D. W. GRIFFITH. EL PADRE DEL CINE. PARTE 1


Perpetrado por Oskarele

“Nunca he odiado realmente a Hollywood a no ser por el trato que dio a David Wark Griffith. Ninguna ciudad, ninguna industria, ninguna profesión ni forma de arte deben tanto a un solo hombre. Todo director que lo ha seguido no ha hecho más que eso: seguirlo. Hizo el primer close-up y movió la cámara por primera vez. Pero fue más que un padre fundador y que un pionero, ya que sus obras perduran con sus innovaciones. Las películas de Griffith están hoy mucho menos viejas que hace un cuarto de siglo.”
Orson Welles.

En alguna ocasión se ha dicho que el arte cinematográfica había nacido en los Estados Unidos gracias a cinco hombres: Edwin S. Porter (del que ya hemos hablado), D. W. Griffith, Mack Sennett, Thomas H. Ince y Cecil B. De Mille.

En parte es cierto, pues hay que recordar que en aquella época los productores de cine, de los que hemos hablado en los artículos anteriores, eran, en la mayoría de los casos, los auténticos creadores de las películas. Aun no existía el concepto de autor cinematográfico, entendido como el director que generalmente revisa todos los aspectos de la obra, desde el guion, a la fotografía  y el montaje (aunque no los haga él mismo). En aquella época el director de cine no era más que un trabajador más, encargado simplemente de rodar la película. Pero eso cambió precisamente con estos nombres (aunque la figura del director artesano o del director de encargo persiste hasta nuestros días, incluso)


De esos cinco nombres mencionados, sin duda, el más grande y el más importante es David Wark Griffith, el que más se acerca a lo que podríamos considerar como “genio” o como “autor”, con todo lo que esto conlleva de desmedido, megalómano y adelantado a su tiempo. Vamos a ver quién era este señor y cuál fue su aportación (impresionante) al mundo del cine.

Griffith nació en un pueblo llamado La Grange, en una zona rural del estado de Kentucky, en 1875, en el seno de una familia de ascendencia irlandesa, educándose según los valores característicos de aquel sur racista, cristiano y conservador. Su padre, Jacob Wark Griffith, había abandonado la carrera de medicina para unirse al ejército norteamericano en la guerra contra México. Se casa en 1848 con Mary Perkins Oglesby, tiene dos hijas y dos hijos y participa en la Guerra de Secesión (1861), donde es herido en batalla. Miseria, tradición, rencor por la derrota surista, ruina económica y emocional… factores que influirán en su carrera posterior, como mas adelante veremos.

Su padre sería elegido en 1877 para dirigir la Asamblea General del estado de Kentucky, a la vez que organiza ciclos de lectura sobre Shakespeare y la biblia. En 1885 fallece, dejando una familia desamparada y arruinada, que debe marcharse a Louisville en busca de fortuna. El joven David tenía solo diez años, y por esa época aprendió a escribir gracias a su hermana mayor, Mattie, que le enseña en sus horas libres.

A una pronto edad se ve obligado a buscarse la vida, trabajando en algunas tiendas, vendiendo enciclopedias, a la vez que, por otro lado, comienza  a escribir poemas y pequeñas obras teatrales, así como algunas entrevistas y artículos periodísticos que publica en el “Louisville Courier Journal”. Quería ser escritor, pero también le interesaba el teatro y la interpretación, comenzando a hacer sus pinitos como aficionado (cosa que a su madre le molestaba enormemente). Pero sigue erre que erre y en 1897 ingresa como actor en la compañía teatral Meffer Stock, utilizando el seudónimo de Lawrence Griffith. Se pasará diez años recorriendo el país con esta compañía, sin dejar nunca de escribir.


En 1906 conoce a una joven actriz, Linda Arvidson Johnson, con quien se casará en Boston, el 14 de mayo de ese mismo año, instalándose en Nueva York, donde logra un trabajo en la construcción del tren subterráneo, mientras continua escribiendo piezas de teatro, que, lamentablemente, no logran el interés de ningún productor (Una de sus obras, A Fool and a Girl, se producirá en Washington, resultando un enorme fracaso.). Arruinadicos, se ven obligados a marcharse a Virginia.

Por aquella época el cine americano esta despuntando y destaca un nombre, Edwin S. Porter, que en 1903 había dirigido “The Great Train Robbery”. Griffith decide visitarlo, ofreciéndole uno de sus escritos para ver si lo quería rodar. Pero es rechazado. En cambio, Porter le da un empleo como actor en su película de 1907 “Rescued From an Eagle's Nest” (Rescatado del Nido de un Águila), donde actuará con su seudónimo teatral, Lawrence Griffith,  por cinco dólares diarios.

