HAROLD LLOYD. EL CHICO DE LAS GAFAS, PARTE 3. COLGADO DE UN RELOJ


Perpetrado por Oskarele

Si no habéis visto la película de la que vamos a hablar estáis tardando. De verdad. No os la podéis perder. Se trata, sin duda, de la aportación más importante de Harold Lloyd a la historia del cine (que ya es decir), así como su obra más conocida y vista. “Safety last” (El Hombre Mosca, como, extrañamente se llamó en este país nuestro), de 1923 y dirigida por sus dos directores de confianza, Fred C. Newmayer y Sam Taylor. Vamos a hablar un poquito de ella:

Pa empezar decir que el título original “Safety Last” parodia la advertencia de “Safety first” (Primeros auxilios, traducción no literal), ya que significa, literalmente, “La seguridad lo último” (últimos auxilios sería una traducción bonica). Se estrenó en abril de 1923 y fue un pelotazo de taquilla, tanto en los USA como en el resto de mercados.




Cuenta la historia de un provinciano con escasos dineros que decide marcharse a la gran ciudad en busca del sueño americano, para labrarse un futuro y casarse con su novia, interpretada por Mildred Davis. La realidad resulta ser bastante triste, pues tiene que malvivir compartiendo casa con un amigo  y trabajando como dependiente en unos grandes almacenes. Pero finge tener éxito, mandándoles unas cartas a su novia en las que asegura que todo le va a las mil maravillas….

Este es el comienzo del drama, pues la chica, encantada decide ir a visitarle, presentándose un día, sin avisar en los almacenes donde trabaja. Nuestro protagonista se hará pasar por el gerente de la tienda para disimular…  El equívoco le permite proponerle al verdadero gerente una idea que reporte publicidad a los almacenes: su amigo, auténtico hombre-araña, escalará un rascacielos. Sin embargo, a la hora de la verdad este amigo se verá envuelto en líos con un obstinado policía que le persigue, y no podrá realizar la escalada.

Así que Harold Lloyd no tiene más remedio que ocupar su lugar... produciéndose una de las escenas más impresionantes y curradas de la historia del cine: La larga escena final, con el protagonista, interpretado por Lloyd, escalando un edificio en pleno centro de Los Ángeles, todo un prodigio cinematográfico donde se aúnan los elementos cómicos y de suspense. Curiosamente, durante mucho tiempo se pensó que era el propio Lloyd quien realizó toda la escalada sin ningún tipo de trucaje, pero en realidad se mantenía sobre una plataforma que estaba fuera de plano, por la que iba ascendiendo.




Además, en los planos largos es Bill Strothers, actor que hace el papel de compañero de piso de Harold, quien realiza las escaladas. Resulta que este tipo ya era conocido en Hollywood como la “araña humana”, ya que se dedicaba a trepar por los edificios. A Lloyd se le ocurrió la idea de la película tras ver a Strothers trepar por un edificio de oficinas en Los Ángeles y observar como el público lo observaba con gran interés. Cuando Strothers llegó al tejado Harold lo estaba esperando para proponerle participar en una película.

Otra leyenda urbana, mencionada, erróneamente, por muchas de las fuentes consultadas, es que durante este rodaje perdió un par de dedos de su mano derecha.

Pero, como ya hemos dicho, esto se produjo en realidad un tiempo antes, en el accidente del que hablábamos en el artículo anterior.




Aparte de ser una maravilla del humor, del suspense, de las acrobacias y del cine en general, es, además, una metáfora sobre el mito del sueño americano, sobre el ascenso social, económico y vital en que aquellos felices Estados Unidos de los años veinte antes del crack. Es curioso el simbolismo recurrente referido al tiempo, a la locura de la vida urbana: en todos los momentos claves un reloj aparece y conforme la película avanza el reloj se va haciendo más y más grande hasta la eclosión final, la gran escena de Harold colgando del reloj, imagen que ya forma parte de la historia del cine.

Solo por la escena del reloj, la película merece su visión, pero es que toda ella está plagada de gags estupendos, que luego han servido de inspiración para muchas producciones posteriores. La primera escena (genial) de la película ya es premonitoria de la calidad de lo que vendrá después: de cuando él y su amigo se cuelgan de una percha tras unas prendas para así ocultarse de la arrendataria; de la manera de visionar cómo al pobre Harold se le esfuma la cena por satisfacer a su novia comprándole una cadena, de la manera como resuelve el poder entregarle a una clienta su pedido en medio de la multitud que lo acosa… y ya en lo que hemos llamado segunda parte, cada uno de las sorpresas que depara cada uno de los pisos a los que se va encaramando.



Tras esta película Lloyd había conquistado por méritos propios el título de "Rey de la Comedia de Suspense" y desde entonces fue el actor más taquillero y mejor pagado durante toda la década de los veinte.

Su máxima era: "La comedia sale de dentro, sale de tu cara, de tu cuerpo".

En resumidas cuentas, una obra maestra que no os debéis perder…




IMAGENES EXTRAIDAS DEL GENIAL ALBUM QUE EL COMPAÑERO CINECLASICA HA CONFECCIONADO Y PUBLICADO EN SU PÁGINA: http://www.facebook.com/group.php?gid=126815644036357

Mas info y fuentes por aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Harold_Lloyd, aquí: http://www.decine21.com/Peliculas/El-hombre-mosca-12577, aquí: http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article766.html, aquí: http://keikai.blogspot.com/2005/04/el-hombre-mosca.html, aquí: http://www.sinek.es/El%20hombre%20mosca.html.

No hay comentarios:

Publicar un comentario