SEMBRANDO CON FILOSOFIA.
Masanobu Fukuoka fue un agricultor y biólogo japonés que un día decidió abandonarlo todo para trabajar con la naturaleza de un modo totalmente diferente.
Entre sus obras se cuentan: “La Revolución de una Brizna de Paja” y “La Senda natural del Cultivo” en donde propone un estilo de agricultura que es llamada agricultura natural.
Fukuoka decidió sembrar en su parcela con la menor intervención posible (casi que sin hacer nada): sin arar, sin abonos, sin podar los árboles, sin eliminar las llamadas malas hierba o maleza y sin utilizar fertilizantes y claro con una filosofía respetuosa con la madre naturaleza.
A sus 25 años de edad, entró en una profunda crisis existencial que lo llevó a cuestionar radicalmente el sentido de su vida, descubrió entonces que “La gente en su mayoría ya no es completamente humana y que la Naturaleza en gran parte ya no es completamente natural”.
Su sistema se basa en respetar, y potenciar los ciclos naturales, de manera que éstos aseguran una mejor calidad del crecimiento de las plantas, logrando una producción mayor en sus cultivos de arroz, verdura y frutales, así como una tierra totalmente fértil y sostenible en el tiempo.
Fukuoka fue el maestro inspirador de Bill Mollison, creador de la permacultura, movimiento que integra la vivienda y el paisaje, produciendo menos desechos, para la creación de sistemas agrícolas estables.
Uno de sus trucos es utilizar bolitas de barro con semilla, para evitar que los pájaros y ratones se coman sus semillas, luego la lluvia o riego hará germinar las semillas, así se siembran vegetales entre otras plantas, hierbas o árboles, como si fueran especies silvestres.
Otro truco es usar paja como acolchado en los campos para conservar la humedad del suelo y generar un compost de modo natural.
Principios de trabajo:
-No arar: de esta forma se mantiene la estructura y composición del suelo con sus características óptimas de humedad y micronutrientes
-No usar abonos ni fertilizantes: mediante la interacción de los diferentes elementos botánicos, animales y minerales del suelo, la fertilidad del terreno de cultivo se regenera como en cualquier ecosistema no domesticado.
-No eliminar malas hierbas ni usar herbicidas: éstos destruyen los nutrientes y microorganismos del suelo, y sólo se justifican en monocultivos. Pero Fukuoka propone una interacción de plantas que enriquece y controla la biodiversidad de un suelo.
-No usar pesticidas: también matan la riqueza natural del suelo. La presencia de insectos puede equilibrarse en un cultivo.
-No podar: dejar a las plantas seguir su curso natural.
-Bolas de arcilla (Nendo Dango).
En Grecia Fukuoka ha llevo a cabo un proyecto de reverdecer una extensa zona de 10.000 hectáreas desérticas con la ayuda de 500 voluntarios y esparciendo por doquier sus bolitas de arcilla. Se utilizaron 70 toneladas de arcilla y 12 toneladas de semillas, 3 toneladas de papel de periódicos.
En 1988 Fukuoka recibió el Premio Ramon Magsaysay por su Servicio Publico, que es el equivalente asiático al Premio Nobel. En el año 2008 murio el gran maestro que ha inspirado durante casi 100 años a millones de personas, con su propuesta de agricultura natural y la aplicación de su filosofía del No hacer.
Luego de su muerte, el gobierno chino ha adoptado la técnica ideada por Fukuoka para repoblar extensas regiones azotadas por la erosión y la desertización que se originaron debido a las malas prácticas de la agricultura y la ganadería.
Informacion extraída de yalosabes.com.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario