"Amaos los unos a los otros, pero no atéis al amor, y dejadle que sea como un mar ondulante entre las playas de vuestras almas. Cantad y danzad juntos, alegraos, pero que cada uno de vosotros esté solo; juntos como las cuerdas de la cítara, cada una sola, pero sacando todas la misma melodía.
Y estad juntos, en pie, mas no demasiado cerca, pues las columnas del templo se alzan separadas, y el ciprés y la encina no crecen a la sombra uno del otro".
Fragmento El profeta, K.Gibrán.
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