“El Paraíso no me seduce, prefiero que espere por mi toda la Eternidad, y no hacer reservas allí, por si acaso. Tampoco creo que me admitan en un club tan selectivo, y si lo hicieran, diría lo de Groucho Marx: “No puedo pertenecer a un club que admite entre sus socios a tipos como yo.” Prefiero la compañía de los que se equivocan, de aquellos a los que el dolor y las penas les hacen blasfemar, de los que no saben qué camino seguir, de los que no conocen la victoria ni siquiera en los libros, de los que buscan desesperadamente el pan de cada día en la calle, no en las iglesias.” , leía anoche de un “juntaletras” llamado Tomás Delgado Arbelo.
“Morir es parte de la vida”, he escuchado varias veces hoy.
Recuerdo que la noche en la que papá murió, “Alguien” y digo “Alguien” porque esa noche la gente se veía fantasmagórica, sin rostros, sin manos, sin gestos familiares…,se atrevía a vivir. No sé, no entiendo cómo alguien osaba vivir si mi padre había parado el reloj del mundo. Miren que hay gente desubicada! Por la calle, camino al cementerio, observé un señor que vendía diarios. Este hombre no se había enterado que ya a NADIE le importan los políticos, ni la economía, ni el salvataje de entidades bancarias. Papeles, sólo papeles…
En mi ciudad, la gente parece que es sorda, ciega y muda. Hoy se ha ido Jorge, el tipo más noble que he conocido en mi vida. Pura fuerza, pura garra…jamás habló nada feo de ninguna persona ¿No es estupendo que haya sido mi tío?
Creo que nadie se ha dado cuenta de que se fue!… Qué les pasa?…Los semáforos siguen funcionando y hay un niño dándole de comer a las palomas de la plaza.
El señor ése sigue vendiendo el diario…a ese tipo debo comprarle un audífono…
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