CUEVA de las MANOS. Una visita interesante.

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Aunque carente de las espectacularidades arquitectónicas que se evidencian en Mesoamérica y en la Región Andina Central (Altiplano boliviano, costas y Andes peruanos, costas y Andes ecuatorianos) o incluso en la Región Intermedia (zonas montanas de Colombia, Venezuela y Panamá), el conjunto de las artes indígenas precolombinas en el territorio que actualmente corresponde a Argentina es siempre interesante aunque difícil de encuadrar.
Y la dificultad de encuadrar las artes precolombinas en el territorio argentino obedece precisamente, como primer factor, a la extensión del territorio, con una extraordinaria variedad ecológica, extraordinaria variedad que forzosamente se trasunta en las expresiones culturales, en especial en las estéticas.
Más aún, la extensión territorial hizo que diversas corrientes culturales se dieran paralelamente. Sincrónicamente, y muchas veces interrelacionadas.
Sea donde sea, las artes precolombinas que se desarrollaron en el territorio argentino prácticamente son inseparables de la religión o de los sistemas de creencias de los pueblos que las produjeron. La relación entre el arte y lo sacro se patentiza por doquier.

Ejemplo de ello es precisamente la célebre Cueva de las Manos ubicada en el centro-oeste de la provincia de Santa Cruz. La cueva es un "alero" adornado por gran cantidad de pinturas rupestres y las que más llaman la atención son una suerte de huellas en "negativo" de manos logradas generalmente mediante una antigua aerografía y un esgrafiado,.
Esta cueva como otras próximas menos conocidas (hay también un conjunto denominado "Cuevas de Altamira" que no debe confundirse con el homónimo de España) es una de las expresiones artísticas perdurables más antiguas de América,
Los fechados más antiguos se remontan a 13.000 años antes del presente aunque los motivos representados más característicos surgen hace nada menos que hacia el 9.350 aP.

Se supone que el pueblo que produjo tal arte es el directo antecedente de los ahoniken ("patagones" o "tehuelches") . En tal largo período resulta casi obvio que se produjeran modificaciones estilísticas: si las pinturas parietales de manos datan de hace más de 5.000 años luego, paulatinamente, van apareciendo estilizadas figuraciones:las que representan la caza ( del guanaco y del choique).

¿Qué han expresado los artistas en estas cuevas? En primer lugar la impresión de las manos en la roca parece, como se encuentra en otras partes de nuestro planeta, el intento de buscar dejar algo de sí que se mantenga perenne, una rito mágico de inmortalización, aunque esto no excluye otra intención: la de buscar la unión mística con la tierra y, por tal unión, la providencia aportada desde la Tierra.

En cuanto a las escenas de caza, en las cuales los guanacos aparecen estilizadamente dibujados, parecen haber sido parte de rituales de magia simpática para obtener una constante fuente de proteínas ( entre los aborígenes americanos el acto de la caza generalmente ha sido planteado como un acto sacrificial en el cual el animal es una suerte de "hermano" que ofrece su vida para el sustento humano, de modo que la representación de los animales suele implicar un respeto hacia ellos).

La Cueva de las Manos se encuentra en el profundo cañadón del río Pinturas, sur de la R.Argentina.
A pesar de que la cueva es conocida por viajeros occidentales desde el siglo XIX, siendo el primero el perito Moreno, las investigaciones arqueológicas se iniciaron en los años sesenta.
En la actualidad, debido al turismo irresponsable y a la falta de un marco legal, la mayoría de las cuevas del país están en peligro. La Cueva de las Manos es una de ellas. El ambiente natural de una cueva tiene como principales características la oscuridad, la temperatura, y el nivel de humedad estable. Ese ambiente, que alberga fauna, lagos, galerías subterráneas, depósitos minerales antiguos, interés arqueológico y tierra preciosamente guardada, se encuentra amenazado por la excesiva visita de turistas.

Según afirmaciones del vicepresidente de la FADE (Federación Argentina de Espeleología), «sin un estudio previo y un plan de manejo en una cueva, la presencia humana de manera constante causa alteraciones en el medio con un impacto, a veces, irreversible. Junto a ello aseguró que, el objetivo del desarrollo sustentable es que el uso de los recursos sea sostenible en el tiempo y que las generaciones futuras tengan el mismo beneficio de visitar esa misma cueva».

La Cueva de las Manos, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, ha sufrido pintadas, escrituras y roturas de paredes. Según el presidente de la FADE, «las cavernas contienen información única para la reconstrucción de paleoclimas: a partir del estudio de estalactitas y estalagmitas se pueden reconstruir los climas de superficie de hace 50 000 años. Ese espeleotema ha sufrido roturas y abrazos por parte de los turistas para sacarse una foto o llevarse souvenires.
Seguramente no saben el daño que hacen, ya que una estalactita tarda más de mil años en crecer sólo 1 centímetro».

(Para ampliar el tema de pinturas rupestres, les sugiero ir a la Carpeta del Bípedo misterioso. Allí Oscar ha desarrollado estos temas de forma muy interesante.)

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