HERBERT MULLIN. EL PSICOPATA QUE QUERÍA EVITAR TERREMOTOS.

Perpetrado por Oskarele

Hablábamos el otro día del perturbado asesino John Linley Frazier, responsable de cinco muertes en octubre de 1970, en la localidad de Santa Cruz, California. Decía que le hablaba Dios y que iba a liberar el planeta de los humanos que no cuidasen el medio ambiente. Pues bien, curiosamente, en aquella misma localidad, Santa Cruz, otra psicópata, Herbert William Mullin, asesinó, entre octubre de 1972 y febrero de 1973, a trece personas. Veamos quien fue. Y veremos también porque esta ciudad se convirtió, según las palabras de su Fiscal Jefe, en la “Capital mundial del crimen”.

Nació en el 47 y nada en la infancia de Mullin hacía prever su enfermizo comportamiento posterior, aunque él mismo, posteriormente, declararía que sus padres le maltrataban. Claro que también dijo que enviaban amenazas telepáticas a los otros niños para que no jugaran con él… pero la verdad parece ser otra, pues si tenía muchos amigos de pequeño y era “popular”, tanto que en el último año de High School fue elegido por sus compañeros como "el que más probabilidades tenía de llegar al éxito".

Pero poco tiempo después todo cambió: uno de sus mejores amigos falleció en un accidente de moto y esto afectó enormemente a Herbert. Se le fue la pinza y construyó en su cuarto un santuario dedicado a su amigo muerto. Años después dijo que durante un tiempo pensó que era homosexual, a pesar de tener novia desde tiempo antes.

Además, poco tiempo después, otro amigo, Jim Ganiera, le introdujo en el mundo de las drogas. Aun así estudió un curso de dos años de Ingeniería de Caminos. Y en 1967 asistió a otro sobre Religiones Orientales durante tres meses, durante los cuales, parece ser, se hinchó de LSD.

Todos estos factores, y alguno más, llevaron a que en 1969 sufriese su primer ataque de locura, ingresando en un hospital y diagnosticándosele una esquizofrenia paranoide.

Queda bajo tratamiento, pero no lo toma. Vagabundea un par de años por ahí, de los que poco se sabe (parece ser que estuvo internado en un par de centros mas), hasta que en 1972 regresa a casa de los padres, que buscan algún centro cercano donde pueda ser atendido… sin éxito.

Pero, curiosamente, por aquella época, el gobernador de California, un actor mediocre que acabará siendo presidente de los USA, Ronald Reagan, en un ensayo de economía ultraliberal, que años después llevaría a la práctica durante sus ocho años como líder del mundo civilizado, decidió cerrar todos los manicomios públicos para ahorrar pasta.

Esta medida, lógicamente, tuvo que ver con la explosión de crímenes psicopáticos en aquellos años setenta en California. Entre estos, precisamente, el caso que nos ocupa, pues los padres, por culpa de este Decreto Reagan, no pudieron internarlo en un psiquiátrico público ni tampoco tenían pasta para hacerlo en uno de pago.

Y el delirio absoluto estalló.

Se ve que había leído algo sobre la posibilidad de que California fuese asolada por grandes terremotos. En plena barrena psicológica llegó a la perturbadora conclusión de que para impedir aquellos terremotos tenía que llevar a cabo sacrificios humanos que la naturaleza le exigía. Hizo una regla de tres entre los trece años que hacía que no se producía un seísmo fuerte en Ca. y la guerra de Vietnam, donde, según su enferma visión, se habían producido tantos sacrificios que el ecosistema se había apaciguado.

Pero en octubre de 1972 la guerra estaba de capa caída, así que, temiendo que una catástrofe, decidió encargarse él mismo de realizar los sacrificios. Claro que a esto ayudaban las voces que oía en su interior, que le alentaban a salir y matar por el bien de California.

Así el 13 de octubre inició su terrible carrera criminal, asesinando con un bate de beisbol a un autoestopista. Le siguieron 12 muertes más, hasta que en febrero de 1973 fue detenido. 



