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“Los ojos son ventanas del alma, espejo de la naturaleza y puertos del Sol” q concluía un tal Andrés Laurencio.
Q bien podríamos completar con cierta voz cuyo autor no recuerdo: “el ojo no es solo el espejo del alma, sino de todo el cuerpo”.
En definitiva y en palabras de Hipócrates: “a tales ojos, tales cuerpos”
La iridiología llega, no como hoy la conocemos sino como un más general o quizás profundo conocimiento de las diferentes peculiaridades del iris como manifestación de la naturaleza individual, al igual q el de un planteamiento menos racional y mas holístico del ser humano y por tanto de su salud, a occidente desde oriente a través de los puentes q el mundo árabe tiende a lo largo del Medievo.
Y perdura, como el legado en forma de tratado, “Causas y remedios”, de una monja alemana del SXII cuyo nombre, ¡ay! de mi memoria, tampoco ahora recuerdo. Eso sí, una monja un tantobastante miope creo.
“no hay enfermos con buenas digestiones ni personas sanas con malas digestiones” Luis Kuhne
Una cita q poco parece venir a q, pero sencilla y exacta como un cero, a la par q ilustrativa de lo q representa la interconexión absoluta de la unidadcuerpo, de una visión holísticaglobal de sus manifestaciones y procesos.
Y es aquí donde queda eso de microsistemas; esto q se dice, así un poco en misticoabstracto, de q la parte contiene el todo; y así se explican la auriculoterapia (de la que ya hablamos), la reflexología podal, el diagnostico chino por la lengua e innumerables otros como la misma iridiología.
De cada apéndice corporal podríamos entresacar pues un mapa de la totalidad.
De los diferentes signos, anormalidades q encontremos y según su localización podremos concluir la patología.
Déjenme q les malcuente una historia, dice así:
El joven Ignaz, jovencito incluso, húngaro e hijo de un húngaro y eficiente trabajador del sequito de un duque alemán, pasaba largas horas de infinito y absorto desprendimiento infantil correteando por los jardines de palacio, cuando, cuentan las crónicas, se encontró un búho al q, en esto de la despreocupada juguesca, acabo por romperle una pata. Hasta aquí casi un episodio infantil cualquiera. Pero he aquí q el chico Ignaz, además de bruto resulto ser atento y noto cierta línea oscura q de manera simultánea al incidente se formaba en el mayúsculo iris del búho. Ignaz q no quiso dejar a su suerte a su involuntaria víctima, se mantuvo a su cuidado mientras se recuperaba y así pudo observar como a la inicial línea negra se añadían otras dos blancas y paralelas, q con el pasar de los días iban aproximándose entre si, cercando a la primera, para finalmente quedar tan solo una, blanca, una vez la fractura ya había quedado resuelta y el búho repuesto.
El chico, el tal Ignaz, Ignaz Von Peczeley, terminó por convertirse en un reputado médico “alternativo” de la “mágica” medicina alemana de finales del XIX y es considerado hoy en día como lo más parecido a un padre de la iriodología moderna.
Y como muchos de los q le sucedieron en este amor, a vista de la interrelación manifiesta, hizo por desarrollar la clave; esto es un mapa diagnostico universal del iris; esto es como se distribuyen los diferentes órganos y sistemas, estomago, corazón, esqueleto o cerebro sobre el iris. No existe como no existen dos humanos iguales (gemelos aparte) pero sí aproximaciones muy detalladas y un amplio consenso.
Y esto me recuerda el ojo de un famoso, el de Goethe y la famosa singularidad q le acompaño durante buena parte de su vida; un anillo oscuro que cubría la parte más externa de su iris, circunscribiéndolo; la q correspondería a la piel y q fue observado por un colega homeópata q le atendía durante una época de salud aciaga. Él, sabio, retorcido y profundo, Goethe, atribuía tales males a q “arrastro las toxinas de 3000 años”, tiempo q entiendo atiende al periodo q el consideraba de hombrecivilizado pues “la salud decae según nos alejamos de la naturaleza”; aunque esto último no lo dijera él.
La piel funciona como un tercer riñón y cuando llega a bloquearse y da tal señal, es indicativo de un alto nivel de intoxicación. Sabio, retorcido, profundo e inspirado el alemán.
Y esto me recuerda q es hora de ir terminando y acercarme a entregar lo escrito al más gentil de todos los tiranos, al mejor de los hermanos, al sercontenedor de unos ojos para nada retorcidos, sino limpios, luminosos y compresivos, verdes mandalas cósmicos, bastos de autoridad y cariño q hoy cumplen años, y casi me olvido.
“La lámpara del cuerpo es el ojo; así q si tu ojo fuese sincero, todo tu cuerpo será luminoso” Mateo
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