ByOskarele
Pues ha llegado el momento: vamos a empezar con nuestro análisis del segundo libro de este controvertido autor, Zecharia Sitchin, tras el extenso estudio que hicimos de su primera y genial obra, “El duodécimo planeta” (aquí tenéis todas nuestras entregas al respecto)
En 1980, cuatro años después de que su primer libro de la colección “Las crónicas de la Tierra” saliese a la luz, convirtiéndose en un enorme éxito de ventas, Sitchin publicó la segunda entrega, titulada “The Stairway to Heaven” (La escalera al cielo), título que evoca irremediablemente a la genial canción de Led Zeppelin del mismo nombre.
Y el título le viene que ni pintado, pues en esta obra Sitchin deja un lado la historia y la cosmogonía sumeria (no demasiado al lado, todo sea dicho), para centrarse en otros temas paralelos, aunque íntimamente relacionados.
El leit motiv del libro es la búsqueda de la vida eterna que, casi siempre, ha estado relacionada con dos posibilidades: la búsqueda de un lugar físico, AQUÍ, en la Tierra, en el que existen, según las diferentes ideas que veremos más adelante, fuentes, ríos o manantiales que proporcionan al que bebe sus aguas, o al que come los frutos de los arboles regados con las mismas, una eterna juventud, un no-envejecer, una vida eterna… se trata de las conocidas leyendas de la Fuente de la Vida (o del Árbol de la Vida).
La otra posibilidad que se han planteado los hombres (por lo menos algunos) para conseguir la vida eterna era viajar al lugar de donde los dioses venían, pues los humanos pensaban que aquellos dioses extraterrestres parecían vivir eternamente, y esto se debía a que en su planeta (siempre según Sitchin, que conste), tenían algún tipo de producto (alimento, agua…) que les hacia vivir por los siglos de los siglos. Esta opción está íntimamente relacionada con la idea arquetípica de la Escalera al Cielo, entendida, claro está, desde la perspectiva de nuestro autor, que considera que esa escalera era real, y que era la representación de los lugares en los que dioses extraterrestres se subían a sus navecicas espaciales.
Así, este libro, trata de analizar las diferentes leyendas y tentativas de los humanos para ascender a los cielos o encontrar un sagrado lugar en nuestro planeta donde vivir eternamente, al igual que aquellos dioses “from outer space”, en pos de la inmortalidad.
En su recorrido por estas leyendas diversas pasaremos por las complicadas movidas que tenían que hacer los faraones de Egipto para llegar al Duat y acceder a la Ruta de los Dioses hacia el eterno Más Allá; por las aventuras de aquel rey de Uruk llamado Gilgamesh que viajó a tierras remotas tratando de “escalar hacia el cielo” y eludir así su destino de mortal; por los avatares del rey macedonio Alejandro Magno, que creía ser hijo de un Dios y, por lo tanto, con derecho a la vida eterna; por Ponce de León que exploró Florida en busca de la legendaria “Fuente de la Juventud” o Cristóbal Colón que iba buscando lo mismo; por los patriarcas judíos que ascendieron a los cielos, como Enoc o Ezequiel... para llegar finalmente al porque de la construcción de las Pirámides de Gizeh…
Y en el camino iremos descubriendo mogollón de curiosidades históricas e iremos completando la información que aporte Sitchin con otras movidas, para hacer más comprensible sus ideas, así como para ponerlas en tela de juicio, cuando haya que hacerlo, siempre desde la perspectiva de que es él, Sitchin, el que habla, y de que nosotros, simplemente, nos dedicamos a compartir su genial y didáctica obra (lo que no quiere decir que tenga razón en todo lo que dice, ni siquiera que tenga algo de razón, que conste)
Espero que os guste esta apasionante saga y que la toméis sin prejuicios, ni desde una perspectiva ortodoxa y académica (en la que prácticamente todo Sitchin cae por su peso), ni desde un punto de vista crédulo y seguidista… sacad cada uno vuestras propias conclusiones y sed críticos con todo, sobre todo con nosotros…
P.D. El libro lo podéis comprar en cualquier librería o en cualquier tienda online (por ejemplo esta), pero, como estamos en crisis y las economías domésticas están reguleras, os dejo un enlace en el que se puede descargar gratuitamente...
Pero no se lo digáis a Ramoncín…
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