NOSOTROS. PINTANDO PAREDES. ALTAMIRA, PARTE 2


Perpetrado por Oskarele

“Después de Altamira, todo es decadencia”. Pablo Picasso.

Ciento cincuenta siglos antes de su descubrimiento en 1879, unos cuantos Homo sapiens, diestros en la realización de pinturas rupestres desde unos milenios atrás, decidieron realizar unas complejísimas pinturas en esta cueva cántabra. El motivo nunca lo sabremos, pero si podemos plantear que la dificultad de su realización fue tal que seguro va mas allá de una mera función decorativa.

Vamos a ver un poco como es esta famosa cueva:


La cueva se extiende a lo largo de unos 300 metros y presenta una estructura sencilla formada por una galería con escasas ramificaciones. La entrada actual está situada en el mismo lugar que la primitiva, cuando estuvo habitada (posiblemente desde hace unos 18.000 años), y da acceso a lo que se conoce como El Vestíbulo, en el que habitaban aquellos Sapiens venidos de quien sabe dónde. Allí se han encontrado restos arqueológicos, catalogados (que manía de catalogar) como solutrenses y magdalenienses (de entre 18.500 y 13.000 años de antigüedad).

Al ladico de este vestíbulo se encuentra la conocidísima Gran Sala de los Policromos, con numerosas representaciones artísticas en el techo, hecho sumamente inusual en las obras pictóricas de este periodo, que, de manera preferente, solían usar las paredes de las cuevas. Se trata de una espaciosa sala de 23 metros de longitud máxima por 11 de anchura. El techo es de piedra caliza, color ocre y textura porosa y muy agrietado, además la altura va variando, desde los dos metros de la entrada hasta los 60 cm de la parte más baja.

En esta sala, conocida como “la Capilla Sixtina de la prehistoria”, encontramos una gran cantidad de animales dibujados: bisontes, bóvidos, caballos, dos posibles megaceros (una especie de ciervo gigante extinguido)… así como algunas figuras antropomorfas (aunque no representaciones claras de humanos)  pero también unos grandes signos rojos cuyo significado se desconoce y algunas manos negras. Muchas de las pinturas se han perdido por la acción de los años y del agua. Además hay numerosos grabados.



El conjunto de bisontes policromos es lo que más destaca de esta “Capilla sixtina”, posiblemente creación de un mismo autor (o autores), compuesto por 29 ejemplares de hasta 180 cm de largo, trazados con una seguridad y firmeza asombrosas, aprovechando salientes y grietas naturales, y realizándolas con una habilidad enorme, pues en muchas ocasiones las tuvo que realizar de rodillas e incluso prácticamente acostado. Además, con luz artificial (posiblemente lámparas de tuétano, que dan una luz intensa y limpia y no ennegrecen las paredes), pues apenas llegaba luz en la antigüedad (a pesar de que la entrada era más ancha). A pesar de hacerlos de diferentes tamaños, las proporciones son siempre exactas, incluso, a pesar de tener posturas diferentes. Las cabezas están especialmente tratadas, así como las pezuñas. Son increíblemente realistas, a pesar de que, lógicamente, los hacían de memoria.

Técnicamente combina tres estilos: grabado, dibujo y pintura, además, en ese orden. Grababa con un buril, dibujaba en negro, obtenido de carbón vegetal (que ha permitido datar la obra mediante carbono 14), y por ultimo introducía el color, a base de oxido de hierro y agua. El oxido al humedecerse torna en rojo vivo, y se aplicaba con manos o con algún tipo de pincel. En otros sitios emplearan tintes amarillos y ocres.



Al fondo de la cueva, tras cerca de doscientos metros de galerías, salitas y corredores, también con numerosas pinturas y grabados, se encuentra una sala estrecha y baja que conduce a la galería final, conocida como “La Cola de Caballo” donde también hay varias representaciones en el techo. Tiene unos 70 metros de largo, los últimos con menos de medio metro de altura, y aquí ya no llega ninguna luz exterior. Pero prácticamente hasta donde se puede llegar se encuentran restos de grabados y dibujos, representando bisontes, caballos, signos y mascaras.

Por alguna razón que no conocemos (y que en artículos posteriores plantearemos), estos señores sapiens decidieron que era importante llegar hasta el punto más recóndito de la cueva y dejar allí sus pinturicas. No es extraño que, como han planteado muchos, considerasen que aquello era un lugar sagrado.

Mas info y fuentes: http://www.santillana-del-mar.com/espanol/altamira.htm, aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Cueva_de_Altamira, aquí: http://www.artehistoria.jcyl.es/histesp/monumentos/36.htm, aquí: http://www.mascosas.net.eu.org/altamira.htm, aquí: http://www.cossio.net/actividades/pinacoteca/p_01_02/altamira.htm.

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