LE FAUX MYSTÈRE (PARTE 30) MARIE SUMIDA EN LA PENURIA



ByOskarele

Tras la muerte de Bérenger Saunière, su amiga, criada, confidente y más que posible amante, vivió aislada del pueblo. Ya sabemos como suele funcionar el ser humano ante este tipo de circunstancias: la pobre Marie no era más que una bella pueblerina que había sido elevada al rango de “dama” gracias al dinero del cura. Sus hermosos atuendos pedidos por catalogo a París, sus bellos sombreros, sus joyas, debieron despertar bastante envidia entre las otras mujeres del pueblo.

Pero Marie irá poco a poco reorganizando su vida. La guerra mundial, que aun no había terminado, no facilitaba demasiado las cosas: los hombres validos para trabajar están en el frente. En el pueblo solo quedan las mujeres, los ancianos y los niños.

La ayuda mutua, normal en periodos de crisis en pequeñas poblaciones, no benefició tampoco a Marie, por los sentimientos encontrados que hemos mencionado tenían las mujeres con la joven.

Marie vivió una autentica época de autarquía: tenía su pequeña huerta de frutas, su pequeño viñedo para el vino corriente, ambos cerca del pequeño rio Couleurs, como casi todo el pueblo. Además criaba sus pequeños cerdos y aves de corral.

Pero su situación económica se va degradando a pasos agigantados: en 1918, al año siguiente de la muerte de Saunière tiene que pedir un primer préstamo, de 1.100 francos, a su proveedor de productos agrícolas. Cada vez le resulta más chungo poder pagar los impuestos por sus enormes propiedades (más de 2.000 francos al año). Ira constituyendo diversas hipotecas que no podrá cancelar jamás.

Al no disponer de liquidez, se decidirá a hacer trueques.

Así, la finca y la Villa Betania se irá poco a poco vaciando.
Parece extraño si nos atenemos a una de las múltiples leyendas sobre Rennes-le-Chateau: se dice que Marie comentaba que con lo había dejado el cura se podía alimentar al pueblo entero durante un siglo y que aun después sobraría.

Claro, esto entraba en clara contradicción con la mísera vida que llevaba la joven.

María argumentaba que no quería tocar nada.

Pero ¿tocar el que? ¿De verdad había un fabuloso tesoro escondido por el abad? ¿O se trataba de dinero en cuentas del extranjero a las que no podía acceder en aquel momento? ¿O acaso estaba fantaseando para llamar la atención y darse importancia?La vida de Marie durante el periodo de entre guerras es de tal banalidad que tenemos pocos elementos que aportar. Sigue con sus dificultades financieras. Le presentan a diferentes personas con intención de comprar la finca (que lleva en veinte treinta años, desde la muerte de Saunière), hasta que en los años cuarenta aparece en Escena un industrial de Perpiñán, Noël Corbu del que hablamos en un artículo anterior, y del que hablaremos con más detenimiento en el siguiente articulo.

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