ByOskarele
En el año 2007 el que os escribe viajó, junto a su inseparable pareja (que podéis observar en la foto) y su intrépido escudero Okoto, a Rennes-Le-Château, el bello pueblo del Languedoc francés donde acontece toda esta historia que os estamos contando. Y sucedieron dos cosas curiosas: en un pequeño quiosco de libros (La Porte de Rennes, junto a la iglesia, en la foto) me compré un ejemplar de “El enigma sagrado”, el clásico libro de Henry Lincoln, Michael Baigent y Richard Leigh.
La señora que me atendió me comentó en un torpe español (mucho menos torpe que mi inútil francés) que uno de los autores, Lincoln, estaba en ese mismo momento en el bar de Jean Luc Robin (otro historiador del tema que durante años se encargó del dominio del abad).
No dudamos en acercarnos para intentar conocer a tan destacable eminencia en este tema que tanto nos apasiona. El bueno de Robin, fallecido recientemente, nos atendió personalmente y se ofreció a conseguirme un autógrafo del autor del libro, a lo que, encantado, accedí. Y aquí pasaron dos cosas interesantes: resulta que el tipo se negó a firmarme el libro por un motivo que en aquel momento no entendí, pero es que, además, al ejemplar que le había entregado le faltaban las primeras 100 páginas.
Robin me recomendó que fuese a cambiarlo mientras intentaba convencer a Lincoln de que me lo firmase. Y eso hice.
Cuando regresamos el escritor inglés se mostró más cercano y accedió, pese a mi nula insistencia a firmarnos el ejemplar. Pero hizo una cosa curiosísima que lleno de intriga y que provocó que me dedicase durante un tiempo a investigar este tema: me lo firmó con la siguiente dedicatoria: “With all good wishes. Henry Lincoln. 28.X.2007. R.Le.C” y tachó su nombre de la primera pagina.
Le pregunté a Robin porque había tachado su nombre, y este nos explicó que era porque ya no estaba de acuerdo con las tesis defendidas en aquel libro. Ya no lo consideraba obra suya.
Esto fue realmente el detonador que me hizo investigar a fondo esta curiosa, extraña y surrealista historia. ¿Por qué no estaba de acuerdo con aquella bonita, aunque ridícula teoría, que había contado en “El enigma sagrado”? ¿Cuál es entonces su versión actual de los hechos? ¿Quién le engañó? Todas esas preguntas quedaron en el tintero pues no pude preguntárselas.
Pero poco a poco me las respondí solico.
Todo es por culpa de unos falsos manuscritos.
Veamos cómo se introdujo este señor en el misterio de RLC:
En 1969, Henry Lincoln, antiguo actor shakesperiano que trabajaba para la BBC escribiendo seriales en los aparecía él mismo, se encontraba de vacaciones en el sur de Francia. Es la época en la que el dominio del abad aun pertenece a Henri Buthion. Pues bien, Lincoln, paseando un día, se encuentra en un kiosco un libro de bolsillo con las pastas rojas que se titula “Le tresor maudit de Rennes-Le- Château” escrito por un tal Gérard de Sède.Conforme avanza en la lectura se va quedando cada vez mas enganchado de la historia de unos extraños manuscritos encontrados por un cura de provincias que de la noche a la mañana se forró. Aquellos extraños textos cifrados le intrigaron, pero, curiosamente, y según el mismo dijo, los descifró fácilmente (luego descubrimos que era mentira y que logró una traducción de los auténticos autores…).
En Londres, de regreso, entusiasmado, Lincoln convenció a la BBC de que se interesase por aquella extraña historia. Dicho y hecho. Un equipo se desplazó para realizar un documental que se emitiría en 1972, “El tesoro perdido de Jerusalén”, y dos años después con material inédito con el título “El sacerdote, el pintor y el diablo” y una tercera vez, en 1979, bajo el titulo “La sombra de los templarios”. Todos con un gran éxito de audiencia.
Y comienza a trabajar desde entonces, junto a Michael Baigent y Richard Leigh, ingles uno, neozelandés el otro, en “El enigma sagrado”, que se publicaría en 1982, constituyendo un éxito enorme, con traducciones a más de veinticinco idiomas y millones de ejemplares vendidos. En el ya muestra los manuscritos traducidos y habla de su principal fuente, que es la misma de De Sede, el autor que le inspiró: se trata de un tal Pierre Plantard.
