ARTE CULINARIO ROMANO.



Gracias a los restos arqueológicos de las ciudades de Pompeya y Herculano podemos recoger información de las letrinas, cloacas, sedimentos de un lago o zona pantanosa, el estudio palinológico… que nos ayuda a concretar los alimentos y la forma de ingerirlos.
La cocina está presente en la literatura, gracias a autores como Horacio, Petronio y Catón que nos ayudarán a reconstruir este arte.

La cocina romana era sencilla. Su alimentación se basaba en la agricultura, ganadería y pesca; sin embargo fue naciendo un interés por lo refinado y sibarita. Se presentaban grandes combinaciones de alimentos y se intentaba encontrar nuevos sabores.
Se utilizaban las mismas técnicas de elaboración que se conocen actualmente: alimentos asados, hervidos y fritos con aceite y una gran cantidad de especias, por lo que la cocina era muy condimentada, llena de olores y sabores muy diferentes a los nuestros.
Dentro de las bebidas se utilizaba el aceite y el vino que se fabricaban con las mismas técnicas de hoy en día y también se conocía la cerveza considerada de pobres.
Los romanos realizaban tres comidas al día:

Ientaculum: basado en queso, leche y pan untado con aceite, ajo y sal o remojado en vino, es equitativo a nuestro desayuno. La gente de la clase alta lo acompañaba con miel, higos, huevos, fruta fresca o seca, uva, dátiles, olivas adobadas y, tiempo después con unos bizcochos con vino de pasas.

Prandium: era una comida que se tomaba al medio día basado en pan, carne fría, verduras, pescados, huevos y frutas. Se comía rápido.

Cena: era la comida más importante del día que se solía tomar después del baño

La gente se solía reunir para tomar la cena, sobretodo la clase alta, y se intentaba impresionar a los invitados.
Los agricultores solían tomar un pequeño tentempié después de la cena llamado vesperna.

En esta sociedad no se conocía los avances tecnológicos de la actualidad, por lo que fue necesario crear métodos de conservación para prolongar la duración de los alimentos y facilitar su utilización.
Se conocían los siguientes sistemas:

Salar: la técnica más utilizada, ya que la sal era un producto al alcance y muy rentable a lo referente a la conservación. Primero se desalaba el alimento con leche y agua. Se utilizaba en carnes y pescados.
Vinagre: otro de los métodos más utilizados para evitar la creación de bacterias. Los alimentos podrían ser frescos o cocidos. El alimento se cubría con este condimento acompañado de mostaza, sal y miel.
Ahumar: se solía utilizar, ya que el contacto con el humo le daba al alimento un sabor diferente.
Salmuera: esta técnica se basa en sumergir los alimentos en agua y sal y se utilizaba para carnes, pescados, legumbres y aceitunas.
Conservas: en aceite de oliva la legumbres y el queso y, con vinagre los pescados.
En miel: se cubría el alimento con miel y se dejaba secar. Se solía realizar en invierno con carnes, frutas y legumbres. Las piezas no se podían rozar entre ellas.
Secado al aire: esta técnica que se empleaba con las frutas, permitía eliminar el agua del producto y conservarlo a temperatura ambiente.
Sumergir en agua hirviendo: se solían sumergir frutas y legumbres en agua de lluvia y se colgaban. Después, se depositaban en un recipiente herméticamente cerrado y se dejaba colgando en un lugar al aire libre.
Cocer en vino: esta técnica se utilizaba para conservar las frutas.
Tras la matanza: para conservar la carne, como actualmente, se realizaban embutidos, salchichas y morcillas.

Receta típica romana.

Los romanos hacían los huevos como nosotros sólo que a éstos le añadían una salsa de vino condimentada.(Fritos, pasados por agua, al horno)esta salsa sirve para cualquier forma de cocinar los huevos.

SALSA: PROPORCIONES PARA 4 HUEVOS -Pon a remojar 30gr de piñones en 2 cucharadas de jerez seco toda la noche. -Muele 5 granos de pimienta,la misma cantidad de apio(mismo volumen)y los piñones.(todo molido) -Pon todo en un cazo y añade una cucharadita colmada de miel, una cucharadita de vinagre y una cucharada de salsa anchoa (liquamen)o soja y mézclalo bien. Llévalo a ebullición suave(ya que hay poco liquido) solo para mezclar sabores. -Servir la salsa con huevos cocidos fritos. Si los deseas al horno sólo derramar la salsa sobre los huevos crudos y dejar cocer. Ahora ya puedes invitar a cenar a julio César :D.

Extraído de http://sandaliadejason.blogspot.com/2011/05/cocina-romana-ac-parte-ii.html

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