Debiéramos avergonzarnos de descansar o de disponer de una comida completa mientras haya un hombre o una mujer físicamente aptos sin trabajo o sin alimento. Le es permitido al mundo reírse de mí porque me desprendo de toda propiedad. Para mí ese desprendimiento ha sido una ganancia positiva. Por lo tanto acaso sería válido afirmar que aunque predico la pobreza soy un hombre rico. Nadie ha sugerido nunca que el opresor pauperismo pueda conducir a algo que no sea la degradación moral. Aun en un mundo más perfecto fracasaríamos en el intento de evitar las desigualdades, pero podemos y debemos evitar la rivalidad y la amargura. La idea de la guerra de clases no me atrae. Quienes hablan de la guerra de clases como de algo inevitable no han comprendido las implicaciones de la no violencia o las han comprendido sólo a flor de piel. No puede terminarse con la explotación del pobre por medio de la destrucción de unos cuantos millonarios, sino eliminando la ignorancia del pobre y enseñándole a no cooperar con sus explotadores. Esto también convertirá a los mismos explotadores. El capital en sí mismo no es un mal; lo que está mal es su uso injusto. El capital, de una u otra manera, siempre será necesario. El absoluto renunciamiento a todas las posesiones personales es algo que muy pocos, inclusive entre la gente común, son capaces de poner en práctica. Todo cuanto legítimamente puede esperarse de la clase acaudalada se reduce a que conserve su riqueza y su talento… y los use para servir a la sociedad.
Mahatma Gandhi
Fuente:
www.elhistoriador.com.ar
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