PA LO QUE HEMOS QUEDAO: ESTRELLAS DEL CINE MUDO. GRETA GARBO. LA MIRADA MISTERIOSA.

Perpetrado por Oskarele

"Yo fui Greta Garbo." (Respuesta a un fan que le preguntó en sus últimos años si era Greta Garbo).

Una de las actrices más grandes de aquellas primeras décadas de la historia del cine. Y a pesar de eso una tremenda desconocida para el gran público, en parte por el aislamiento de sus últimos años y su precoz retiro, cuando contaba solo 36 primaveras. Greta Lovisa Gustafsson se llamaba, noruega, bisexual y divina.

Nació en un barrio pobre de Estocolmo. En 1905. En el seno de una humilde: su padre era un humilde trabajador de limpieza proveniente del mundo de la agricultura y su madre una campesina recién llegada a Estocolmo que trabajaba como empleada de hogar. Cuando contaba 15 años la futura actriz fallece su padre, por lo que se vio forzada a dejar los estudios y ponerse a currar en unos almacenes de Estocolmo, donde, gracias a su destacado y voluptuoso físico fue escogida para las campañas publicitarias de los mismos.

Así toma contacto con el mundo del cine, pues rodó algunos cortometrajes publicitarios para esta cadena de almacenes. Esto hizo que un director de comedias, Eric Petscher, le diese una pequeña oportunidad en su producción “Luffar-Petter” (Pedro el Tramposo) en el año 1922 y muy pronto la joven Greta, recibiría una beca para una escuela de drama en Estocolmo.

Un par de años después, en 1924, da el salto definitivo de la mano del genial director sueco Mauritz Stiller, del que ya hemos hablado anteriormente en esta sección (http://www.facebook.com/photo.php?fbid=181604385189779&set=a.153164984700386.29911.109752169041668&type=1).

Stiller, un director que en aquel momento era de las principales referencias del cine nórdico, le ofreció un papel en su maravillosa “Gösta Berlings saga” (La leyenda de Gösta Berling), de 1924, protagonizada por Lars Hanson y Gerda Lundequist . Greta recibiría del propio Stiller el nombre artístico que le catapultaría al Olimpo del cine: Greta Garbo, que desde entonces se convirtió en su protegida, hasta el punto de que cuando Louis B. Mayer le propuso rodar en Hollywood, se la llevó con él.

Además, parece ser que mantenían una relación sentimental, a pesar de que era conocida la homosexualidad de Stiller. Cuando en 1932 la Garbo se hallaba en la cumbre de la fama, declaró en una de sus entrevistas oficiales: "Yo veneraba a Stiller. Existe, naturalmente, quien dice que fue una historia de amor. ¡Era más que eso! Era la absoluta veneración que sólo los muy jóvenes pueden comprender. La adoración de un alumno a su maestro, de una muchacha tímida a una mentalidad poderosa..."

“La leyenda de Gösta Berling” es una autentica obra maestra, pero, curiosamente no tuvo muy buena acogida, ni del público, ni de la crítica, ni de la autora de la novela original.

Sea como sea, lo cierto es que fueron contratados, ambos, por la Metro. Y se marcharon pa California, donde rodaron juntos “Torrent” (El torrente), basada en la novela “Entre naranjos” de Vicente Blasco Ibáñez, que, en cambio no pudo dirigir él mismo, y que fue finalmente realizada por Monta Bell, obteniendo buenas críticas y recaudaciones que, sin embargo, no bastaron para que la Garbo fuese mejor aceptada.

Stiller confiaba en dirigir la segunda película de Greta, " The Temptress” (La Tierra de Todos), de 1926, según otra novela de Blasco Ibáñez, pero fue expulsado del rodaje y sustituido por Fred Niblo. Ese mismo año también dirigió “The flesh and the Devil” (El demonio y la Carne), dirigida por Clarence Brown. Y en 1927 llegó una de sus obras maestras, “Anna Karenina”, dirigida por Edmund Golding .

Con el galán John Gilbert rodó estas tres películas casi consecutivas con gran éxito. Iniciaron un idilio y decidieron casarse, pero Garbo no se presentó a la boda y Gilbert terminó ese día peleándose con el productor Louis B. Mayer, que se había reído de ella.