Sin ánimo de ser explicito ni morboso, creo que necesario mencionar el segundo crimen: dos semanas después del primer asesinato “las voces” le ordenaron matar a otra autoestopista, Mary Guilfoyle, ya que el medio ambiente estaba siendo contaminado y ella podía resolver el gran terremoto que se acercaba. Después de asesinarla se la llevó a un bosque cercano, la desnudó, la destripó y extrajo algunos órganos para valorar el impacto que la contaminación estaba haciendo en las vísceras… para lo que decidió colgarlas en las ramas de un árbol.

Por cierto, uno de los que mató, Jim Ganiera, fue amigo suyo durante el instituto y fue, precisamente, el que lo introdujo en el mundo de las drogas. Mató a este y a su mujer. Pero también a una señora que vivía en la antigua casa de Ganiera, que le había facilitado la nueva dirección de éste. Y a sus dos hijos pequeños.

Aseguró que aquella mujer se había ofrecido como víctima, igual que a sus hijos.

Debido a que el esposo de esta señora estaba asociado con el narcotráfico, en un principio se considero las 5 muertes, como un ajuste de cuentas.

A comienzos de febrero de 1973, Herbert Mullin estaba de excursión por un parque natural de la zona, Santa Cruz. Allí se topó con cuatro adolescentes, a los que les dijo ser guardia forestal y los que pidió que se marchasen por la contaminación ambiental de la zona, a lo que se negaron. No lo tomaron en serio. Y al día siguiente volvió y los mató a todos.

Poco después fue capturado tras asesinar a su última víctima, un anciano de 72 años en plena calle.

Confesó todos los crímenes, aunque dijo que era una mera herramienta de las voces que le hablaban y defendió que el motivo era prevenir terremotos y que gracias a él no se habían producido…

La culpabilidad estaba clara. Faltaba decidir en el juicio si estaba sano y consciente de lo que hacía o si era un enfermo mental sin control de sí mismo. El caso es que algunos de los crímenes fueron premeditados, por eso fue declarado culpable de asesinato en primer grado en los casos de Jim Gianera, su colega drogata, y la nueva habitante de la casa de este, por ser premeditados, mientras que por las 8 restantes fueron declarados como asesinatos en segundo grado al ser asesinatos impulsivos.
Fue condenado a cadena perpetua.

El caso es por aquella misma época otro asesino en serie, otro desalmado bastardo, estaba causando estragos en el mismo estado, California, en la misma ciudad, Santa Cruz… la misma ciudad donde un par de años antes la había liado John Linley Frazier, el asesino ecologista del que hablamos en el artículo anterior.

Así el tercero de este brutal trió de asesinos asquerosos de Santa Cruz (Ca.) será el más conocido de todos. Ed Kemper, El asesino de las colegiala, del que hablaremos en el capitulo siguiente.

Ah, se me olvidaba, precisamente fue este caso el que provocó que Reagan tuviese que echarse atrás y volver a abrir los psiquiátricos públicos en California, ante la polémica suscitada por las muertes de Mullin…

Mas info y fuentes por aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Herbert_Mullin, aquí:http://escritoconsangre1.blogspot.com/2008/08/herbert-mullin-asesino-de-santa-cruz.html, aquí: http://www.trutv.com/library/crime/serial_killers/weird/mullin/earthquakes_4.html, aquí: http://deadsilence.wordpress.com/2006/10/16/herbert-mullin/.

2 comentarios:

  1. la mente humana conducida sin control es la derivante de enfermedades mentales ...muy triste todo ...aunque debemos tratar de no ser participe de contagio sobre actitudes humanas, ejemplos asi nos enseñana a tratar de cultivar nuestra mente y espiritu para llenarlo de lo mas claro ...de lo mas profundo... nuestra esencia humana ,amor ,paz, saviduria,claridad ....!!!

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  2. Precisamente el terremoto de San Francisco(Loma Prieta)¡mesiánico nombre para una falla! el 17 de Octubre de 1999(7,4)tuvo el epicentro en Santa Cruz.

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