El velo en el Islam, un asunto de respeto y reflexión.
■'Hiyab': La prenda más extendida entre las musulmanas (chiíes) de países occidentales, cubre el cabello y, normalmente el cuello. Se puede acompañar de ropa occidental o de una abaya (túnica).
■'Chador': Es un velo largo, amplio que cubre, como el 'hiyab', cabello y cuello, pero que alcanza hasta los pies.
■'Niqab': Es el 'hiyab' (Musulmanas suníes), un velo que sólo deja sin tapar los ojos.
■'Burka': Es una túnica que cubre a la mujer de pies a cabeza y deja una rejilla en la cara para que puedan ver.
Burka, chador, nikab, y otras formas de cubrirse la cabeza de algunas mujeres en el mundo musulmán no son el "velo islámico". De hecho tal concepto, simplemente, no existe en el Corán. En ninguna parte del libro sagrado de los musulmanes se les exige, ni siquiera se les recomienda, cubrirse la cabeza, ni mucho menos llevar un velo integral que les cubra todo el cuerpo incluso el rostro.
De las ocho veces que aparece el término hiyab "velo" en el Corán ninguna hace referencia a la prenda que camufla el pelo. En dichos versículos el sentido de hiyab es "cortina", que separa espacios físicos, el privado del público.
Sin duda, tanto los graves problemas y dificultades en las traducciones de una lengua local antigua a las modernas, así como las interpretaciones distintas y muchas veces contradictorias de diferentes doctores en la fe, son causas de la discrepancia sobre el sentido de los términos coránicos.
Las únicas referencias del Corán al modo de vestir son las siguientes:
« ¡Oh, Hijos de Adán! Les hemos dado ropas para que se cubran y la ropa es como un adorno. Pero la ropa de rectitud es mejor. » “Corán 7:26” (donde la rectitud, claramente, es algo interior); aunque el objeto de la polémica es la numero (24: 31): “...Y di a las creyentes que bajen la mirada y que guarden su castidad, y no muestren de sus atractivos sino lo que de ellos sea aparente; así pues, que se cubran el escote con el JIMAR ". Sura (cada uno de los capítulos del Corán) que si por un lado si pide que ellas cubran sus senos, no dice nada en cuanto a su cabeza; por otro, recomienda que lo hagan, no con hijab, sino con JIMAR que era el tocado común de las mujeres en la península arábiga y que dejaba al descubierto sus pechos.
Parece ser que en aquella época y lugares estaba la costumbre (en algunas mujeres) de ir con los senos al aire, colocándose el Jimar por detrás de los hombros, a ambos lados del cuello, en vez de dejarlo caer sobre el pecho; supongo que como resultado del calor y otras cosillas que no vienen ahora a cuento.
En otra ocasión pide que se vistan de “yilaba” (Un chal largo y grande) como signo de distinción. “!Profeta! Di a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran con la yilaba. Es lo mejor para que se las distingan y no sean molestadas. Coran, 33:59.
Este es un punto importante, porque el problema parece ser que no es el Corán, sino "los que molestan".
Más allá de las teorías y las suposiciones, el mapa étnico real del mundo islámico -con malayos, persas, kurdos, árabes, turcos, chinos, caucasianos, turcomanos, tayikos, entre tantos otros- impide una vestimenta unificada. De hecho, hoy, la mayoría de las mujeres musulmanas del mundo no utilizan ninguna forma del velo, y siguen llevando sus vestimentas étnicas tradicionales que son, por cierto, muy coloridas y casi nunca negras. Color que culturalmente se ha identificado con la muerte y mal augurio.
Pero si hay zonas donde la obligatoriedad incluso alcanza a las occidentales que van a esas tierras y que tienen que ponerse “el velo”…porque “es mejor” cuando no obligatorio.
La discrepancia entre los ulema, doctores en la fe, tanto sobre este tema como en otros empieza cuando además del Corán son consideradas fuentes de la ley, ahadiz, los dichos del Profeta recogidos después de su muerte y la Sunnah, tradiciones y prácticas de la religión, que para la mayoría de los reformistas del Islam son poco fiables. Para esta corriente, el Libro Sagrado es completo y acabado, y el silencio que guarda en algunos temas es precisamente para dar un espacio al sentido común, respetar la libertad del creyente y dar una oportunidad al progreso.
Para muchas feministas islámicas, llevar la ropa modesta es para pasar desapercibida, y justo por ello consideran que en Occidente cubrirse con el chador o el velo integral llamaría más la atención.
Mujeres musulmanas como la iraní Shirin Ebadi, premio Nobel de la Paz, en sus viajes a Europa nunca utiliza el velo, sin que por eso permita que alguien cuestione su fe. Estas mujeres toman el Corán como única referencia y más que completa, esquivando otros textos sagrados o interpretaciones personales de diferentes hombres de la religión. Un salvoconducto otorgado por la propia religión mahometana a los creyentes, es el hecho de que en el Islam no existe ninguna "iglesia" o intermediación (aunque algunos estados se hacen valederos de la fe a través de los diferentes códices de leyes posteriores al Corán), la relación entre el fiel con su Dios es directa.
El velo integral de color negro que llevan algunas mujeres es una tradición patriarcal de Arabia Saudí y Yemen, y de ninguna manera es el Hijab islámico. Es interesante recordar que esta vestimenta utilizada por algunas maestras iraníes en la época de Ayatolá Jomeini, fue prohibida por el propio Ministerio de Educación, por los efectos psicológicos negativos que producía sobre los alumnos.
Así que cuando hablamos del velo, pañuelo o como quiera que le llamemos, debemos tener en cuenta que la prenda es común en esas zonas geográficas, ya antes del Islam; y que las prohibiciones son posteriores al Corán, resultado de interpretaciones dadas por hombres sobre el particular…pero muy particular, ya que el Corán no dice nada sobre la obligatoriedad de taparse la cabeza. Esto me recuerda lo que aquí ha ocurrido con el cristianismo, una cosa es Cristo y los evangelios y otra las interpretaciones o intereses de algunos miembros de esa iglesia.
Una cosa es la costumbre, sobre lo que no hay nada que decir, y otra la obligación o el miedo por causas dogmáticas que se quiere hacer pasar como algo cultural o espiritual.
Saludos cordiales.
Bicho.
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