LA ATLANTIDA Y TARTESSOS, ¿PODRÍA SER?
Perpetrado por Oskarele
Si tenemos en cuenta todo lo dicho en la introducción ofrecida en el capitulo anterior, tanto por su posición geográfica, como por su súbita destrucción, no es de extrañar que muchos autores hayan considerado que se trataba de la Atlántida mencionada por Platón en sus diálogos. Por eso se ha convertido en una de las versiones más extendidas y aceptadas, aunque, no existan demasiadas pruebas al respecto.
Como hemos dicho, el arqueólogo alemán Adolf Schulten, empeñado en encontrar pruebas de una civilización autóctona europea (a ser posible germanica), estudió a fondo Tartessos, afirmando que se encontraba en la zona que estamos planteando, en la desembocadura del Guadalquivir, y llegó a afirmar que se trataba de la Atlántida platónica.
En realidad esta hipótesis de ubicar la capital o acrópolis de la Atlántida en las "Marismas de Hinojos" ya fue planteada y defendida -por primera vez- por tres autores españoles: José Pellicer de Ossau I Tovar en 1673, Francisco Fernández y González y Juan Fernández Amador y de los Ríos en 1919.
Richard Hennig, geógrafo alemán, era de la misma opinión que Schulten, y llegó a afirmar que “todo lo que Platón cuenta sobre el carácter paradisiaco de Atlantis parece un eco de antiguos recuerdos relativos a Tartessos. Platón vivía hacia el año 400 a. C. y para esta época Tartesos no era desde hacia cien años sino el eco de un recuerdo, ya antiguo para el mundo griego, de una ciudad tragada por el mar y desaparecida”
Tanto este Hennig, como Schulten, consideraban que en realidad se trataba de una antigua colonia germánica.
Otros, como A. Netolitzky también la identificaron con Tartessos, aunque este señor añade una novedad interesante: consideraba que el templo de Poseidón que menciona Platón podía tener relación con el del Melkart de Gadir, del que se creía haber encontrado restos en la Isla de Santipetri, cerca de la actual ciudad de Cádiz. Además, consideraba que el famoso “oricalco”, extraño metal que existía, supuestamente, en la Atlántida, era en realidad un aleación de cobre y plata, metales muy abundantes en la zona.
Una aportación curiosa es la de Otto Jessen, otro profesor alemán que estaba convencido en la relación Atlántida- Tartessos. A instancias de Schulten, hizo varias excavaciones arqueológicas en la zona de la desembocadura del Guadalquivir, convencido de que allí encontraría los restos del mítico país hundido. Pero lo más interesante es que creó un cuadro en el que dispuso las pruebas de la correspondencia entre la versión platónica y la hipótesis tartésica, en once puntos clave.
Berlitz en su libro sobre la Atlántida lo resume de manera genial:
1. Según Platón, la Atlántida estaba frente a las columnas de Hércules, es decir, frente a la desembocadura del Guadalquivir, al igual que Tartessos.
2. Según Platón era mayor que el conjunto comercial de Libia (África) y Asia Menor, y según este, no era una isla sino un enorme monopolio comercial.
3. Según los diálogos platónicos, era un puente hacia otras islas y hacia el continente que se extendía mas allá del océano. Lo que comerciaban con Gran Bretaña (estaño), consideraron que esta isla era un continente.
4. Según Platón, su imperio se extendía hasta Egipto y Etruria, y, parece ser que Tartessos abastecía de metales a todo el Mediterráneo.
5. Según el mito platónico, desapareció en un solo día, hundiéndose en el océano. Tartessos fue conquistada y diferentes catástrofes hicieron que no quedase resto de ella.
6. Por otra lado, el mito proponía que era el mar que la cubre es inaccesible y no podía ser explorado, pero en realidad, según Jessen, esto era cierto, aunque por motivos políticos.
7. Según Platón, un barro muy sólido impedía su navegación, pero esto era propaganda cartaginesa, según Jessen.
8. El mito cuenta que era una tierra riquísima en minerales, y, efectivamente la zona, y la Sierra Morena, al norte, eran riquísimos en metales y minerales.
9. También contaba la leyenda que existía un extensa red de canales, y estos proponen que en el Guadalquivir, navegable hasta Sevilla, también los había.
10. Platón también dice que el último rey atlante era el más viejo de su pueblo, y Argantonio, el último rey tartesico, según Herodoto, reinó durante más de ochenta años…
11. El último punto se refiere a la antigüedad, que según Platón es de nueve mil años antes, y que algunas fuentes, como Estrabón, proponen que los iberos tenían escritura y libros desde siete mil años antes.
La mayoría son pruebas vagas, aunque lo cierto es que la principal, la localización geográfica de Tartessos, si parece relacionarse claramente con el mito platónico. El problema es que la ciudad de Tartessos, si es que alguna vez existió, no ha sido encontrada nunca… por lo menos hasta ahora.
Mas info y fuentes: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=151439718206246&set=a.110147919002093.17891.109752169041668&type=1&pid=476539&id=109752169041668, aquí: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=151727771510774&set=a.110147919002093.17891.109752169041668&type=1&pid=479270&id=109752169041668 (ambos enlaces de PLQHQ), aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Tartessos, aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Adolf_Schulten y aquí: http://books.google.es/books?id=VAt0zgr6aN8C&pg=PA457&lpg=PA457&dq=o+jessen+tartessos&source=bl&ots=ajb25WXOQa&sig=_pmIn1WZcllWUE7ijaaeRzZ3LlM&hl=es&ei=xIa6TdblAsar8AOY_8HZBQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CBsQ6AEwAA#v=onepage&q=o%20jessen%20tartessos&f=false
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario