“SE ARMO LA DE SAN QUINTIN”

(B)

Digamos, se armó un flor de lío…pero, de dónde viene esa expresión?

La Batalla de San Quintín fue un enfrentamiento bélico entre las coronas francesa y española que tuvo lugar el 10 de agosto de 1557.
Los ejércitos participantes en el conflicto fueron las fuerzas españolas, bajo el mando de Manuel Filiberto, duque de Saboya, y las tropas francesas, con Gaspar de Coligny a la cabeza.
El Reino de Borgoña fue herencia que Felipe II recibió al dividirse el imperio de Carlos V, y que, tras la ocupación francesa, Felipe II decidió invadir Francia.
A finales de julio, el duque de Saboya, que estaba al mando del contingente, hizo creer a los franceses que se dirigiría a Guisa, previo pasar por Champagne, lo que llevó a un error estratégico por parte de Francia, pues lo que hizo el comandante español fue dirigirse hacia el camino de San Quintín (Saint-Quentin), localidad situada a orillas del río Somme.
El 10 de agosto, fecha crucial en que se recuerda la Batalla de San Quintín, Montmorency, el sobrino del Almirante Coligny, tenía pensado entrar a la ciudad cruzando el río Somme. Por un error de táctica militar, los españoles les sorprendieron y les derrotaron en pleno cruce.
Tras una cruenta lucha que causó una baja de 6.000 franceses, y también se cobró la vida de muchos españoles, Felipe II mandó construir el Monasterio de San Lorenzo en El Escorial, nombre acuñado en virtud del día conmemorativo del Santo en que fue ganada la batalla.
El sufrimiento de ambos bandos durante el combate dio lugar a la conocida frase “Se armó la de San Quintín”.

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