Erich Fromm.
“La dificultad especial que existe en reconocer hasta qué punto nuestros deseos —así como los pensamientos y las emociones— no son realmente nuestros sino que los hemos recibido desde afuera, se halla estrechamente relacionada con el problema de la autoridad y la libertad. En el curso de la historia moderna, la autoridad de la Iglesia se vio reemplazada por la del Estado, la de éste por el imperativo de la conciencia, y, en nuestra época, la última ha sido sustituida por la autoridad anónima del sentido común y la opinión pública, en su carácter de instrumentos del conformismo. Como nos hemos liberado de las viejas formas manifiestas de autoridad, no nos damos cuenta de que ahora somos prisioneros de este nuevo tipo de poder.”
(Fragmento de El miedo a la libertad, Fromm.)
Este libro intenta explicar los aspectos de la crisis contemporánea de la civilización occidental relacionados con la libertad del hombre.
Expresa que nos hemos transformado en autómatas que viven bajo la ilusión de ser individuos dotados de libre albedrío.
Erich Fromm, psicólogo social nacido en Frankfurt, Alemania, en el 1900, desarrolla la teoría del cambio inconsciente en la psicología del ser humano a medida que los aspectos que lo rodean (económicos, políticos...) van evolucionando mientras que el hombre se desarrolla y la historia avanza.
El libro se compone de:
· Prefacio a la edición castellana
· Prefacio
· Capítulos
1. La libertad como problema psicológico
2. La emergencia del individuo y la ambigüedad de la libertad
3. La libertad en la época de la Reforma
4. Los dos aspectos de la libertad para el hombre moderno
5. Mecanismos de evasión
6. La psicología del nazismo
7. Libertad y democracia
· Apéndice
La crisis de libertad se puede observar claramente en todos los regímenes autoritarios, como los fascismos; especialmente el nazismo, el cual estudia Fromm mostrando la psicología tanto de su líder como de sus partidarios, y lo que estimuló a cada uno a obrar de ese modo.
También desarrolla los inconvenientes que crea la libertad en el hombre moderno, tratando el tema de la estandarización de los individuos y los patrones preestablecidos de comportamiento a los que lleva la democracia actual, impidiendo que cada uno se exprese libremente y exponga sus ideas. Así pues, el hombre actual tampoco es libre porque las ideologías preestablecidas lo obligan a perder su identidad personal, y su yo se ve completamente hundido y muestra lo que la sociedad le ha estipulado anteriormente.
Transcribo dos párrafos que contienen el mensaje del libro.
“En su esencia el yo del individuo resulta debilitado, de manera que se siente impotente y extremadamente inseguro. Vive en un mundo con el que ha perdido toda conexión genuina y en el cual todas las personas y todas las cosas se han transformado en instrumentos, y en donde él mismo no es más que una parte de la máquina que ha construido con sus propias manos.”
“ Piensa, siente y quiere lo que él cree que los demás suponen que él deba pensar, sentir y querer; y en este proceso pierde su propio yo, que debería constituir el fundamento de toda seguridad genuina del individuo libre.”
Interesante…
Fuente: http://krakenkreativo.blogspot.com/2011/01/el-miedo-la-libertad.html
http://www.entrelectores.com/libro/1542.el-miedo-a-la-libertad-erich-fromm/
http://es.wikipedia.org/wiki/Erich_Fromm
Mahatma
Mahatma Gandhi
Fuente: www.elhistoriador.com.ar
LEYENDA MAPUCHE. EL PEHUEN.
Desde siempre Nguenechén hizo crecer al Pehuén en los grandes bosques donde habitaban las tribus, pero la che (gente) no comía piñones porque creía que eran peligrosos. Además lo consideraban árbol sagrado y lo veneraban rezando a su sombra, ofreciéndole regalos tales como: carne, sangre, humo, etc.
También le hablaban y le confesaban sus malas acciones.
Pero ocurrió que en toda la comarca hubo unos años de gran escasez de alimentos y los ancianos y niños morían de hambre.
Ante esta situación, los jóvenes marcharon lejos en busca de algo para darle de comer a su pueblo: bulbos de amancay, hierbas, bayas, raíces y carne de animales silvestres. Pero todos volvían con las manos vacías. Parecía que Dios no escuchaba el clamor de su pueblo.
Pero Nguenechén no los abandonó…. sucedió que cuando uno de los jóvenes volvía desalentado, se encontró con un anciano de larga barba blanca que le preguntó qué buscaba.
