CPAP nasal, que consiste en la aplicación de una presión positiva continua en la vía aérea mediante una mascarilla nasal durante la noche; o el tratamiento quirúrgico, que mediante diversas técnicas intenta aumentar el diámetro del espacio aéreo posterior.
Y por último: paciencia!…nadie ronca voluntariamente.
NOTA: suele ser útil el sofá del living.
Fuentes: http://www.otramedicina.com/2008/07/14/%
http://www.saludalia.com/Saludalia/servl
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