EL SECUESTRO EXTRAVAGANTE.

(B)

Medio muerto de inanición, Kermit Kroll entró tamabaleándose en el salón de la casa de sus padres, quienes le esperaban ansiosos en compañía del inspector Ford.

-Gracias por pagar el rescate, familia -exclamó Kermit-. Nunca creí salir vivo de allí.

-Cuénteme lo que pasó -dijo el inspector Ford.

-Iba hacia el centro para que me ahormasen el sombrero, cuando se paró un Sedán y dos hombres me preguntaron si quería ver un caballo que sabía recitar la declaración de Gettysburg de corrido. Contesté que bueno y subí. Luego ya no sé más excepto que me dieron cloroformo y que me desperté atado a una silla y con los ojos vendados.

El inspector Ford examinó la nota de rescate: "Queridos mamá y papá: Dejar 50.000 dólares en una bolsa debajo del puente de Decatour Street. Si no hay puente en Decatour Street, por favor construir uno. Me tratan bien, tengo alojamiento y buena comida, aunque ayer por la noche las almejas de lata estaban demasiado cocidas. Enviar el dinero rápidamente porque si no se sabe nada de ustedes en varios días, el hombre que ahora me hace la cama me estrangulará. Los quiere, Kermit.
P.D.: Esto no es una broma. Adjunto una broma para que puedan apreciar la diferencia."

-¿Se le ocurre alguna idea de dónde lo podían mantener encerrado?

-No. Oía sólo un ruido extraño fuera de la ventana.

-¿Extraño?

-Sí. ¿Conoce el ruido que hace el arenque cuando se le cuenta una mentira?

-Hummmmmm -murmuró el inspector Ford

- ¿Y cómo logró escapar por fin?

-Les dije que quería ir al béisbol, pero que tenía solo una entrada. Me dijeron que bueno, con la condición de que llevase la venda puesta y prometiera volver a la medianoche. Así lo hice, pero al tercer cuarto de hora los Gigantes llevaban mucha ventaja, así que me aburrí, salí y me vine para acá.

-Muy interesante -exclamó el inspector Ford- Ahora sé que este secuestro ha sido fingido. Creo que lo ha preparado usted para sacarle el dinero a sus padres.

¿Como lo descubrió el inspector Ford? Aunque Kermit Kroll vivía aún con sus padres, éstos contaban con ochenta años y él sesenta. Unos secuestradores de verdad jamás raptarían a un niño de sesenta años... ya que no tiene sentido.

Woddy Allen.

1 comentario: