Si una palabra resume la vida y la obra de Anna Politkóvskaya, la más conocida reportera de investigación rusa, asesinada a los 48 años, es su valentía.
Anna Stepánovna Politkóvskaya nació en Nueva York, el 30 de agosto de 1958 y murió en Moscú el 7 de octubre de 2006. Fue una periodista y activista por los derechos humanos reconocida por su oposición al conflicto checheno y al presidente ruso Vladímir Putin.
De padres de origen soviético ucraniano que trabajaban como diplomáticos en las Naciones Unidas, creció en Moscú y estudió periodismo en la Universidad Estatal de Moscú, donde se graduó en 1980. Defendió una tesis sobre la poesía de Marina Tsvetaeva. Politkovskaya era ciudadana tanto de los Estados Unidos como de la Federación Rusa.
Politkóvskaya escribió numerosos artículos críticos con la guerra en Chechenia describían abusos cometidos por las fuerzas militares rusas, por rebeldes chechenos y por la administración chechena respaldada por Rusia y dirigida por Ajmat Kadýrov y su hijo Ramzán Kadýrov.
Dio testimonio incansablemente de violaciones de los derechos humanos y abusos policiales en Chechenia y en otras regiones rusas del Cáucaso norte en varios libros sobre el tema, incluyendo "Una guerra sucia", una reportera rusa en Chechenia y "Un pequeño rincón del infierno", crónicas desde Chechenia, que pintaba el cuadro de una guerra brutal en la cual miles de ciudadanos inocentes eran torturados, hechos desaparecer o asesinados a manos de las autoridades chechenas o federales.
Una de sus investigaciones más recientes giraba en torno al supuesto envenenamiento masivo de cientos de niños chechenos por una sustancia química desconocida de acción fuerte y prolongada, por la culpa de la cual estuvieron incapacitados por varios meses.
Politkóvskaya ya había gastado varias de sus siete vidas como reportera. Había sido encerrada en un agujero en el suelo por soldados rusos y amenazada de violación, secuestrada y envenenada por el Servicio de Seguridad Federal en el primer vuelo a Rostov después del cerco a la escuela de Beslán en 2004. Actuó como negociadora en el cerco al teatro Dubrovka de Moscú en 2002, cuando 129 personas murieron después de que los servicios especiales lanzaran gas al edificio. En 2001 fue obligada a huir a Viena. Pero siempre volvía para más, incluso con costes personales. Su marido la dejó. Su hijo le imploró que lo dejara. Sus vecinos, asustados por las atenciones del Servicio de Seguridad de la Federación en una calle del centro de Moscú, la rehuían.
Durante meses se había estado centrando en Ramzán Kadírov, hijo de un presidente checheno asesinado, que albergaba ambiciones presidenciales.
Desde hacia tiempo, de acuerdo con lo dicho por Politkóvskaya, le había estado contando a cualquiera que lo escuchara que los días de la periodista estaban contados. “Las mujeres en la muchedumbre trataban de ocultarme porque estaban seguras de que la gente de Kadírov me dispararía en el acto si sabía que estaba allí”, dijo Politkóvskaya. “Me recordaron que Kadírov prometió públicamente asesinarme. De hecho, dijo durante una reunión de su gobierno que Politkóvskaya era una "mujer condenada.”
En la última entrevista que concedió, a la independiente Radio Svoboda, Politkóvskaya dijo que tenía pensado publicar en Novaya Gazeta los resultados de una amplia investigación sobre la tortura en Chechenia. No llegó a mandar el artículo.
Anna fue encontrada muerta por una vecina con varios balazos en su cuerpo el sábado 7 de octubre de 2006 en el ascensor del edificio donde vivía en el centro de Moscú. Fuentes policiales informaron que junto al cuerpo se encontraron cuatro balas y una pistola. Las primeras informaciones apuntan a que se trató de un asesinato por encargo, ya que recibió dos disparos, uno de ellos en la cabeza, pero no está claro quién encargó el asesinato. El hecho de que el crimen ocurriera el día del cumpleaños del presidente ruso Vladímir Putin es, en opinión de algunos, significativo. Su asesinato fue investigado por Alexander Litvinenko, ex-espía ruso que vivía en Londres con su familia, que al poco tiempo murió por envenenamiento.
Se le ha otorgado, de manera póstuma, en la ciudad de Medellin, Colombia, el premio de la UNESCO "Guillermo Cano" en el marco del Seminario de la Libertad de Prensa por su trabajo en la guerra separatista de Chechenia.
En febrero de 2009 se celebró el juicio contra los presuntos acusados de matar a la periodista, en el cual resultaron absueltos por falta de pruebas.
Fuentes:http://www.letraslibres.com/index.php?ar
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