EL FLAUTISTA DE HAMELÍN Y LA CRUZADA DE LOS NIÑOS

Perpetrado por Oskarele

El otro día hablábamos de la conocida Cruzada de los Niños, de 1212, en la que, supuestamente un montón de niños franceses (o alemanes, según la versión), se aventuraron rumbo a Tierra Santa para terminar o muertos o desaparecidos o convertidos en esclavos, según quien lo cuente. No está muy la veracidad histórica de este acontecimiento, aunque algo, al parecer, tuvo que haber. Lo que si es cierto es la relación de esta historia con uno de los cuentos más famosos de nuestra infancia, “El Flautista de Hamelín”… vamos a ver un poco de que va esta movida…

James P. O’Donnell escribió un ensayo titulado “What happened to these Children” (Que pasó con estos niños) en el que pretende encontrar la verdad histórica tras la historia del Flautista de Hamelín. Y propuso que esta presunta cruzada infantil dio lugar a la leyenda que nos ocupa. El caso es que es posible, pues solo separan estos hechos unos 70 años.



Lo cierto es que el cuento documentado por los Hermanos Grimm, cuyo título original alemán es “ Rattenfänger von Hameln”, que se traduciría como El cazador de ratas de Hamelín, cuenta la historia de una misteriosa desgracia acaecida en la ciudad de Hamelín (Hameln en alemán), de Alemania, el 26 de junio de 1284.

También es muy conocida la versión de Robert Browning (1812-1889), escrita en verso y que podeis consultar aquí: http://www.mabuse.com.ar/mabuse/browning.htm.

El cuento cuenta como en 1284 el pueblo de Hamelín sufría una terrible plaga de ratas. Pero un buen día un desconocido apareció y se ofreció para liberarles de los roedores, a cambio de una suculenta recompensa. El pueblo aceptó y el desconocido comenzó a tocar la flauta, atrayendo a todas las ratas con su música. Se dirigió hacia el rio Weser donde, finalmente, perecieron ahogadas. Pero, al reclamar su recompensa, los aldeanos se negaron a pagarle.


El cazador de ratas, indignado, se fue, para regresar poco después en busca de venganza. Volvió a tocar la flauta y su extraña música. Pero esta vez fueron los niños y niñas del pueblo los que le siguieron, y abandonaron el pueblo, llevándolos hasta una cueva, para no ser vistos nunca mas.

El caso es que la historia no tiene un origen claro. Unos argumentan que hace referencia, en realidad, a la expansión hacia el este (Ostsiedlung) de los habitantes de la Baja Alemania entre los siglos XII y XV. Los niños de Hamelín serían los jóvenes de la ciudad que fueron reclutados para tal empresa. Otros plantean que los niños fueron víctimas de algún tipo accidente por el cual se ahogaron en el río Weser (que pasa por Hamelín) o fueron enterrados por algún deslizamiento de tierra. También se ha sugerido que los niños, en realidad, padecían alguna enfermedad contagiosa que obligó a alejarlos del pueblo.

Y luego está la extendida idea de que en realidad hace alusión a la Cruzada de los Niños, versión alemana, de la que hablamos en el artículo anterior de esta sección. El flautista representaría al joven Nikolaus de la leyenda, aquel que, tras escuchar a Jesucristo, comenzó a reclutar a niños para emprender una cruzada en Tierra Santa.


Pero hay más datos: un tipo llamado Decan Lude, originario de Hamelín, informó hacia 1384 de que poseía un libro coral que contenía un verso que daba un testimonio del suceso. Decía que este verso había sido escrito por su abuela. Lamentablemente este libro se considera perdido desde fines del siglo XVII. Pero en el pueblo de Hamelin se encuentra una inscripción de 1602 o 1603, que dice lo siguiente:

Anno 1284 am dage Johannis et Pauli
war der 26. junii
Dorch einen piper mit allerlei farve bekledet
gewesen CXXX kinder verledet binnen Hamelen gebo[re]n
to calvarie bi den koppen verloren

Lo que puede traducirse al español como:
En el año de 1284 en el día de Juan y Pablo
siendo el 26 de junio
por un flautista vestido con muchos colores,
fueron seducidos 130 niños nacidos en Hamelin
y se perdieron en el lugar del calvario, cerca de “koppen“.

Esta parece ser la mención más antigua del hecho.

Por otro lado, existe una ley-costumbre largamente establecida en Hamelín, que prohíbe cantar o tocar música en una calle particular de la ciudad, por respeto a las víctimas del legendario acontecimiento: la llamada Bungelosenstrasse, adyacente a la “Casa del Flautista”.


Durante los desfiles públicos con música, incluidas las procesiones matrimoniales, la banda musical deja de tocar al llegar a esta calle y continúa con la música una vez que la ha atravesado.


Mas info y fuentes por aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/El_flautista_de_Hamel%C3%ADn, aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Cruzada_de_los_ni%C3%B1os, aquí: http://almaerrante.forumcommunity.net/?t=2622190, aquí: http://www.flautistico.com/articulos/el-flautista-del-flautista-de-hamelin, aquí: http://www.flautistico.com/articulos/el-flautista-de-hamelin-historia-oficial.

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