AUN HAY CABALLEROS.


Algunos grillos macho protegen las vidas de sus compañeras de apareamiento, arriesgando la suya propia. En concreto, cuando un peligro acecha, los machos dejan a las “damas” acceder primero al interior de la madriguera aunque esto implique un aumento del riesgo de ser comido. A estas conclusiones ha llegado un grupo de científicos del Reino Unido gracias a filmaciones realizadas con video infrarrojo de una población silvestre de grillos de campo.

"Solemos pensar que el comportamiento 'caballeroso' es exclusivo de los seres humanos o de mamíferos estrechamente relacionados, y que va unido de alguna manera a la educación, la inteligencia, o al afecto", explica Rolando Rodríguez Muñoz, de la Universidad de Exeter (Reino Unido). "Sin embargo, hemos demostrado que incluso los machos de pequeños insectos pueden ser galantes, ofreciendo protección a sus parejas".

Mediante el marcado de los insectos y la señalización de su genotipo individual en la naturaleza, en el nuevo estudio los científicos descubrieron que los grillos machos y hembras solitarios sufren tasas similares de depredación, pero que cuando son atacados en pareja las posibilidades de la hembra de sobrevivir aumentan y las del macho disminuyen. No obstante, en compensación por su conducta “caballerosa”, los machos emparejados se aparean con más frecuencia y tienen más descendencia.

Los resultados, publicados en la revista Current Biology, son contrarios a la interpretación habitual de que los machos custodian a las hembras después de la cópula para impedir que se apareen con sus rivales. “La protección de la pareja evolucionó en un contexto de cooperación”, concluyen los investigadores.

Un dato digno de un récord Guiness: Un grillo típico de las regiones alpinas, según los investigadores de las universidades suizas de Derby y Ginebra, es capaz de copular cada 18 segundos.
A veces su excitación es tan grande que hiere a la pareja. El macho captura con sus patas a una hembra que pase cerca y copula con ella. A los 18 segundos ya está listo para otra aventura sexual.
El hallazgo ha despertado interés entre los biólogos, pues este grillo es diferente al común, que utiliza el cortejo, mientras el alpino no se detiene en esos asuntos.


Fuente: Muy interesante.

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