Aqui la teneis:




Al ver que en la Edison Co. no puede vender sus historias, Griffith va a los Estudios Biograph, en Nueva York. Ese mismo año, 1897, había comenzado la famosa guerra de las patentes de exhibición de la que también hemos hablado. La Biograph era la gran rival de Edison, pero casi todos sus empleados eran robados sistemáticamente por el magnate. Así que le ofrecen un puesto como realizador en 1908 (después de aclarar que si su trabajo como director no era bueno, volvería a su labor como guionista).

Pero claro, Griffith no tenía ni idea de ese oficio, contando para hacerse con el timón con la ayuda de dos personas que le acompañaran durante años: eran dos cámaras de la Biograph, Arthur Marvin, el autentico maestro de Griffith en la técnica, además de director de fotografía  en sus primeros veinte filmes. Curiosamente, este tipo murió en el Titanic… y Gottlieb Wilhelm Billy Bitzer, con el que trabajará hasta 1929.


Su primera película, de 1908, será “The adventures of Dollie” (Las aventuras de Dollie)



La Biograph (como casi todas las demás productoras del momento), no tenía demasiadas intenciones artísticas con sus obras: hacían un par de pelis por semana, sin demasiado esfuerzo ni por innovar ni por avanzar en ese incipiente arte. Era prácticamente teatro firmado, sin movimientos de cámaras, en dos dimensiones, con guiones ridículos… pero Griffith desde el principio comenzó a cambiar aquello: utilizaba temas variados: recurre a Tennyson, Tolstoi, Maupassant, Poe; de la novela popular a las historias policiacas, además de los sucesos históricos que le atraían enormemente. 

Pero el mayor logro de estos años en la Biograph (cinco en total estuvo) fue asimilar los experimentos que otras escuelas y directores estaban ya empleando, creando un sistema de “sintaxis” cinematográfico que se convertiría con los años en el “lenguaje” del cine. Ya en su primera película, “The Adventures of Dolly” (1908) utilizó el flash-back. En  “For Love and Gold” (1908), fragmenta las escenas con planos cerrados sobre sus actores, y en “The Lonely Villa” (1909) introduce uno de sus hallazgos más importantes: "la salvación en el último minuto"  que consiste en unir acciones paralelas, aumentando la tensión dramática y el ritmo del montaje. Muchos de estos hallazgos, como el flashback, el primer plano o el travelling, efectivamente no fueron suyos, pero el fue el que los integró en un corpus estructural que serviría para narrar las historias más efectivamente, hacerlas más comprensibles para el espectador y lograr que este se emocionase, asustase, llorase con sus películas.



Por otro lado, estos cinco años que estuvo en la Biograph le valieron, aparte de para coger experiencia y rodaje con los rodajes, para descubrir a muchas estrellas de la naciente industria fílmica norteamericana: las hermanas Lillian y Dorothy Gish (que debutan con él en “The Musketeers of Pig Alley”, de 1912), Mae Marsh, Blanche Sweet, Michael Sinnott, (cómico canadiense imitador de Max Linder, mejor conocido como Mack Sennett) y, por encima de todos, una niña que debuto a los 16 años bajo sus órdenes (en “The Violin Maker of Cremona”, de 1909), llamada Gladys Mary Smith, con el nombre artístico de Mary Pickford. Se convertirá en La novia de América; una niña adorable que escondía a la astuta mujer de negocios que sería años después.


 En 1911, Griffith firma su tercer y último contrato con la Biograph. Ese mismo año se separa de su mujer, Linda Arvidson. En ese año, realizó para Biograph la enorme cantidad de 288 películas de no más de dos rollos de duración.

En 1913, Griffith rodará sus últimas películas para la Biograph: “The Baffle of Elderbush Gulch” y “Judifh of Betulia”, primer largometraje del cine norteamericano y una obra claramente influenciada por los filmes italianos del Colosalismo.



El contrato con Biograph expira en octubre de 1913, y con Griffith se marchan las hermanas Gish, Mae Marsh, Blanche Sweet y el fotógrafo Billy Bitzer.

Había realizado más de 500 películas hasta entonces (aunque casi todas cortometrajes de un solo rollo)… cuando en 1915 llegó “El nacimiento de una nación”… y el cine cambió.

Aqui os dejo estas dos ultimas peliculas citadas:



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