LOS PIONEROS, PARTE 15. EMILE COHL, EL PADRE DE LOS DIBUJOS ANIMADOS
ByOskarele
A principios de 1938, en un hospital de París, solo, arruinado y olvidado, fallecía un señor que hoy en día es considerado padre de los dibujos animados, con el nombre artístico de Émile Cohl. Hagamos un repaso, que a la vez sirva de homenaje, a la vida y obra de este pionero del cine.
Su nombre real era Émile Eugène Jean Louis Courtet y nació en 1857, en la capital francesa, París, donde moriría 81 años después. Desde pequeño comenzó a destacar por sus cualidades artísticas. La Guerra franco-prusiana (1870-1871) le pilló en plena adolescencia, y descubrió la crueldad de la vida. Pero por aquel entonces hizo otro dos descubrimientos esenciales en su biografía posterior: conoció los teatros de marionetas (El Guignol), del que pronto se hizo fan, y la caricatura política, genero que había nacido durante el segundo imperio, pero que fue prohibido por Napoleón III.
En 1872, cuando tenía 15 añicos comenzó a pasar por diferentes trabajos: aprendiz de un joyero, ayudante en una empresa de seguros marítimos… incluso como ayudante de un filatélico. Pero cada vez tenia más claro que a él lo que le gustaba era dibujar, además de vivir una vida bohemia, típica de la época en Paris, aunque fuese pasando hambre.
En 1878 conoce a André Gill, un famoso caricaturista que había criticado enormemente a Napoleón III desde su publicación “La lune”, motivo por el cual tuvo problemas con la justicia. En 1876 recobró su libertad y lanzó a la calle “La lune rousse”, donde continuaría con su línea crítica y sarcástica hacia la burguesía y el antiguo régimen… pero de nuevo sería censurada y cerrada en 1879. Nuestro protagonista seria contratado como asistente de Gill, haciendo muchas ilustraciones para su revista, adaptando en esta época el seudónimo “Emile Cohl” por el que es conocido.
Todo iba bien hasta que fue elegido presidente Patrice MacMahon, duque de Magenta, un conservador monárquico, que fue objeto de las caricaturas de Cohl, motivo por el que también tuvo problemas legales, ingresando en prisión en octubre de 1879, aunque, afortunadamente, unos meses después los republicanos ganan las elecciones, siendo sucedido MacMahon por Jules Grévy, un liberal anti monárquico que dio amplias libertades al pueblo.
Junto con André Gill formará un grupo artístico llamado “Les Hydropathes”, con el nexo común de tener ideas moderas y vanguardistas, además de amar la poesía y el arte. El grupo sacaría un magazine llamado “L’Hydropathe” en octubre de 1879, siendo elegido nuestro protagonista como editor. Por esta misma época fallece su padre, dejándole un pequeño legado, que no sería suficiente para poder vivir con una tranquilidad económica demasiado grande.
En noviembre de 1881 se casó, aunque su matrimonio no duraría demasiado.
Poco después el proyecto “L’Hydropathe” desaparece… aunque surge un nuevo colectivo, llamado ahora “Les incohérents”, fundado por Jules Lévy, y en él se centraban en el absurdo, en el mundo de las pesadillas y el modo de dibujar de los niños. Cohl plasmó estas nuevas tendencias desde el momento en el que comenzó a trabajar con editor en jefe de “La nouvelle Lune”, nuevo proyecto de Gill, en 1883. Este proyecto de “Les Incoherents” tendrá un éxito relativo, sobre todo triunfando entre las clases cultas de Paris.
Pero la vida no fue demasiado buena para nuestro protagonista: en 1885 fallece su mentor y amigo André Gill. El movimiento “incoherent” colapsa en 1888. Su matrimonio se hunde, llevándose su ex-esposa a su pequeña hija recién nacida. Quizá por todo esto es por lo que decide irse a Londres para trabajar en “Pick me up”, un magazine de humor, pasando unos años en la capital inglesa, hasta que en 1896 regresa a París, casándose con Suzanne Delpy, con la que tendrá un hijo en 1899.
En aquella época había abandonado el tema de las caricaturas políticas, centrándose en realizar ilustraciones para revistas, así como en escribir artículos sobre historia francesa y sellos (su gran pasión, a la que dedicó enormes esfuerzos y dinero).
Poco a poco su arte fue girando hacia el impresionismo, muy de moda en el momento.
Todo cambiaría en 1907, cuando a la edad de 50 años, paseando por la calle, se encuentra un cartel de una película en la calle plagiado de una obra suya. Indignado se dirigió al estudio creador de la peli, Gaumont. Allí le recibe Feuillade, jefe de directores de la casa francesa, del que hablamos en artículos anteriores, que decide contratarle como guionista, abriéndose las puertas de un medio que le catapultaría a la fama.
Él mismo diría: “puesto que el movimiento cinematográfico resulta de un engaño del ojo mediante cierto número de imágenes sucesivas, puesto que el numero de estas imágenes es fijo y que película puede conservar cualquier impresión, debe ser posible reemplazar la fotografía por el dibujo y obtener el mismo resultado físico, pero creando con lápiz los seres de fantasía”… en esta declaración de intenciones esta el secreto del descubrimiento de las posibilidades del cine de dibujos animados.
Estas ideas entusiasmaron a Feuillade y a Gaumont, obteniendo el visto bueno para experimentar con ellas. Sus primeras cintas de dibujos animados se incluirán en el programa de sesiones veraniegas, siendo el primero de estos filmes el más conocido, “Fantasmagorie” (1908), considerada la primera película de dibujos animados de la historia, que tenia 36 metros de largo y cerca de 2.000 dibujos, siendo nuestro protagonista dibujante y operador, con un reducidísimo material (un aparato manual a golpe de manivela, parando después de la impresión de cada imagen a fin de permitir la colocación de las siguientes)
Tuvo bastante éxito, lo que le animó a continuar, realizando entre 1908 y 1910 más de sesenta cintas, entre las que destacan “Le cauchemar de Fantoche”, “Les joyeus microbes” y “La lampe qui file”, todas desbordantes de imaginación y fantasía, de un buen gusto y de una técnica increíblemente buena. Su obra más famosa, en vida, sería “Le paintre neo-impressionniste”, realizada en 1910.
Gracias a esto fue enviado lo ficha la Pathé, ofreciéndole una suculenta cantidad de dinero, aunque solo realizará dos cintas de animación, ya que fue obligado a hacer películas con actores de carne y hueso. En 1911, su hijo Andree fallece en un accidente de tráfico. Quizá por esto es por lo que decide marchar a América para trabajar en el tercer estudio francés ,”Eclair”… pero el estallido de la Primera Guerra Mundial le hace regresar a su país. Curiosamente todas las obras que hizo en América fueron pasto de las llamas por un incendio en 1914.
Con la contienda desaparece el cine de dibujos animados. Y Cohl queda sumido en la más profunda de las depresiones, además comienza a tener problemas cardiacos y su mujer, Suzanne, iba poco a poco muriendo por una enfermedad degenerativa. Todo esto provocaría que cada vez trabajase menos, haciendo en 1920 su última obra “Fantoche cherche un logement”.
En el blog os dejamos varias películas de este genial dibujante francés, olvidado por el cine, pero plagiado y copiado por un tal Walt Disney, que en el año de la muerte de Cohl, 1938, ya era multimillonario gracias al invento de este desdichado francés.
jjj
Info y fuentes aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/%C3%89mile_Cohl (en inglés), aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/%C3%89mile_Cohl y aquí: http://www.corto.tv/main.php?g2_itemId=5457.
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