Recuerdo, en mi adolescencia, haber estado muchas siestas de domingo viendo los fantásticos documentales marinos de Jacques Cousteau. Por cierto, aún guardo muchas cajas de videos grabados en cintas que venían con una hermosa colección de libros sobre las profundidades marinas…también los tengo. Contienen unas imágenes estupendas.
Jacques Cousteau nació el 11 de junio de 1910 en Saint André de Cubzac (Francia), y pronto empezó a interesarse por el agua entreteniéndose con juguetes mecánicos y cámaras acuáticas. Realizó sus estudios en Roma, Burdeos, Nueva York y París, y tras este periodo entró a formar parte de la armada francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Pero el destino, siguiendo su curso, hizo que se entrenase como aviador naval y tuviera un serio accidente que le apartó de su carrera de aviador y le predispuso a investigar el mar. Este fue un momento decisivo en la vida de Cousteau, pues fue cuando por primera vez se puso una máscara subacúatica y, junto al francés Emile Gagnan, inventó el famoso "Aqua-Lung" o pulmón acuático. Se trataba de un dispositivo que permitía respirar bajo el agua libremente sin la necesidad de un tubo de aire en la superficie, logrando crear así un sistema utilizado en la actualidad por todos los buzos del mundo.
En 1948 compró el Calypso, un antiguo dragaminas que transformó en mitad yate y mitad laboratorio. Con él y su tripulación navegó por todo el mundo, y se convirtió en toda una referencia para el resto de las investigadores marinos hasta que dejó de funcionar por culpa de un incendio. El Capitán Cousteau comenzó así su larga carrera investigadora desarrollando un sistema de propulsión a vela, botando dos sumergibles monoplazas y dirigiendo experimentos sobre técnicas de buceo en saturación, entre otras labores. Considerado uno de los más influyentes personajes históricos, hizo que su mensaje se propagara a lo largo de todo el mundo mediante las más de setenta filmaciones para televisión, sus tres películas de larga duración y sus más de 50 libros, entre los que destacan "La isla de los espíritus", "Planeta océano" y "Viaje de Cousteau al Amazonas".
De este modo, se convirtió en el biólogo más famoso de todos los tiempos y, a lo largo de su fructífera carrera, obtendría prestigiosos premios y galardones internacionales como el Premio del Centenario de la National Geographic Society o el Premio Internacional sobre el Medio Ambiente otorgado por Naciones Unidas. Además, se le concedió la Medalla Presidencial de La Libertad, fue nombrado miembro de la prestigiosa Academia Francesa y fue director del Museo Oceanográfico de Mónaco durante 31 años. Pero, sin duda, el mayor reconocimiento a toda su labor oceanográfica la obtendría con el Oscar de Hollywood por su sobrecogedor documental The Silent World (El mundo del silencio). Murió en 1997 a los 87 años, víctima de una infección respiratoria.
Uno sus propósito consistía en llamar la atención sobre los peligros a los que se enfrentarían las futuras generaciones ante el deterioro de nuestro planeta.
La preocupación del Comandante Cousteau le llevó a publicar en 1979 un documento que tituló “Carta de Derechos de las Generaciones Futuras” . Este documento contiene una serie de principios encaminados a la protección de los derechos de las futuras generaciones.
Como nos refiere el mismo Cousteau, el documento fue elaborado por la sociedad que lleva su nombre, con la ayuda de los profesores de Columbia E. Allan Farnsworth, reconocido jurista estadounidense; Gabriel H. Nahas, médico de profesión; y el filósofo H. Standish Thayer, a quien el City College de Nueva York reconoció como profesor emérito.
Con base en el trabajo producido por este pequeño grupo de profesionales de las más diversas ciencias, Cousteau pretendía que la Carta de Derechos de las Generaciones Futuras fuera adoptada por la AGNU. Para lograr dicho fin, la Sociedad Cousteau recabó millones de firmas para respaldar la presentación del proyecto ante dicha organízacion en octubre de 1994.
Si bien es cierto que el intento de Cousteau de establecer una Carta de Derechos de las Generaciones Futuras no estaba fundamentado sobre una base jurídica sólida, es importante mencionar que en el año en que publicó el documento ya existían una serie de instrumentos internacionales que hacían mención a la protección de las futuras generaciones.
Las necesidades e intereses de las generaciones futuras ya se mencionaban además en diversos instrumentos normativos, entre ellos la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, cuya adopción en 1972, marcó un hito para el desarrollo del tema. La intención de abordar esta cuestión en dicho tratado internacional obedecía, entre otras cosas, al deseo de salvaguardar el patrimonio cultural mundial a fin de que pudiera transmitirse intacto a las generaciones futuras.
Más comunicador que científico, los expertos consideran que su legado es de un valor incalculable,
http://www.biografiasyvidas.com/biografi
http://es.wikipedia.org/wiki/Jacques-Yve
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