VALLE-INCLÁN


Perpetrado por Oskarele

La vida de Ramón José Simón Valle Peña, escritor español conocido universalmente como Ramón María del Valle-Inclán fue realmente agitada. Y su obra una de las mas maravillosas y sensacionales de nuestras letras. Miembro de la Generación del 98, de la que estamos hablando los últimos días, fue un personaje peculiar, genial y digno de conocer. A ello vamos…

Gallego. De Vilanova de Arousa, provincia de Pontevedra. Aunque siempre afirmó que había nacido en un barco en mitad de la ría cercana. Nace en 1866, segundo hijo de un marinero aficionado a la escritura o de un escritor que se dedicaba a pescar. Tanto éste como su madre tenían ciertos títulos nobiliarios, pero ahora ejercían de hidalgos, venidos a menos. Tres nombres le pusieron al bautizarlo, Ramón, José y Simón.

Tuvo una infancia holgada, económicamente hablando. Estudio en Santiago de chiquitillo y en Pontevedra en el instituto, hasta 1885, cuando termina, con 19 tacos. Pero no mostró nunca demasiado interés por el estudio, a pesar de que fue aprobando. Por culpa quizá del empeño paterno comienza a estudiar Derecho en la Universidad de Santiago, con resultados mediocres. Esta experiencia le sirvió para contactar con el interesante mundo estudiantil, pasando más tiempos en los cafés y en las bibliotecas que en las aulas. En 1888 se matriculó en “Dibujo y adorno de figura” en la Escuela de Artes y Oficios. Ramón se hizo pronto uno de los estudiantes más populares de la Universidad.

Y comienza a escribir, publicando alguna cosilla que otra.
En octubre de 1890 palma su padre. Con 22 años decide dejar sus estudios de derecho. No dispone de mucho dinero pues la herencia ha sido algo pobre. Así que se va a los madriles, donde pasará dos años. Allí frecuenta los abundantes cafés de la Puerta del Sol, lugar de tertulia habitual, en las que participa de forma expresiva y donde se hará conocer por lo duro e irreductible de sus opiniones y por acento gracioso gallego.


En Madrid comenzará a colaborar en la prensa, publicando algunos artículos y cuentos en periódicos como El Globo o La Ilustración Ibérica. Pero no consigue un sustento económico estable, por lo que toma una decisión radical: se pira a México, un 12 de marzo de 1892. Allí también escribirá en prensa, aunque también curra como traductor de textos italianos y franceses, idiomas que dominaba regularmente.

Parece ser que se vio implicado en un duelo con un redactor de un periódico, así como en una fuerte pelea en Veracruz. Además comienza a interesarse por la política mexicana.

Pero como tampoco consigue ganarse la vida, decide marcharse de nuevo, yéndose en esta ocasión a Cuba, donde estará unas semanas, hasta que en la primavera de 1893 regresa a España.

Su aspecto físico había cambiado: lleva una larga barba y melenas. Además lleva una peculiar indumentaria: una capa (al principio un poncho mexicano), chalina y sombrero… Estaba hecho un autentico dandy. Por esta época es cuando conoce la obra del poeta italiano Gabriele D'Annunzio, que ejercerá una fuerte influencia sobre él. Permanecería en Pontevedra hasta 1896, donde publica su primer libro, una colección de relatos amorosos titulado “Femeninas” (1894). Además ya firma como Ramón de Valle Inclán.

Y de nuevo se va pa Madrid.

Añoraba sus tertulias. Aquellos cafés ( el Fornos, el Suizo, el Gijón) serán su autentica escuela. Ahora conocerá a otros grandes tertulianos, como Pío Baroja, Azorín, Jacinto Benavente… todos escritores como él. Se hará famoso por su virtuosa dialéctica y por su capacidad para monopolizar las conversaciones y por defender sus argumentos con ingenio y pasión.

Eso si, de trabajar lo justo. De ahí una precarísima situación económica.

Existe una curiosa anécdota de esta época: parecer ser que un día iba paseando por la castiza calle Carrera de San Jeronimo, cuando se encontró con Unamuno y Baroja. Fue el encuentro de tres genios, pero de tres genios hostiles entres si en lo que se refiere a teorías literarias y en cosas del ego. Pues bien, se dice que no estuvieron ni ochenta pasos andando juntos antes de comenzasen a insultarse y gritarse.

En 1897 publica su segundo libro, “Epitalamio (Historias de amores)”. Se vende mal. Por esta época, en 1899, pierde un brazo por culpa de una herida casual durante una discusión tertuliana (hablamos de esto hace poco en nuestra sección de CURIOSIDADES). Tenía 33 años y solo un brazo.

Ese mismo año estrena “Cenizas: Drama en tres actos”, su primera obra teatral. Además publica en varias revistas literarias y en prensa.

A partir de 1902 publica las “Sonatas”: en 1902, Sonata de otoño, en 1903 Sonata de estío, en 1904 Sonata de primavera y, por último, en 1905 Sonata de invierno. En ellas aparece su personaje el Marqués de Bradomín, su particular alter ego.

