SINDROME DE MÜNCHAUSEN
Perpetrado por Oskarele
El síndrome de Münchausen es un trastorno psiquiátrico bastante jodido que consiste en que el paciente inventa o finge dolencias, llegando incluso a provocárselas a si mismo, para llamar la atención de la familia y los médicos y ser tratado como un enfermo. Una variedad extrema es aquella en la que un adulto provoca o finge las enfermedades sobre un niño a su cargo, generalmente sus propios hijos, siendo más común de lo que parece.
Hay que diferenciarlo de la hipocondría (creencia maniática de que se está enfermo) o de la simulación simple para obtener beneficio de una enfermedad supuesta. En estos casos el paciente quiere ser tratado como un enfermo.
Cuando se da la segunda variedad, denominada “Síndrome de Münchausen con poder”, generalmente, está protagonizada por madres que simulan síntomas de enfermedad en sus hijos, añadiendo sangre a su orina o heces, dejando de alimentarlo, falsificando fiebres, administrando sustancias para inducir vómitos o diarrea… con ello consigue que el niño sea atendido por los médicos y que se realicen pruebas y movidas, totalmente innecesarias. Sus visitas frecuentes al hospital también le dan fácil acceso para poder inducir más síntomas.
En estos casos el adulto tiene graves problemas psicológicos, ya que está dispuesto a dañar a su propio hijo para satisfacer un deseo irracional, con el objetivo último de llamar la atención apareciendo como víctimas. En muchos casos acaban cargándose a sus propios hijos.
En muchos casos, los niños que son a menudo víctimas de este síndrome conspiran con sus madres confirmando las historias más improbables incluso sobre sus historias médicas, a veces por el miedo de contradecir a sus madres y otros debido a la persuasión de las mismas. Algunos de estos niños creen que ellos están muy enfermos, con un desorden misterioso que los doctores no pueden deducir.
En otros casos, el niño es consciente que la explicación de la madre es improbable, pero no habla, por miedo a la venganza de la madre o que nadie les creerá.
En el hospital infantil Children's Health Care de Scottish Rite, Atlanta, los doctores no lograban encontrar respuesta para los repetidos ingresos en el centro de niños con inexplicables enfermedades crónicas. El doctor David Hall, director del estudio, decidió hace cuatro años, instalar cámaras ocultas en 41 habitaciones con casos sospechosos. Había por ejemplo niños que padecían infecciones bacterianas que durante meses eran resistentes a cualquier tratamiento. Las cámaras revelaron que la causa era la orina que sus madres les inyectaban a través de los catéteres intravenosos por los que les administraban los medicamentos. La edad promedio de los niños era de 2 a 3 años, y de no haber sido por las cámaras ocultas muchos podrían haber muerto. En varias ocasiones, el equipo que controlaba los vídeos alertó a las enfermeras para que entraran en las habitaciones. Las madres paraban lo que estaban haciendo.
El término “síndrome de Munchausen” surgió en los años cincuenta para describir en primer lugar a los adultos que inventaban enfermedades para ser tratados como enfermos y recibir tratamientos totalmente innecesarios y, sobre todo, atención constante y la celebridad de tener una enfermedad rara o desconocida. El nombre viene de aquel famoso Barón de Münchhausen, que fue un mercenario militar de la región de la Baja Sajonia, conocido por los cuentos de ficción y mentiras sobre fantásticos viajes.
Poco después se extendió el término a los casos mencionados de progenitores que fingen la enfermedad de sus hijos.
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