SOBRE LA MUERTE…¿DIGNA?


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Oímos hablar con frecuencia del “derecho a morir con dignidad”, y seguramente todos estaremos de acuerdo con este derecho: ¿a quién no le gustaría morir con dignidad? Suena bien, no? Lo que cabe cuestionarse es qué es “morir con dignidad“.
Quizás no sea “muy digno” morir ahogado en un pozo ciego…o sí? O quizás sea muy digno acabar la vida con algún acto de esos que la sociedad califica de “heroicos”.

En fin…lo cierto es que para la mayoría “morir con dignidad” alude a evitar sufrimientos dolorosos previos a palmar. Francamante, pienso que está bueno no sufrir dolores. Pero eso no hace ni más digna ni menos digna a la muerte. Eso hace más liviana la vida.

Pero ¿estamos hablando del "derecho a una muerte digna" o del "derecho a que otro me provoque la muerte"? Por eso es muy importante precisar bien los conceptos y el sentido de algunos términos: es lo que procuraré hacer a continuación.

Eutanasia: etimológicamente significa “buena muerte”. Pero hoy día hay que precisar mucho más su definición. La Asociación Médica Mundial, en 1987, la definió brevemente como: “acto deliberado de dar fin a la vida de un paciente”. En enero de 2002 la Sociedad Española de Cuidados Paliativos propuso la siguiente definición: “conducta (acción u omisión) intencionalmente dirigida a terminar con la vida de una persona que tiene una enfermedad grave e irreversible, por razones compasivas y en un contexto médico”. También propondríamos definirla, de una manera más sintética, como “la conducta de un médico que provoca intencionadamente la muerte de un paciente para que no sufra”.

En cuanto a los tipos de eutanasia, se puede distinguir entre eutanasia solicitada voluntariamente (se practica a petición del enfermo) y eutanasia no solicitada voluntariamente (cuando no la pide el enfermo, sino que se practica a petición de la familia o por la simple decisión del médico, que no consulta con el enfermo ni con su familia).

También cabe distinguir la eutanasia por acción (cuando se provoca intencionadamente la muerte mediante la administración de una sustancia letal) y la eutanasia por omisión (cuando se provoca intencionadamente la muerte por la omisión de un tratamiento imprescindible para mantener la vida y que en la situación concreta de ese enfermo está indicado, por ser un tratamiento útil y proporcionado: p. ej., algunos casos relativamente frecuentes en Holanda: no alimentar o negar una operación de apendicitis a un niño con síndrome de Down; o no tratar a ancianos con edema agudo de pulmón porque no tienen familiares cercanos).

Tan eutanasia es inyectar un fármaco letal como omitir una medida terapéutica que estuviera correctamente indicada, cuando la intención y el resultado es terminar con la vida del enfermo. La clave reside en la intención que preside la conducta médica.

CONDUCTAS QUE SE CONFUNDEN CON LA EUTANASIA Y QUE NO LO SON:

- Retirada o no iniciación de tratamientos inútiles y desproporcionados para la situación concreta de un enfermo: “la persona con una enfermedad grave, probablemente irreversible o de muy difícil curación, puede optar por los tratamientos que en su medio se consideren proporcionados, pudiendo rechazar responsablemente medios excepcionales, desproporcionados o alternativas terapéuticas con probabilidades de éxito dudosas” (Documento de la SECPAL sobre la eutanasia)

- Tratamientos analgésicos que podrían acortar secundariamente la vida: “el objetivo prioritario de los cuidados paliativos es el alivio de los síntomas que provocan sufrimiento y deterioran la calidad de vida del enfermo en situación terminal. Con este fin se pueden emplear analgésicos o sedantes en la dosis necesaria para alcanzar los objetivos terapéuticos, aunque se pudiera ocasionar indirectamente un adelanto del fallecimiento. El manejo de tratamientos paliativos que puedan acortar la vida está contemplado en el ámbito de la ciencia moral y se considera aceptable de acuerdo con el llamado “principio de doble efecto”. (Declaración de la SECPAL sobre la eutanasia, de enero de 2002). El objetivo no es provocar la muerte sino aliviar el sufrimiento.

- Sedación paliativa: es “la administración deliberada de fármacos para lograr el alivio, inalcanzable con otras medidas, de un sufrimiento físico y/o psicológico, mediante la disminución suficientemente profunda y previsiblemente irreversible de la consciencia en un paciente cuya muerte se prevé muy próxima y con su consentimiento explícito, implícito o delegado” (Documento del Comité de ética de la SECPAL sobre “Aspectos éticos de la sedación en Cuidados Paliativos”, de enero de 2002).

POSICIONES

1-DE LA IGLESIA CATOLICA

“El sufrimiento no puede solucionarse acabando con la vida de una persona“, es decir, con la eutanasia, explicó Benedicto XVI este domingo. La respuesta a quien sufre siempre debe ser el amor, aclaró. En el día en el que la Iglesia varios países celebraba la Jornada por la Vida, el Papa comentó al dirigir la oración mariana del Ángelus el tema que para este día ha escogido la Conferencia Episcopal Italiana: "la fuerza de la vida en el sufrimiento".

2-EN HOLANDA

En Holanda, la eutanasia es legal para pacientes mayores de 16 años que la hayan solicitado. “La cuestión que hay que someter ahora a consideración —escriben los autores del protocolo— es si la deliberación sobre los procedimientos para acabar con una vida es también aceptable en recién nacidos y niños, teniendo en cuenta que estos pacientes no pueden expresar su voluntad. Actualmense te debate “¿deben seguir con vida niños con disfunciones asociadas a terribles sufrimientos que no pueden mitigarse?

3-ESPAÑA

El 13 de mayo de este año se acordó el inicio del procedimiento de aprobación del proyecto de ley que regulará los derechos de los pacientes «ante el proceso final de la vida». Lo cierto es que el anteproyecto que vio luz verde en el Consejo de Ministros concreta en la fase terminal del enfermo buena parte de los derechos que ya estaban reconocidos en la ley de 2005, sobre autonomía del paciente. Y los que no están ya regulados como derechos subjetivos sí constituían normas de práctica médica sobre la asistencia en la fase final del paciente. La cuestión es dar un paso más en la introducción de nuevos conceptos y preceptos, incluyendo eufemismos, que vayan desdramatizando la eutanasia.

Bien…no sigo. Esto sólo ha sido una introducción para proponerles un debate. Quien más, quién menos, todos tenemos o hemos tenido un ser querido padeciendo una agonía previa a la muerte…no se trata de leer información, tiene que ver con los sentimientos.

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