CALIFICADORAS DE RIESGO

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Cómo funcionan?

En medio del debate tras la rebaja de la deuda de los EE.UU. y la insistencia de Obama sobre la solidez de su economía, te explicamos sobre qué variables se basan estas empresas de gran influencia en el mercado.

Por empezar, hay que saber que tres calificadoras de riesgo están en el "podio". Moody's, Standard & Poor's y Fitch Ratings.

Estas empresas se dedican a "poner nota" o calificar, como su nombre lo dice, aspectos contables de compañías o emisiones de renta fija. Analizan empresas, entidades financieras, aseguradoras, finanzas públicas, etc. y sirven de referencia a los inversores.

¿Qué evalúan?

El objetivo de las agencias es dar un panorama sobre la capacidad de pago (capital e intereses acordados) del que se endeuda según las condiciones de esa deuda. O sea, a grandes rasgos, se trata de una "opinión" sobre la capacidad para cumplimiento con una obligación puntual.


¿Cómo puede incidir una nota en los mercados?

En 2008, las calificadoras estuvieron en el foco de la tormenta. Los principales cuestionamientos fueron por no advertir la debacle. Mantenían, por ejemplo, una buena calificación a Lehman Brothers, que fue el ícono del estallido de la crisis financiera que se extendió al mundo.

Eso puso la actividad de la agencias bajo la lupa, pero la práctica demuestra que siguen siendo influyentes: la rebaja del viernes a la deuda de EE.UU por parte de S&P hizo evidente que sus movimientos influyen, y mucho, en los mercados.

"Cuando las calificadoras afirman que un país es propenso al riesgo y rebajan su calificación, ello presupone graves consecuencias, ya que a partir de ese momento el país en cuestión deberá pagar una prima de riesgo más alta sobre sus deudas", describió Litvinoff.

¿Cómo son las escalas?

Cada calificadora tiene una escala particular que tiene en cada extremo la solvencia y el default, o incapacidad de pago.

En su nueva calificación por parte de S&P, Estados Unidos pasó de AAA a AA+. Hace unos días, Obama insistió en, si bien la economía está "pasando por un momento duro", Estados Unidos "siempre ha sido, y seguirá siendo, un país AAA". Así, quiso calmar a los mercados en plena caída por el temor que despertaron las dudas sobre la salud de esa economía.

Por ejemplo, la escala de BBB a AAA significa que el emisor es solvente y, por tanto, la probabilidad de que cumpla sus obligaciones es alta.

Hacia abajo, de BB a D (default), hay distintos niveles de posible cumplimiento, siendo el último el más bajo. Por eso, la nota más baja se utiliza para casos en los que el emisor es altamente vulnerable y, por ende, un potencial incumplidor. A medida que baja la calificación, los emisores poseen, según las agencias, una capacidad crediticia más débil...

Fuente: Diario La Nación.

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