A pesar de este desencuentro amoroso, Garbo y Gilbert siguieron trabajando juntos y cuando él ya vivía su declive como estrella, ella le recuperó para un papel en “La reina Cristina de Suecia”

Al contrario de lo que ocurrió con otras estrellas de la época muda, como Mary Pickford o Gloria Swanson, la Garbo, a pesar de haber triunfado durante los últimos años del cine silente, triunfó aun más con el cine sonoro. Aunque las novedosas películas con sonido delataban su fuerte acento sueco, Garbo retuvo y reforzó su estrellato, y ya con su primera película sonora (“Anna Christie” de Clarence Brown, de 1929) fue nominada al Óscar, lo mismo que por su actuación en su siguiente pelí¬cula, “Romance”, de 1930, también de Clarence Brown.

Aunque era tremendamente popular, siempre tuvo un carácter huraño y distante. Precisamente su enigmático comportamiento y su pertinaz soltería dieron pie a múltiples rumores en los medios acerca de su bisexualidad; se habló de que fue amante de la actriz mexicana Dolores del Río y de Marlene Dietrich. Sobre esta última se dice que cuando eran adultas fingieron no conocerse, hasta que las presentó Orson Welles en 1945, pero se ha develado que habían trabajado juntas en una película muda, siendo muy jóvenes ambas, y que tuvieron una breve relación.

Según estos rumores, Greta se sintió maltratada y burlada por Marlene, y al hacerse famosas optaron por evitarse y negar todo contacto.

Dietrich consideraba a La Garbo como una mujer estrecha de mente, de carácter provinciano y siempre se refería a ella en términos despectivos.

Tras “Inspiration” (Inspiración), de 1931 y “Susan Lenox”, del mismo año, ambas dirigidas por Clarence Brown, Greta rodó sus pelí¬culas más recordadas y las mejores de su carrera: “Mata Hari” en 1932 de George Fitzmaurice, “Gran Hotel” en 1932 de Edmund Goulding, “Queen Christina” (La Reina Cristina de Suecia) en 1933 de Rouben Mamoulian, “Ana Karenina” en 1935 de Clarence Brown, “Margarita Gautier” (La Dama de las Camelias) en 1937 y de George Cukor, “Marí¬a Walewska”, de 1937 dirigida por el habitual Clarence Brown y “Ninotchka”, de Ernst Lubitsch, de 1939, donde fue presentado como “¡Garbo ríe!”.

Fue nominada al Óscar por “Margarita Gautier” (1937) y por “Ninotchka”. Cuatro nominaciones en total. Ningún premio.

Bueno, si, en 1954 le concedieron un Oscar Honorifico que rechazó porque según sus propias palabras “no quería verle la cara a nadie”.

En 1941 Garbo volvió a la comedia ligera con el filme “ Two-Faced Woman (La mujer de dos caras), que sería su última aparición en el cine.
Cuando estaba en todo lo suyo, y solo contaba 36 años, inesperadamente se retiró, de forma definitiva, del mundo del cine. Vivió el resto de su vida en un amplio y rico apartamento en Nueva York , ciudad a la que se marchó en 1951, cerca de Central Park, totalmente retirada y evitando cualquier contacto con los medios informativos.

No acudía a fiestas ni actos públicos.

Su última entrevista fue tan breve como sorprendente: el periodista empezó diciendo “Yo me pregunto...” y ella le interrumpió y se marchó diciendo “¿Por qué preguntarse?”

A pesar de vivir aislada, casi ermitaña, aunque seguía teniendo contacto con muchas personas de la farándula, nunca decayó el interés que sentían por ella los medios. Además nunca faltaron rumores de falsos regresos al cine.

Garbo comentaría: “Mi vida ha sido una travesía de escondites, puertas traseras, ascensores secretos, y todas las posibles maneras de pasar desapercibida para no ser molestada por nadie”. Efectivamente la acosaron hasta en su vejez. Y efectivamente fue fotografiada en varias ocasiones. Incluso en 1976 la revista People publicó imágenes suyas nadando desnuda, captadas con teleobjetivo.

La salud de Garbo comenzó a declinar a mediados de la década de 1980 y el 15 de abril de 1990 muere víctima de un síndrome renal y de neumonía en la ciudad de Nueva York.

Tenía 84 años. En junio del 1999 sus cenizas fueron enterradas en un cementerio en Estocolmo.

Su fortuna, estimada en 20 millones de dólares, fue heredada por una sobrina suya, residente en Nueva Jersey.

Nos dejaba así una de las más grandes actrices de la historia, así como una de las mas misteriosas y excéntricas. Descanse en paz.