EL ARBOL DE ZAPATOS.


Se trata de un viejo álamo que se ubica al borde de la carretera a unos pocos metros de la gasolinera, cerca de Middlegate, Nevada. Cuenta la historia que hasta allí llegó una pareja de recién casados enfadados por haber perdido todo su dinero en los juegos de azar.

La mujer, cansada de discutir con su esposo, amenazó con devolverse a pie hasta su casa. Su esposo, conociendo a su mujer y sabiendo que cuando a ésta se le metía algo en la cabeza no había quien la detuviera, cogió los zapatos de ella y los lanzó a la rama más alta del árbol, gritándole que si quería volver andando lo tendría que hacer descalza.

Horas más tarde, cada uno seguía sin dar su brazo a torcer, hasta que una anciana del lugar que presencio el hecho, intervino y convencio al marido de que si no hacía algo, toda su vida sería una continua pelea, “Vuelve y dile a tu mujer que todo ha sido culpa tuya“. El hombre se dejó convencer y la pareja hizo las paces. En señal de solidaridad el esposo lanzó también sus zapatos al árbol.

Un año después volvieron al sitio con su hijo y tambien lanzaron los zapatos del pequeño. Muchos desde entonces han imitado a los primeros lanzadores, hasta el punto de que ahora, hay más zapatos que hojas colgando de las ramas de este curioso árbol.

Extraído de http://www.yalosabes.com/

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