HOMEOPATIA la ley de Hering y los corticoides.



bymoser

“Había empezado con una erupción persistente. Cuando dicha erupción se resistía a desaparecer, me administraron dosis muy altas de cortisona. La piel volvió a ser normal, pero me volví hiperactivo y empecé a perder peso. En esta ocasión el diagnostico fue hipertiroidismo. El tratamiento con yodo radiactivo eliminó suficiente tejido tiroideo como para devolver los niveles a la normalidad, pero después desarrollé síntomas mentales que fueron etiquetados como esquizofrenia. Los potentes medicamentos que tomaba controlaban los pensamientos extraños y que daban miedo, pero en ese momento, me sentía muerto en mi esencia mas intima, como si mi vida estuviera desprovista de significado. Empecé con enfermedades físicas y he acabado teniendo una enfermedad mental. Ahora es como si tuviera una enfermedad espiritual-”

El caso ejemplifica la evolución natural de una enfermedad desde sus primeras manifestaciones en el aspecto más material y externo del cuerpo y su paulatina interiorización; piel-mucosas-tejidos, órganos, mente y espíritu. Desarrollo q contempla no solo la homeopatía sino de manera equiparable el resto de terapias naturales y holísticas.

En homeopatía se conoce como Ley de Hering (uno de los fundadores del movimiento homeopático); la enfermedad se desarrolla de fuera a dentro e igualmente, su resolución debe llevar un camino inverso; guía, a la hora de juzgar el curso de la enfermedad¸ para saber si estamos ante una crisis reconstructiva necesaria o simplemente ante un mayor deterior de nuestra salud.

Una erupción posterior a una crisis de asma, es eminentemente positiva y refleja la capacidad creciente del cuerpo para eliminar los agentes patógenos subyacentes q afectaban la función del pulmón; la aplicación, por lo demás de lo más común, de corticoides para el tratamiento de afectaciones dérmicas, no sigue más principio terapéutico que el estético o d confort (disminuyen también los picores).

Es útil conocer q una de las principales funciones de la piel es la excretora; y q cuando desarrollamos sarpullidos, al igual q cuando sudamos, solo nos estamos limpiando; eso es evidente; los corticoides son antiinflamatorios esteroideos, solo eso, q inhiben la función excretora de la piel además de debilitar los tejidos y órganos en general; en una crisis asmática se utilizan porque relajan el pulmón q se encuentra bloqueado; pero, en igual medida, lo debilitan, aun más a medio plazo, sin tratar la causa.
El tratamiento de patologías crónicas, como el asma o la psoriasis, viene acompañado de un arsenal farmacológico provisto de innumerables efectos secundarios, tales como gastralgia, descalcificación o depresión (síntomas orgánicos y mentales); q se hacen muy evidentes pasado un tiempo.

Una crisis curativa puede, entonces y según Hering, y según la homeopatía y según otros tantos, seguir una sintomatología inversa al cuadro de profundización; pudiendo revivirse cuadros sintomáticos ya desaparecidos; erupciones, diarrea…; molestos pero transitorios y q no acarrean riesgo vital.

También, según Hering puntualiza, el curso de los síntomas llevara, de manera general, un recorrido ascendente en su agravamiento y descendente en su resolución; de extremidades a tronco y cabeza- de cabeza a pies.

Por lo general, si estamos siguiendo tratamientos largos o periódicos; si convivimos con el malestar largo tiempo; estas leyes son mas difícilmente apreciables, pues a un cuadro simple al principio, se le irán sumando otros tantos a diferentes niveles e interaccionando; la propia medicación para un desajuste psiquiátrico será una fuente de toxinas para el hígado q buscara ser expùlsada por la piel.

Entonces… ¿ siempre hay q seguir un camino inverso, también de dolor, para lograr la curacion? (Me recuerda al sexo y su reverso, el parto; pero eso es mas cosecha poética propia)

No siempre, una resolución emocional del problema primario en forma de llanto o incluso de convulsiones puede ser suficiente para reacondicionar de forma catártica, efectiva y rápida la salud. Si bien no siempre estaremos predispuestos mentalmente, ni nuestro cuerpo lo suficientemente fuerte. Sin olvidar también, q será, de ser el tratamiento el adecuado, aunque tránsito inverso y revividor, un tránsito sintomático por lo general, más benigno, también tratable, con una clara tendencia resolutiva y vitalizante.

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