UN TAL CHAPLIN
Perpetrado por Oskarele
El genial Charles Chaplin, en su autobiografía titulada “Mi autobiografía” (sic), recoge una gran cantidad de curiosidades y anécdotas. Quiero compartir con vosotros tres que me han parecido destacables, teniendo en cuenta, además, que A PARTIR DE MAÑANA, en nuestra sección sobre la Historia del Cine, vamos a iniciar un amplio reportaje sobre la vida y obra de este genio.
Empecemos por la primera.
Chaplin cuenta que en cierta ocasión, tras un viaje promocional a Europa, para presentar su película “The kid”, (El chico), de 1921, a su regreso a Nueva York, fue recibido por una multitud de periodistas, que lo acosaron a preguntas.
Esto recuerda en sus memorias sobre una de la muchas interviús que le hicieron:
- ¿Qué hace con sus zapatos cuando se ponen viejos?
- Los tiro.
- ¿Y con sus bigotes?
- Los tiro.
- Mister Chaplin, ¿es usted bolchevique?
- No.
- ¿Le interesa Rusia?
- Me interesa la vida. El bolcheviquismo es una nueva fase de la vida. Debe, por tanto, interesarme el bolcheviquismo.
- ¿Quisiera usted representar Hamlet?
- No sé. Realmente no se me ha ocurrido nunca pensar en ello, pero si usted cree que hay razones que lo aconsejen…
- ¿Le gusta nuestra ciudad?
- Si.
- ¿Cómo hace usted reír?
- Observo a los hombres.
- ¿Piensa usted volver a casarse?
- Si.
- ¿Con quién?
- No lo sé.
En otra ocasión, en Paris, un periodista se pasó todo el día esperándole en la puerta del hotel, negándose a irse sin hablar con él. Finalmente Chaplin accedió, pero como no sabía francés (sucedió también en 1921, ni el periodista inglés (ya le vale), éste no pudo hacer más que una sola pregunta:
- ¿Le gusta París?
- Sí – respondió Chaplin…
Y el periodista se marchó….
Por último, en 1935, el genial escritor H. G. Wells visitó a Chaplin en California (ya se habían visto en varias ocasiones). Chaplin estaba intrigado ante la posición de Wells, reconocido socialista, sobre la Unión Soviética.
Esta es la conversación que tuvieron, según recuerda nuestro protagonista:
“¿Pero no es demasiado pronto para enjuiciar –aduje-. Han tenido una difícil tarea; se han encontrado con la oposición y las conspiraciones de dentro y de fuera. Seguramente con el tiempo obtendrán buenos resultados.
En aquel tiempo Wells estaba entusiasmado por lo que Roosevelt había conseguido con su política económica, y era de opinión de que surgiría un cuasi socialismo en América del moribundo capitalismo. Parecía criticar especialmente a Stalin, a quien había entrevistado, y me dijo que bajo su dominio la Unión soviética se había convertido en una dictadura tiránica.
Si usted, un socialista, cree que el capitalismo está condenado a muerte –le dije- ¿Qué esperanza existe para el mundo si el socialismo fracasa en la Unión Soviética?
El socialismo no fracasará en la Unión Soviética, ni en ninguna otra parte –me dijo-. Lo que sucede es que allí el régimen se ha convertido en una dictadura”
Fuente: “Mi autobiografía”, CHARLES CHAPLIN. Editorial Debate. 1989.
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