ME PESAN LAS PIERNAS…


La sensación de que "me pesan las piernas", además de incómoda, suele ser el paso previo a la aparición de las varices. No pienses que es sólo cuestión de edad, de gordura, de genética, etc., pues modificando ciertos hábitos de la vida diaria podemos prevenir su aparición y reducir la sensación de pesadez que condiciona nuestra actividad cotidiana

Son muchas las jovencitas que notan pesadez en las piernas, hormigueo, calambres, hinchazón en los tobillos y la aparición de pequeñas venitas azuladas. La causa radica en que presentan una mala circulación de retorno, es decir, que la sangre que circula por sus venas tiene dificultades para volver a subir por las piernas hacia el corazón.

También afecta a los hombres, aunque en menor medida. De hecho, se cree que tiene una relación directa con las variaciones hormonales que las mujeres sufren a lo largo de su vida: menstruación, síndrome premenstrual, embarazo, etc.

Este problema debe ser consultado al médico para que él determine los pasos a seguir. Lo normal es que indique la necesidad de variar actitudes vitales o nos derive a un especialista vascular que realizará sencillas e indoloras pruebas complementarias para determinar el alcance del proceso.

Puede enfocarse de varias maneras, con resultados sorprendentes:

Modifica tu dieta: debes reducir el consumo de grasas y aumentar el de fibra. Muchos alimentos son buenos para mejorar la circulación de tus piernas, como pescados ricos en ácidos omega 3; espárragos, lechuga y brécol, con mucha vitamina K; espinacas y acelgas son diuréticas; almendras y avellanas, con magnesio y vitamina E; frutas rojas ricas en carotenoides; etc.

Elimina el alcohol, el tabaco y el café. Son malos para todo pero, a nivel circulatorio, son factores de riesgo.

Consume suplementos ricos en sustancias vasoprotectoras como arándano, saúco, grosella, uva, ginko, hammamelis, crisantemo, etc. en infusión, comprimidos, cápsulas, etc. a la venta en herboristerías o farmacias y siempre bajo consejo profesional.

Cambia tu estilo: no uses ropa ajustada, elige tejidos naturales como el algodón, elimina los tacones y ponte zapatos bajos y cómodos.

Enfría las piernas: acaba la ducha con un chorro de agua fría desde el tobillo a la ingle, tonifica las piernas con hielo al sentarte por la noche, al salir de la sauna, aplícate hielo o agua fría.

Si pasas muchas horas de pie, utiliza medias de compresión. Mejor acude a la ortopedia para que te indiquen las más adecuadas.

Haz el deporte adecuado: caminar, natación, bicicleta, esquí, etc.

Termina con el sedentarismo: no uses el coche para todo, olvida el ascensor, camina al hacer recados, no cruces las piernas al sentarte, levántate de la silla del despacho, etc.

Aplica cremas adecuadas: geles fríos, aceites esenciales combinados (ciprés, geranio y limón), geles drenantes, cremas que favorecen la circulación, hidratantes, etc.

Hazte un drenaje linfático semanal, para eliminar toxinas y reducir la presión en tus venas. Te recomiendo acudir a un especialista y apoyar la terapia desde casa, masajeando tus piernas desde el tobillo a la ingle, siguiendo la línea de las venas y arterias para reducir la inflamación.

Está claro que no sólo es un problema estético, aunque la aparición de venas azuladas es la que mueve a la paciente a solicitar ayuda. Desde que notes los primeros síntomas, debes modificar las actitudes negativas: no cruces las piernas al sentarte, procura levantarlas al reposar, muévete un poco cada día, no uses agua demasiado caliente sobre las piernas y notarás un gran alivio.

Fuentes: http://www.mundovarices.com/
http://www.remediospopulares.com/varices.html

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