Será precisamente esto lo que hace que se acabe retractando de sus teorías, pues, con los años, descubrió que mucho de lo que decía en aquel libro, empezando por los manuscritos y su decodificación, siguiendo con los famosos “Dossiers Secrets” y acabando con el enigmático “Priorato de Sión”, era en realidad un producto de la imaginación desbordante de ese tal Plantard, que se la metió doblada a De Sède, a Lincoln y a cientos de historiadores del tema.
Sin los manuscritos son falsos, todo se cae por su peso.
Hola, yo tambien estoy metida ultimamente en esta tematica y me gustaria saber si has visto los tres documentales que Henry L hizo sobre el tema del enigma sagrado, porque yo no hay manera de poder verlos. Que fuerte que tengas un autografo de Henry ke guay!
ResponderEliminarHola Lily. Solo he visto uno de ellos. Lo tengo por aquí. Me costó horrores encontrarlo. Si quieres mandame un correo a nuestro mail y vemos como te lo puedo pasar: plqhq@hotmail.com
ResponderEliminarhola Oskarele:
ResponderEliminarTe he enviado el email para ver si puedes enviarme el documental. Gracias
Segun lo ke pones aki, o lo ke yo entiendo.....das a entender ( o dices) ke Henry L. tacha su nombre del Enigma Sagrado porke lo ke escribe ahi es mentira.....yo no kreo ke sea por eso, ya ke él ha seguido visitando Rennes-l-C y siguio haciendo reportajes en referencia a maria magdalena, los cataros etc etc, por lo ke he leido en su blog, se ve ke Baigent le robo una carta a Lincoln, la cual Lincoln habia prometido ke no se publicaria el contenido ni se diria el nombre de kien Baigent se lo paso por el forro y la vendio....yo kreo ke es mas eso ke el hecho de ke krea ke lo ke escribio en Enigma S no sea cierto, pues entonces no hubiera seguido haciendo reportajes etc etc no? Bueno no se, kiza yo lo entiendo asi.
ResponderEliminarhttp://www.henrylincoln.co.uk/blog.php?id=36&e=238
ResponderEliminarSi ya lo decía yo que andáis algo despistados. Sin ir más lejos, os explico como he descifrado la clave de Rennes Le Chateâu de la siguiente manera: Yo, que me he pasado por la carrera de estudios en el punto de apoyo del primer curso en la barra de un bar llegué a la conclusión que los misterios hay que tomarlos todos bien cargados de chupitos hasta la visón doble que es como se hacen las cosas del misterio. Después de recuperar el carnet de conducir, conseguí llegar a Rennes Le Chateâu pero con la muerte pisándome los talones todo el tiempo y cerca estuvo en una curva por culpa de un mamarracho que había borrado la linea que seguía para no salirme de la carrera justo en la peor curva del precipicio cerca de Cavidac, además me quedé sin gasolina y sin tabaco. Entonces en aquel lugar había dos perros negros con los ojos rojos entre la niebla que no hacían más que esperar a que saliera del coche a mear para comerme, y como no aguantaba más la presión le eché cojones y salí fuera a gritos para ahuyentarlos pero nada y cuando terminé de mear se marcharon como si nada echando luces y con la niebla a cuestas, cosa rara me pareció, así que le eché la culpa a la bolsita que llevaba dentro del bolsillo. Por qué cuento esta historia, porque no sabía ni yo qué cojones estaba haciendo por esas tierras y terminando en Rennes Le Chateau cuando mi destino era un lugar donde se moja cerca de Barcelona. El caso, y me importa cuatro mierdas lo que crea la gente de mi historia, es que alguien llamó a la ventanilla del coche, pensé que sería la madera y con el problema del bolsillo ya se lo podrían imaginar el acojono que me entró de repente, pero las luces que había no eran las de un coche de la madera sino muy raras y encima el tipo echaba agua de sus hombros y no había manera de ajustarle su rostro en mis ojos, y pensé de nuevo en la bolsa del bolsillo. El tipo ese hizo niebla como los perros y se esfumo de mi lado dejándome echo una puta mierda. Pero al despertar mi vehículo tenía gasolina y buscando la salida termine en ese pueblo que habláis, Rennes Le Chateau. Es la hostia.
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