LA ATLÁNTIDA. PARTE 30. LA ATLANTIDA Y LOS NAZIS: LAS DOS ATLANTIDAS DE HANNS HÖRBIGER


Perpetrado por Oskarele

Pero esta era solo una de las cinco grandes ciudades atlantes que fueron, posteriormente destruidas por la caída de la tercera luna, construidas por gigantes. Las otras estarían en Nueva Guinea, México, Abisinia y el Tíbet.

Cuando cae la luna terciaria, las aguas descienden bruscamente, pero deja de si el rastro de una Atlántida global destruida. Desaparecen las cinco grandes ciudades. Y en todos Hörbiger y los suyos encuentran pruebas y testimonios de esa mega catástrofe: en México, los toltecas dejaron textos sagrados que describen esta historia. En Nueva Guinea, los malekulas siguen erigiendo enormes estatuas de hasta diez metros que representan a sus antepasados y su tradición oral habla de que la luna actual acabará con la humanidad al caer. Los gigantes del Mediterráneo bajaron de Abisinia y la tradición sitúa en aquella altiplanicie la cuna del pueblo judío y la patria de la reina de Saba. Y por último en el Tíbet, el lugar donde más recuerdan aquel pasado esplendor en algunos manuscritos secretos (como el Libro de Dzian de la Blavatsky)

Curiosamente, según esta idea, la Atlántida no desaparece por culpa de las aguas, sino más bien por la desaparición de ellas: las naves son arrastradas y destruidas, falta el alimento, mueren los animales y finalmente la organización social se derrumba.

Tras esta catástrofe, los gigantes se ven muy reducidos, perdiendo el control sobre el hombre, que poco a poco se irá embruteciendo. Esto, plantea Hörbiger, sucede hace 150.000 años, y durante 138.000 la Tierra estuvo sin luna. En ese periodo los pocos gigantes que quedaron comienzan a  reconstruir algunas de las civilizaciones, esta vez construidas en torno a llanuras elevadas, entre los grados cuarenta y sesenta de la latitud norte, mientras que en las anteriores cimas atlantes del terciario permanecen algunos restos de la antigua Edad de Oro.

Así, según estos hubo dos Atlántidas: la antigua del terciario, con centro en los Andes, pero extendida por todo el mundo, y la del cuaternario, en el Atlántico Norte, mucho más modesta, fundada por los pocos gigantes que sobrevivieron. Esta seria de la que hablaría Platón en sus diálogos…

Y he aquí que cuanto todo iba divinamente, hace unos doce mil años, la Tierra capta su cuarto satélite: nuestra actual y bella Luna. Y de nuevo se produce una catástrofe: nuestro globo adquiere su forma achatada por los polos, las aguas se vuelven locas, la Segunda Atlántida desaparece en una sola noche, tragada por las aguas del Atlántico. Es el diluvio del que hablaron los mitos. En este nuevo periodo de luna alta, los gigantes vivos degeneran: empiezan a pelear entre ellos y con los hombres. Los que habían sido reyes ahora son monstruos. Serian los ogros de las leyendas. David mató a Goliat.

Por todas partes los humanos supervivientes a esta última catástrofe intentan reconstruir a ciegas y solos los restos de aquellas hundidas civilizaciones, siguiendo el modelo de los antiguos gigantes: así surgen los enormes megalitos de Malekula, los menhires célticos, los Moais de Pascua… estos pueblos que llaman algunos “primitivos” serian los restos de aquellos imperios desaparecidos.

En algunos lugares surgen nuevas civilizaciones, como en Egipto, China o Gracia. Y después surgirá otra, ya olvidada de su pasado glorioso y de su historia: la civilización judeo-cristiana, mucho más reducida, pero con capacidades ilimitados de dolor y aguante.

Pero Hörbiger predice que no durará mucho tiempo: la Tierra volverá a tener gigantes. Habrá otros diluvios y otros apocalipsis. Además surgirán otras razas, precursoras del futuro próximo, que terminaran con esta civilización judeo-cristiana.

No es de extrañar, después de leer todas estas delirantes ideas, que los líderes nazis se sintiesen encantados con estas teorías. Al fin y al cabo ellos iban a ser los elegidos para crear una nueva civilización muy distinta a la actual, pues hundirá sus raíces directamente en la antigua Atlántida. En sus locuras racistas, los nazis pensaron que los arios iban a ser el pueblo elegido para llevar el germen del futuro, y como tal, se autoadjudicaron el poder de destruir a los humanos decadentes, aquellos que surgieron en la época sin luna. Los negros, gitanos y judíos no serian hombres en sentido estricto para estos locos, sino criaturas que imitan y envidian a los auténticos hombres.

“Y no es que llame animal al judío. Éste está mucho más alejado del animal que nosotros” dijo el fanático Hitler.

Exterminarlos no sería pues, desde esta terrible perspectiva, un crimen de lesa humanidad, puesto que no forman parte de la humanidad. Y lo intentaron…

Curiosamente las propias teorías de Hörbiger ayudarían a la caída del régimen nazi: muchos de sus seguidores se convirtieron en los meteorólogos oficiales de los nazis. Aseguraban que podían predecir el clima en todo el planeta, con meses e incluso años de antelación. Hitler, persuadido por ellos, pensaba que era la encarnación del fuego divino que vencería al hielo eterno. Por dondequiera que avanzara, el hielo retrocedería.

Así, convencido del apoyo de los astros, del clima y del fuego eterno, mandó a sus legiones con un equipo justico a luchar contra los rusos, chocando con ellos en Stalingrado…

Y finalmente triunfaron “los hombres materiales”, “los hombres decadentes”, los que creían en aquella “ciencia judío-liberal” y los que se “burlaban de la magia de los herederos de Thule”. Después de Stalingrado, Hitler dejó de ser un profeta… pero aun así seguirá empeñado en sus disparates megalómanos. Prescribe la destrucción de Alemania, hace ejecutar  los prisioneros y a los judíos de los campos de concentración… y todo con la perturbada ilusión de que cumplía con una misión divina…

Menos mal.

Mas info y fuentes por aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/Hans_H%C3%B6rbiger, aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/Welteislehre, aquí: http://www.bibliotecapleyades.net/tierra_hueca/esp_tierra_hueca_12.htm, aquí: http://www.alertaaustral.cl/2006/0904/horbiger.html (pagina chunga), Aquí: http://milucha.org/attachment.php?s=3100c27470fada1e682caa3bd2635490&attachmentid=35&d=1226948211 y aquí: http://www.qinsolito.com/la-doctrina-del-hielo-eterno.html.

No hay comentarios:

Publicar un comentario