MONT SAINT MICHEL


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Una de las arquitecturas más bellas del mundo sea probablemente el Mont Saint Michel.
Está situado en el departamento de Manche bañado por el océano Atlántico, junto a la desembocadura del río Couesnon, que marca la frontera de Normandía con la Bretaña francesa.
Se encuentra entre Caen y St. Malo, y es el segundo lugar turístico más visitado de toda Francia, después de París.
A sus habitantes se les denomina montois.
Es mundialmente famoso su conjunto monástico, construido sobre un islote rocoso de la costa normanda de 80 m. de altura, 1 Km. de circunferencia, y a 1.600 m. de la costa. Es conocido como el monte del peligro, y sobre todo como la maravilla de Occidente.
Y sí…es una maravilla, llena de rincones misteriosos, con un sabor a magia y a mitología celta.

Allí, un guía, me contó que en tiempo de los galos, el monte Saint-Michel, igual que el peñasco de Tombelaine vecino, se elevaban "en medio del bosque de Scissy, porque en aquella época, la orilla rodeaba Chausey, a más de 48 kilómetros de distancia".
Este bosque de Scissy probablemente es un mito y no hay ninguna prueba de su existencia.
El nivel del suelo cercano quizás se hundió, engullendo el bosque de Scissy a partir del siglo III. Según un manuscrito del siglo XV, la marea de equinoccio de 709 fue particularmente violenta y dio el golpe de gracia al bosque.

El monte sufrió luego por las crecidas de los ríos que inundaban la bahía del monte Saint Michel, sean el Sélune, el Sée y, sobre todo, el Couesnon que, marcando la frontera entre Normandía y Bretaña, se trasladó, así nomás, repentinamente, en el siglo XV, a fluir al oeste del monte, haciendo que Saint Michel quedara en la región de la Normandía.
Todavía esto es una leyenda que divierte a los habitantes fronterizos; actualmente Couesnon no define la frontera entre Normandía y Bretaña, frontera que se sitúa a algunos kilómetros al oeste de Couesnon.
Un viejo dicho local recuerda este acontecimiento:
«Le Couesnon dans sa folie mît le mont en Normandie» (El Couesnon en su locura ponía el monte en Normandía).

Lo cierto es que celtas, romanos, y ermitaños cristianos fueron sus habitantes hasta el año 708, cuando el lugar, con una gran gruta, es descubierto por el obispo de Avranches, llamado Aubert. El vio el lugar apropiado para levantar un santuario en honor del Arcángel San Miguel.
Nada más terminar la construcción de la primera basílica. Una marea viva engulló el bosque que la rodeaba y separó el monte de la tierra firme. El monte debido a su situación y a su mitología pronto se convirtió en un lugar dedicado a la peregrinación y al refugio.

Durante la llegada de los benedictinos de San Wandrille, en el siglo X, se produjo el desarrollo de un pueblo en la parte baja de la montaña y la iglesia de Nuestra Señora fue reconstruida después de un incendio. Poco a poco fue creciendo y durante el siglo XV llegaron las construcciones hasta el pie de la montaña.

Antes del siglo XII se establecen nuevos planes para construir una nueva abadía sobre la angosta y abrupta plataforma de granito. No tuvieron buena suerte: los muros de derrumbaron varias veces.

Bajo el mandato del abad Robert de Torigni, el monasterio se convirtió en un centro del pensamiento. Paulatinamente fue creciendo la influencia política de los monjes. Fue asediada por tropas inglesas y francesas que causaron numerosos daños en el monasterio.

En el siglo XIII el rey francés Felipe Augusto conquistó Normandía, el ala norte orientada hacia el mar (Merveille) fue remodelada en estilo gótico. Se construyó el refectorio, el salón de los caballeros y el claustro con sus 220 columnas. (espectacular!)

Durante la guerra de los Cien años pasó a tener un uso de arquitectura militar al ser una plaza fuerte inexpugnable. Sus murallas y fortificaciones resistieron todos los ataques de las tropas inglesas pasando a ser un ejemplo de sacrificio y honor para todos los franceses.

En 1791, los últimos benedictinos dejan la abadía a consecuencia de la Revolución francesa. Se hace entonces una prisión donde son encarcelados, desde 1793, más de 300 sacerdotes que niegan la nueva constitución civil del clero. La prisión fue cerrada en 1863 en respuesta a un decreto imperial de Napoleón III.

Es en 1863 y durante la Revolución Francesa cuando se produce la disolución de la comunidad religiosa, pasando a ser en 1874 un monumento histórico de carácter Nacional, poniéndose en marcha numerosas restauraciones para devolver al lugar el esplendor de la abadía según era percibida en la Edad Media como la representación de Jerusalén celeste sobre la tierra.

Cómo se puede llegar barato desde Paris? Pues, hay un tren que llega hasta la ciudad de Rennes y de allí, uno consigue un bus que sólo demora unos 30 minutos. Vale la pena destinar un día entero a recorrerlo todo. Vayan preparados a subir muchas, muchas escaleras! En el pueblito que está en la parte más baja del monte hay locales que ofertan todo tipo de artículos de la mitología celta…interesante!

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