HISTORIA DEL ÁTOMO. 6 – LOUIS DE BROGLIE Y LA DUALIDAD ONDA-CORPUSCULO

by Encke


El extraño átomo de Bohr y sus locos saltos cuánticos suponía un disparo a la línea de flotación de la Ciencia clásica y tradicional, y la vieja escuela reaccionó airadamente.

El líder de los tradicionalistas era el gigante de la física mundial, Albert Einstein. El odiaba las ideas de Bohr y se disponía a luchar contra ellas. Cualquier cosa para salvar al orden del mundo y el sentido común de este asalto de locura.

Sin embargo, Bohr no se dejó intimidar y la década de 1920 comenzó con las líneas de batalla de uno de los mayores conflictos de la Ciencia, bien definidas. Einstein paso la mayor parte de los primeros años de la década de 1920 argumentando en contra de Niels Bohr, con desigual éxito. Su condición de celebridad le proporcionó credibilidad, así que cuando dijo que las detestables ideas, como el salto cuántico, parecían sacadas de la nada, la gente le escuchó.

Entonces, en 1925, una carta apareció en su escritorio que resultó ser mana procedente del cielo de la física. Al fin una idea que describía el mundo atómico y que estaba basada en los principios de la ciencia tradicional. Einstein estaba frenético. Y se lo comunicó a sus amigos. Finalmente un velo se había levantado sobre el funcionamiento del Universo. La carta llegó con la tesis doctoral de un joven francés. Y se trataba de una historia extraordinaria.

Durante la Primera Guerra Mundial, un joven estudiante francés, pasó su tiempo en la parte superior de la Torre Eiffel como operador de radio. Su nombre era Louis de Broglie. Procedía de la aristocracia francesa pero se dedicó a la física. Era tan rico que construyó su propio laboratorio a las afueras de los Campos Elíseos.

Después de la guerra, De Broglie fue atrapado por los misterios y controversias que rodeaban al átomo. Y, entonces, su experiencia como operador de radio en tiempos de guerra le proporcionó una idea intrigante. Tal vez las ondas de radio podrían explicar la naturaleza del átomo.

Aunque invisibles, se comportan de forma parecida a las olas en el agua. Al igual que la difusión de las ondas a través de un estanque, las ondas de radio obedecían ecuaciones matemáticas fiables y bien entendidas desde décadas anteriores. Por lo tanto, para su tesis doctoral, De Broglie imaginó una especie de ondas de radio que empujaba al electrón alrededor del átomo. El la llamo una “onda piloto”. Esta onda piloto también retendría fuertemente a los electrones en su órbita, anulando el colapso del átomo. No había saltos cuánticos instantáneos, solo aparecían las familiares ondas.

Era palpable el alivio sentido por los tradicionalistas. “¡El átomo está compuesto por ondas!”, gritaron, “y entendemos lo que son las ondas”. Einstein y los tradicionalistas sintieron que la victoria estaba a su alcance. Creían que tenían acorralado a Bohr y a la nueva ciencia atómica con sus locos saltos cuánticos.

Pero Niels Bohr no era del tipo de hombre que se da por vencido. A pesar de que había explicado el espectro del hidrógeno con su nueva teoría revolucionaria, no tuvo un reconocimiento mundial como el de Einstein. Pero en su país natal, Dinamarca, su teoría fue suficiente para hacer de el una estrella.

Eufórico por el triunfo, Niels Bohr regresó a Copenhague en 1916, como un héroe victorioso. Su nueva condición de celebridad facilitó la recaudación de fondos para la investigación. De hecho, la fábrica de cerveza Carlsberg le ayudó a financiar su nuevo instituto de investigación. Se podría decir que fue la cerveza la que ayudo a comprender los secretos del átomo.

Este instituto llegó a ser uno de los principales centros de investigación teórica en física que sobrevive hasta hoy en día. La principal sala de conferencias del Instituto Niels Bohr no parece muy impresionante, pero está llena de grandes detalles extravagantes. El mismo Niels Bohr diseñó algunos de los sofisticados mecanismos que subían y bajaban las pizarras. Hay una increíble serie de pizarras, unas debajo de otras, repletas de sus fórmulas, de forma que no necesitaba borrar ninguna de sus ecuaciones.

La reputación que tenía Bohr para las ideas radicales y no convencionales hizo que Copenhague fuera un imán para los físicos jóvenes y ambiciosos. Ellos estaban deseosos de dejar su marca y ser parte de la nueva e innovadora ciencia de Bohr, que llego a ser conocida como la mecánica cuántica.

Continuará...

Un video explicando la teoria de De Broglie, extraido de la fantastica serie documental "El Universo Mecánico":

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