llovido

Ha llovido mucho esta semana…hoy el cielo se ve limpio y todo el verde está estrenando tonos nacarados. No sé por qué un jazmín tiene dos flores tan fragantes como pequeñas. Debe estar festejando el chapuzón de agua porque ya no es tiempo de florecer…

Si te sientas en el césped y apoyas la espalda en el tronco de algún árbol, parece que la sangre se confunde con la savia en una suerte de tertulia amistosa. Palpitas al ritmo del árbol, y las hebras de la pradera te hacen cosquillas en las rodillas. Entonces le devuelves una caricia suave con la palma de la mano. Por cierto, los jilgueros se unen a la reunión.

Nadie habla, nadie lee, nadie escribe…nos une el desafío de vivir.

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