NEOPLATONISMO. PLOTINO, EL TODO ES IGUAL AL UNO.


Perpetrado por Oskarele

Plotino (203-269 d.C.) es sin duda la principal figura de este movimiento neoplatónico. Era egipcio también, de Licópolis (hoy Assiut), y vivió entre el 205 y el 270 de nuestra era.  Cuando contaba 28 abriles, en el 232, fue llevado por un colega a escuchar a Amonio Saccas en Alejandría, y durante los seis años siguientes  fue su discípulo más fiel y entregado. Se dice que cuando terminó el primer discurso que le escuchó pronunciar dijo “Este es el hombre que estaba buscando”.

Su discípulo Porfirio, autor de su biografía Vida de Plotino y de la sistematización y publicación de su obra central “Enéadas”, refiere que en esos años que estuvo con él tuvo hasta 4 uniones místicas…

Estas “Enéadas”, su obra magna, es en realidad una recopilación de escritos suyos confeccionados desde el 254 (en total son, precisamente, 54), y es considerada hoy en día como uno de los tratados más sólidos de la Antigüedad, junto a los de Platón y los de Aristóteles.  Se llama así precisamente porque Porfirio lo recogió en seis grupos de nueve.

Unos años antes, en el 242, acompañó al emperador Gordiano I a Mesopotamia, con la idea de llegar a Persia. En el 244 fue a Roma, donde, durante diez años, enseñó Filosofía, contándose entre sus oyentes y admiradores al Emperador Galiano y su esposa Solonia.

En el 263 se retiró a Campania con algunos discípulos, incluyendo Porfirio, y allá murió en el 270, aquejado de una enfermedad chunga.

Vamos un poco con su pensamiento…

La doctrina central de Plotino es su teoría de la existencia de tres hipóstasis o realidades primordiales, de las que ya hablamos en el capitulo anterior: el Uno, el nous y el alma. En realidad, el principio básico es siempre el Uno, mientras que las otras dos realidades son derivadas.

Es un idealista puro.

“Todos los entes son entes en virtud del Uno, no sólo los así llamados en sentido primero, sino también los que se dicen sus atributos. Porque ¿qué es lo que podría existir que no fuera uno? (…) De los entes que decimos que son uno hacemos esta afirmación con una referencia concreta a su propia realidad. De modo que cuanto menos ser menos unidad, y cuanto más ser más unidad” (Enéadas: VI, 9, 1)


Parte de la enfática afirmación de la existencia del mundo espiritual, al margen, aunque interrelacionado, con el material. Como nuestra alma es espíritu, su origen no puede estar en el cuerpo (material). Así concluye que procede del Uno, el Absoluto, el Dios, el Bien.

El Uno sería el principio en sí, del que procede la multiplicidad, la variedad. Sería algo así como  la identidad que se despliega en la alteridad. Como es causa de todo, puede ser visto como Todo, en cuanto fundamento de todo, en cuanto produce y conserva en el ser el ser-uno de cada cosa singular, uniendo cada realidad a todas las demás y reconduciéndolas todas, como Todo, a sí mismo.

Toma ya!!!

Así, de este Uno emana en primer lugar el Intelecto (el Nous), que sería la primera alteridad, que es la imagen del Uno. Y es al mismo tiempo un derivado parcialmente diferenciado, porque es el mundo de las ideas, en el que están los múltiples arquetipos de las cosas.

De este Nous emana lo que denomina Mundo-Alma, el lugar donde emanan las fuerzas (como el Intelecto es el lugar donde residen las ideas). Una de estas fuerzas es el alma humana. Y estas fuerzas, tras sucesivas degradaciones hacia la nada llegan a ser finalmente materia.

Por otro lado, este Uno, como a la vez es Todo, es inenarrable, impronunciable, inabarcable. Plotino mismo dirá:

“¿Cómo, entonces, podremos hablar de Él? Podemos hacerlo, ciertamente, pero con ello no lo expresamos, ni tenemos conocimiento o pensamiento de Él. ¿Cómo, pues, podremos hablar de Él si no lo poseemos? Digamos que, si no lo poseemos por el conocimiento, no dejamos de aprehenderlo de algún modo y lo aprehendemos, en efecto, como para poder hablar de Él, aunque nuestras palabras no lo alcancen en sí mismo. Decimos de Él lo que no es, no decimos, en cambio, lo que es, porque hablamos de Él partiendo de las cosas que le son inferiores” (Enéadas: V, 3, 14).

Por otro lado, el hombre, compuesto de cuerpo y alma, es parcialmente como Dios, espiritual y, parcialmente como la materia, lo opuesto a lo espiritual.

Pero su deber es volver al Uno, al Dios, destruyendo de su ser, sus pensamientos y obras todo lo material. Y esto lo conseguirá gracias al conocimiento, que le permite discernir que es la realidad. El primer paso, en el retorno del alma a Dios es el acto por el que se libera por sí misma de la trama de la materia. Contempla en sí el Intelecto interior. De la contemplación del Intelecto interior, alcanza la contemplación del Intelecto superior y, desde éste llega a la contemplación del Uno.

Mas info y fuentes por aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Plotino, aquí: http://www.philosophica.info/voces/plotino/Plotino.html, aquí: http://www.luventicus.org/articulos/02A034/plotino.html.

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