Cuenta la leyenda que una vez, iban dos monjes por el bosque, uno joven y otro de más edad.
Al llegar al río se encontraron con una hermosa mujer que no podía cruzar.
El monje mayor, montó a la mujer en sus hombros y cruzaron el río.
Luego de esto los dos monjes prosiguieron su camino.
Ambos permanecían en silencio.
Al llegar al templo, el más joven dijo al otro monje:
- Tú bien sabes que se nos está prohibido tocar mujer alguna. ¿Por qué cargaste a aquella en el río?
- Yo dejé a la mujer a la otra orilla del río, tú todavía cargas con ella.
Anónimo.
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