TEST DE RORSCHACH


Perpetrado por Oskarele

En 1921 un suizo llamado Hermann Rorschach, psiquiatra y psicoanalista, publicó un libro, que llegaría a tener una amplia difusión, en el que proponía un curioso test para evaluar la personalidad de los pacientes. Se trata del famoso Test de Rorschach y sus conocidas manchas de tinta, que imagino conoceréis. Vamos a averiguar algo más de esta movida.

Curiosamente el padre de Rorschach era un pintor, tirando a mediocre, que se ganaba la vida dando clases de pintura.

El caso es que desde pequeño al futuro psiquiatra se le dio bien hacer extraños dibujos con manchas de tinta, lo que le valió el apodo de "kleck" que significa mancha. Pero no desarrolló esta carrera sino que se interesó por la psiquiatría, ciencia en pleno auge en aquellos años, especialmente la corriente psicoanalista, creada por Freud y que en aquellos momentos lideraba la joven ciencia.

Y así, en 1911, el joven Rorschach ingresa en la Clínica Universitaria de Zurich, “La Burghölzli”, dirigida por Eugen Bleuler, donde se entusiasmó con las ideas freudianas. Y allí fue donde comenzó a mostrar interés por la interpretación y el psicodiagnóstico, término que fue el primero en usar, basándose en trabajos artísticos realizados por enfermos mentales (neuróticos y psicóticos).

Unos cuantos años después comienza a desarrollar su test de manchas de tinta, que llegó a tener hasta 40 tarjetas, aunque realmente unas 15 eran las más usadas. Las tarjetas consistían, como veníamos diciendo, en unas manchas de tinta (negras y policromáticas) sobre un fondo blanco, ambiguas y aparentemente desestructuradas en las que no se ve ninguna imagen clara. La idea era ver que interpretaba cada uno al enfrentarse a las manchas. Hizo experimentos con enfermos, con la intención de recabar respuestas subjetivas que le permitiesen establecer un patrón sobre sus habilidades perceptivas, su inteligencia y sus emociones. Pensaba que esta prueba era como un espejo, donde la mancha constituye un estimulo óptico que es interpretado por el cerebro y relacionado con otras imágenes almacenadas en la memoria, que serían proyectadas de vuelta a las manchas.

Es decir, vemos lo que vemos porque es lo que podemos ver. Así cada mancha crearía una percepción diferente en cada paciente, aunque a partir de una serie de generalidades extraídas de los estudios, pudo extraer una serie de conclusiones y normas generales, si bien no consideradas con rigor científico.

La versión final de su test contenía en un principio 15 tarjetas con manchas, pero su manuscrito fue rechazado por varios editores, de tal modo que tuvo que reducir el número a diez en la primera edición que salió en 1921.

Justo un año después fallecía por una peritonitis.

Tras su muerte se desarrolló bastante este test, centrándose los esfuerzos en establecer patrones de respuesta, con la intención de asociar las interpretaciones de los pacientes con su estado mental, su percepción y sus emociones. Mediante una red de rorschachistas en todo el mundo, se fue constituyendo una impresionante base de datos de protocolos individuales que permitió un estudio y reinterpretación de estos sobre la base de los descubrimientos que se iban haciendo. El material actual disponible es inmenso.

Algunos de los criterios usados para evaluar las respuestas son:

Tiempo de latencia. Cuánto se demora el individuo en dar la primera respuesta a cada lámina.

Posición. Cómo lo ve respecto de la posición de la lámina: en la posición estándar, con 90º o 180º de rotación.

Localización. Dónde lo ve: en la mancha completa, en un detalle, en un espacio en blanco.

Forma. Cómo es la calidad de lo percibido: rica en detalles, forma bien definida, forma vaga, etcétera.

Movimiento. Si lo percibido parece estar en movimiento o siendo movido por alguna fuerza.

Color. Si refiere al color de lo percibido. Si con ello justifica profundidad, perspectiva, sombras, texturas, etcétera.

Categoría. Qué es lo que ve: una forma humana, animal, objeto o sus derivados. Otras categorías suelen considerarse aparte, tales como paisajes o respuestas de carácter sexual.

Por todo esto, aunque la validez del test no está científicamente comprobada, al carecer de verdadero rigor científico, sigue siendo empleado por psicoanalistas de todo el mundo.

En el blog os dejo la secuencia entera con las 10 láminas, que por cierto, han de mostrarse siempre en este orden. 

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