Su carrera literaria esta disparada. Y por aquella misma época, en 1907, se casa con Josefina Blanco, con la que tendrá seis hijos. La situación económica había mejorado algo gracias al éxito de las Sonatas. Y por estos años comienza a asistir al famoso Café de Levante.

Por esta época la Generación del 98 ya comienza a trabajar coordinada en diversas actividades creativas, cada uno de sus componentes se conocen e intercambian ideas en sus reuniones en los diferentes cafés madrileños de la época.

Su mujer, actriz de teatro, viaja a Argentina para trabajar en 1910, y nuestro protagonista se fue con ella, en calidad de director artístico. En la misma gira visitan también Chile, Paraguay, Uruguay y Bolivia. De regreso a España, seguirá estrenando obras de teatro, como “Voces de gesta”, de 1911 y “La marquesa Rosalinda”, de 1913. Por esta época se muda junto a su familia a su tierra, Galicia.

En 1915 escribe al rey solicitando la rehabilitación de los títulos de marquesado del Valle, vizcondado de Vieixin y señorío del Caramiñal. Ni puto caso. Por otro lado las noticias de la incipiente guerra europea lo van rodeando poco a poco, y la pugna llega a las calles de Madrid dividiendo opiniones. Ramón toma parte desde el principio por el bando aliado. Esto provocó que fuera invitado por el gobierno francés a visitar los frentes de guerra, de lo que dará testimonio en numerosas cartas y en alguna obra, como “Visión estelar de la medianoche”

A su regreso del frente, publica “La lámpara maravillosa”, una de sus obras maestras, un extraño libro sobre el hecho literario muy influido por el ocultismo de autores como Mario Roso de Luna y Helena Blavatsky.

Pero los años no pasan en vano, y la salud comienza a fallarle.


Pero aun así sigue creando. Y pos esta época hace su creación máxima, el “Esperpento”, palabra que utiliza por primera vez para referirse a su obra en 1920. Estará formado por “Luces de bohemia” (1920 y 1924) y el volumen titulado “Martes de Carnaval” (1930). El esperpento, más que un género literario, es una nueva forma de ver el mundo, ya que deforma y distorsiona la realidad para presentarnos la imagen real que se oculta tras ella.

Para ello utiliza la parodia, humaniza los objetos y los animales y animaliza o cosifica a los humanos.
Al año siguiente, 1921, vuelve a México, invitado personalmente por el presidente de la República con motivo de la celebración de la independencia de México.

A su regreso, en 1922, se establece de nuevo en Madrid, donde se seguirá relacionando con el ambiente bohemio, con las tertulias y con el teatro experimental.

A finales de 1926 edita la que algunos consideran su obra maestra narrativa, la novela “Tirano Banderas”, donde es patente la huella de su todavía reciente viaje al México revolucionario. En 1927 inicia la publicación de un ambicioso proyecto narrativo, “El ruedo ibérico”, que, de forma semejante a los “Episodios Nacionales” de Galdós, pretende narrar la historia de España desde el reinado de su detestada Isabel II hasta la época contemporánea al autor.

Únicamente llegó a escribir tres novelas de este proyecto: “La corte de los milagros” (1927), “Viva mi dueño” (1928) y “Baza de espadas” (1932).

Desde 1924 muestra su oposición a la dictadura de Primo de Rivera. Se convierte en un personaje incomodo para el régimen. En el 27 participa en la creación de la Alianza Republicana. Al año siguiente firma un contrato cuantioso con una editorial.

Con el estallido de la República, en 1931, se muestra públicamente republicano, e incluso se presenta a diputado por La Coruña en las listas del Partido Radical de Alejandro Lerroux, aunque no sale elegido.

Cuenta sesenta años de edad.

En 1932, el gobierno de la República lo nombra conservador del Patrimonio Artístico Nacional y director del Museo de Aranjuez, pero, por desavenencias con su superior, dimite al poco tiempo.

Elegido presidente del Ateneo de Madrid, dimite también.
Ese mismo año se divorcia de su esposa, la actriz Josefina Blanco.

En marzo de 1935 se retiró a Santiago de Compostela. Vive en la mas absoluta pobreza.

El 5 de enero del año 1936, víspera de Reyes, tras negarse a recibir auxilio religioso Valle Inclán muere. Cáncer terminal de vejiga.

Fue sepultado al día siguiente, en una ceremonia civil y en humilde féretro sin esquelas.

Tal y como dispuso días antes de su muerte, en el que precisó que: "No quiero a mi lado ni cura discreto, ni fraile humilde, ni jesuita sabiondo".

Mas info y fuentes por aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Ram%C3%B3n_​Mar%C3%ADa_del_Valle-Incl%C3%A1n, aquí: http://www.amigosdevalle.com/index.html, aquí: http://www.amigosdevalle.com/biografia_v​alle-inclan.html, aquí: http://www.auladeletras.net/valle-inclan​/valle.htm, aquí: http://www.amigosdevalle.com/album_fotog​rafico.html.

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