ARGUMENTANDO A FAVOR DE LA EXISTENCIA DE DIOS. ARGUMENTOS A PRIORI. SAN ANSELMO Y EL ARGUMENTO ONTOLÓGICO.


Perpetrado por Oskarele

Las cinco pruebas de Santo Tomás de Aquino, con las que pretendió demostrar la existencia de Dios, son argumento a posteriori, pues se basan en analizar el mundo y de ahí deducir la idea. Pero también hay otros señores sapientísimos que han propuesto argumentos a priori, el mas famoso de ellos el llamado “Argumento ontológico”, propuesto, inicialmente, por otro santo, San Anselmo de Canterbury en el siglo XI.

Este señor fue un monje benedictino que llegó a ser arzobispo de Canterbury, además de teólogo y filósofo escolástico.

Y siglos después, santo.

Pero es especialmente celebre por el “Argumento Ontológico” que mencionábamos, que, originalmente, no se dirigía a los seres humanos sino al propio Dios, en forma de plegaria (en el segundo capítulo del “Proslogion”, obra de 1078)

Este argumento es sumamente ingenioso, pero, a la vez, enormemente tramposo.

Parte por definir a Dios. “Pues creemos que (El Señor) es algo tan grande que nada mayor puede ser concebido”.

Retóricamente, a continuación, se pregunta, si Dios existe: “¿Entonces, acaso no existe tal naturaleza, pues algo ha llevado al mentecato (necio, en otras traducciones) a afirmar en su corazón: Dios no hay?”.

Parte ya este señor de llamar necio o mentecato al que afirma que no existe Dios.

Y para demostrar esta afirmación, trata de hacer ver que Dios existe en el entendimiento: “Mas, indudablemente, este mismo mentecato, cuando escucha esto mismo que estoy diciendo - que hay algo tal que nada más grande puede ser imaginado -, comprende lo que escucha, y lo que comprende está en su entendimiento, incluso aunque no comprenda que lo sea; pues una cosa es que algo esté en el entendimiento, y otra es comprender que una cosa es."
Hecha la trampa…

Si es posible concebir un ser tal que jamás se haya concebido nada más grande, incluso un ateo lo podría concebir, aunque niega su existencia en el mundo, en el entendimiento.

"Y, ciertamente, algo tan grande que nada mayor pueda ser pensado no puede estar únicamente en el entendimiento, ya que si sólo estuviera en el entendimiento, también podría pensársele como parte de la realidad, y en ese caso sería aún mayor. Esto es, que si algo tal que nada mayor pueda ser pensado estuviera únicamente en el entendimiento, entonces esa misma cosa tal que nada mayor pueda ser pensado sería algo tal que algo mayor sí pudiera pensarse, algo que no puede ser."

Explicando: si Dios es lo más grande que existe, no solo puede ser en el entendimiento, sino también en la realidad física. Un ser que no existe en el mundo real es, por ese mismo hecho, algo menos que perfecto. Y Dios, a la fuerza, ha de ser perfecto, sino no sería Dios.

Anselmo da así con la contradicción de la que extrae su conclusión: “Ha de existir, por tanto, y más allá de toda duda, algo tal que nada mayor pueda ser pensado, tanto en el entendimiento como en la realidad.

Ese sería Dios.

¿Lo habéis entendido?.

Por si acaso, una versión callejera y dialogada del asunto.

- 20 pavos a que te puedo demostrar que Dios existe.
-  Venga, apuesto a que no.
- La has cagao chaval. A ver. Imagínate la cosa más perfecta, perfectísima, perfectisisisisisima que puedas imaginar.
- Venga, hecho.
- Muy bien. Ahora, dime ¿Es real esa cosa perfecta? ¿Existe?
- No, no existe. Solo está en mi mente.
- Pues entonces no es lo suficientemente perfecta. Si fuera real sería aun más perfecta, porque una cosa real perfecta es más perfecta que una cosa mental perfecta. No sé si me entiendes, nene. Así que con esta bonica deducción te he demostrao que Dios existe, y que todos los ateos sois unos necios. Venga, trae pa’ca los 20 pavos…

Manda huevos el argumento, con perdón, de San Anselmo y de, espero, Dios.

¿Acaso hay algo en lo que podamos pensar que, por el mero hecho de que podamos pensar en ello, sea posible que pueda existir más allá de nuestro pensamiento? Hay que decir que partiendo de una premisa clara (Dios es lo más perfecto que existe), tiene su lógica la movida. Pero claro ya estamos dando por hecho dos cosas: Dios existe, y Dios es perfecto. Lo primero lo demostraría este argumento, pero ¿Y lo segundo?.

Inmanuel Kant se ralló bastante con todo esto. Y dio con la clave, que para él está en la afirmación de que algo es más perfecto si es real que si solo es mental. Esto, para él es trampa. Pura dialéctica. Pura retorica.

Sería como si digo yo ¿Mi futuro coche es más perfecto si existe en la realidad o si existe solo en mi mente? Obviamente… o no… porque igual el coche imaginado es mucho más perfecto que el real, que se rompería, tendría errores de diseño y demás.

Sea como sea, y aunque parezca mentira, este argumentos, con sus variaciones ha sido uno de los más extendidos para demostrar la existencia de Dios. Y otros grandes filósofos han empleado argumentaciones similares para defender esta idea. Lo veremos en la siguiente entrega.

Mas info y fuentes: http://es.wikipedia.org/wiki/Argumento_ontol%C3%B3gico, aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/San_Anselmo, aquí: http://www.webdianoia.com/medieval/anselmo.htm, aquí: http://www.monografias.com/trabajos15/san-anselmo/san-anselmo.shtml.

1 comentario:

  1. Muchas gentes creen en DIOS y muchas gentes son ateas, no creen en Dios. Existen también muchos individuos que ni creen ni no creen, estos últimos procuran portarse bien en la vida por si acaso hay DIOS.
    Nosotros decimos que la creencia en DIOS no significa haber experimentado eso que es DIOS.
    Nosotros decimos que negar a DIOS no significa haber experimentado eso que es la VERDAD, eso que se llama DIOS.
    Nosotros decimos que dudar de la existencia de DIOS no significa haber experimentado la VERDAD.
    Necesitamos EXPERIMENTAR eso que puede transformarnos radicalmente, eso que muchos llaman DIOS, Alá, TAO, BRAHATMAN, etc. etc. etc.
    La mente del CREYENTE está embotellada en la CREENCIA y esta última no es experiencia de ESO que es la VERDAD, DIOS.
    La mente del ATEO está embotellada en la INCREDULIDAD y esta última tampoco es experiencia de lo Real, Dios, La Verdad o como queramos llamar a lo DIVINAL.
    La mente del que duda de la existencia de DIOS está embotellada en el escepticismo y éste no es la VERDAD.

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