SUYO AFECTISIMO, JACK. PARTE 4/6, INVESTIGANDO SIN EXITO
Perpetrado por Oskarele
En cualquier caso, y a pesar de todos estos crímenes posteriores, que algunos adjudicaron al mismo autor, tras la muerte de Mary Kelly, la figura de Jack el Destripador, se diluye entre la melodramática niebla londinense, desapareciendo para siempre, dejando en su lugar un sombra mítica que cientos de investigadores y criminólogos han intentado iluminar, proponiendo un montón de teorías, sin que a día de hoy haya una versión definitiva.
La policía de Londres, a través de diversos y sucesivos departamentos, intentaron dar con el brutal asesino, pero, como todos sabemos, no lo consiguieron, a pesar de rastrear todo el barrio, interrogar a cientos de personas, detener a cerca de 80 sospechosos… este fracaso policial provocó una gran insatisfacción social, provocando que un grupo de ciudadanos voluntarios del East End, conocido como el Comité de Vigilancia de Whitechapel, optase por patrullar las calles en busca de personas sospechosas; de hecho, le solicitaron al gobierno que fijara una recompensa para aquel que diera información útil sobre el asesino.
Los carniceros, cirujanos y médicos se volvieron sospechosos debido a la naturaleza de las mutilaciones, pero no hallaron ningún sospechoso en estos gremios. A finales de octubre, el médico de la policía, Thomas Bond, realizó un informe (considerado hoy en día como el primer perfil criminal de la historia) sobre las habilidades y conocimientos quirúrgicos del asesino.
Decía lo siguiente: “No dudo que los cinco asesinatos fueron cometidos por la misma mano. En los primeros cuatro las gargantas parecieran haber sido cortadas de izquierda a derecha, mientras que en el último caso, debido a la considerable mutilación, es imposible señalar en qué dirección se hizo la cortada, aunque se hallaron rastros de la sangre arterial sobre la pared en forma de salpicaduras, muy cerca de donde la cabeza de la mujer debió haber estado.
Todas las circunstancias en torno a los asesinatos me llevan a deducir que las mujeres fueron asesinadas cuando se encontraban recostadas y, en todos los casos, la garganta fue cortada en primer lugar.
El asesino, en su apariencia externa, es muy probable que sea de aspecto inofensivo. Un hombre de mediana edad, bien arreglado y de aire respetable. Puede tener el hábito de llevar capa o abrigo porque si no, la sangre de sus manos y ropas hubiera llamado la atención a los viandantes.”
Bond se opuso totalmente a la idea de que el asesino poseía cualquier tipo de conocimiento científico o anatómico, o incluso los conocimientos técnicos de un carnicero o matadero. En su opinión, el asesino debía tener hábitos de un hombre solitario, relacionan los “ataques periódicos de homicidas y eróticas manías”, con un complejo de mutilaciones que probablemente indicaba “hipersexualidad”. Además, consideraba que el “impulso homicida debía haberse desarrollado a partir de un resentimiento de venganza o de una condición mental melancólica, o que la manía religiosa pudo haber sido la enfermedad”
Si bien no hay evidencia de ninguna actividad sexual con ninguna de las víctimas, la penetración de las víctimas con un cuchillo, la exhibición de los cadáveres en posiciones sexualmente degradantes con las heridas expuestas y el hecho en sí de que fueras prostitutas, parece indican que el autor obtenía placer sexual con los ataques. Muchos psicólogos proponen también que era un homosexual frustrado o alguien con algún tipo de trauma infantil, relacionado con la figura materna, para intentar explicar que eran todas mujeres.
Otros psicólogos, en cambio, proponen que podía asesinar bajo efecto de súbitos ataques de locura, víctima de una posible esquizofrenia.
Algunos aventuran incluso una doble personalidad.
Una fuerza policial de hoy en día, gracias a las actuales técnicas de ADN, hubiese dado, posiblemente con el criminal.
Pero en la torpeza de policía hay un factor muy importante que comentar: la propia sociedad victoriana.
En aquella época se consideraba el asesinato como algo propio de las clases bajas, de la incultura y de la barbarie. Era algo provocado por la miseria y por el analfabetismo. No podían ni siquiera plantearse que podía ser uno de ellos, una persona normal y corriente, aparentemente. El vecino de al lado, el médico que visitaba a sus hijos… o el buen carnicero de la esquina.
En la actualidad sabemos, en cambio, que este tipo de seres monstruosos, los psicópatas, pueden aparecer en cualquier clase social. Es más, los más conocidos y sanguinarios pertenecen a clases medias.
Para la mayor parte de los londinenses era inadmisible que un asesino tan brutal fuese uno de ellos… salvo que fuese alguien “especial”. Así empezaron a aparecer un puñao de versiones a cual más retorcida e imaginativa, como, por ejemplo, la del periodista y novelista William Le Queux, que aseguró que se trataba de un espía alemán enviado para provocar el pánico en Londres. Aparecieron un sinfín de teorías sobre destripadores judíos, polacos, rusos… extranjeros, al fin y al cabo, todo con tal de que no fuese “uno de ellos”.
Mas info y fuentes aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Jack_el_Destripador, aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Asesinatos_en_Whitechapel, aquí: http://cinefreaks.wordpress.com/2009/09/11/monografico-jack-el-destripador-las-victimas-i-polly-nichols-y-annie-chapman/, aquí: http://cinefreaks.wordpress.com/2009/09/21/monografico-jack-el-destripador-las-victimas-ii-elizabeth-stride-y-catharine-eddowes/, aquí: http://cinefreaks.wordpress.com/2009/09/30/monografico-jack-el-destripador-las-victimas-iii-mary-jane-kelly/.
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