- Algún alimento para mis hermanos de la tribu que se mueren de hambre, por desgracia no he encontrado nada. –contestó el joven. – Y tantos piñones que ves por el piso bajo los pehuenes, ¿no son comestibles?- interrogó el anciano.
-Los frutos del árbol sagrado son venenosos abuelo – inquirió el joven.
El hombre mayor declaró: – Hijo, de ahora en adelante los recibiréis de alimentos como un don de Nguenechen. Hervidlos para que se ablanden, o tostadlos al fuego y tendréis un manjar delicioso. Haced buen acopio, guardadlos en silos subterráneos y tendréis comida todo el invierno.
Dicho esto, el anciano desapareció. El joven siguiendo su consejo recogió en su manto gran cantidad de piñones y los llevó al cacique de la tribu explicándole lo sucedido.
Enseguida se reunieron todos y el jefe contó lo acaecido, hablándoles así: – Nguenechen ha bajado a la tierra para salvarnos. Seguiremos su consejo y nos alimentaremos del fruto del árbol sagrado, que sólo a él pertenece.
Enseguida comieron en abundancia piñones hervidos, haciendo una gran fiesta.
Desde entonces desapareció la escasez y todos los años cosechaban gran cantidad de piñones que guardaban bajo tierra para que se mantengan frescos durante mucho tiempo.
Aprendieron también a fabricar con los piñones el Cahuí, bebida fermentada. Cada día al amanecer, con un piñón en la mano o una ramita de pehuén, rezan mirando al sol: «a ti debemos la vida y te rogamos a ti, el grande, a ti nuestro padre, que no dejes morir los pehuenes.
Deben propagarse como se propagan nuestros descendientes, cuya vida te pertenece, como te pertenecen los árboles sagrados».
El Pehuén: la araucaria es árbol típico del Neuquén y figura en el escudo provincial. Su hábitat se extiende desde Copahue hasta el Lago Huechulafquen. Puede alcanzar los cuarenta metros de altura y tiene forma de pirámide cuando es joven y más tarde de una enorme sombrilla. Es de crecimiento muy lento, sus ramas son un poco arqueadas hacia arriba, con hojas duras y punzantes. Los mapuches lo consideran árbol sagrado. Con algunas de sus ramas formaban el Rahue (altar), en su Nguillatún (rogativa).
Fuente: http://www.neuquentur.gob.ar/comunidades-mapuche/1571/leyendas-del-pueblo-mapuche
GANDHI
"Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa."
Mohandas Karamchand GANDHI - 2 October 1869 – 30 January 1948
http://es.wikipedia.org/wiki/Mahatma_Gandhi
*cartoon António Santos
http://www.cartoonvirtualmuseum.org/f_portocartoon.htm
Fromm
Cada una de nuestras relaciones con el hombre y con la naturaleza debe ser una expresión definida de nuestra vida real, individual, correspondiente al objeto de nuestra voluntad.
Erich Fromm.
Imagen extraída de http://www.facebook.com/pages/Garabata/357903280903178
Erich Fromm.
Imagen extraída de http://www.facebook.com/pages/Garabata/357903280903178
Cartoons
(HV) Cartoons
"Una situación se convierte en desesperada cuando empiezas a pensar que es desesperada."
Willy Brandt
cartoon de Luc Vernimmen, Bélgica
fuente; http://www.cartoonvirtualmuseum.org/f_portocartoon.htm
"Una situación se convierte en desesperada cuando empiezas a pensar que es desesperada."
Willy Brandt
cartoon de Luc Vernimmen, Bélgica
fuente; http://www.cartoonvirtualmuseum.org/f_portocartoon.htm
JOSÉ LUIS COLL. Humorista y escritor español. Pareja de "Tip", 1931-2007
"Lo malo de discutir con los imbéciles es que tienes que ponerte a su altura para que te entiendan; y ahí es donde estás perdido, porque ellos saben hacer el imbécil mucho mejor que tú"
JOSÉ LUIS COLL. Humorista y escritor español. Pareja de "Tip", 1931-2007
JOSÉ LUIS COLL. Humorista y escritor español. Pareja de "Tip", 1931-2007
CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO
Bansheeॐ
Has oido hablar de ella?. Seguro que sí. Sin embargo, te voy a refrescar la memoria y explicarte algunas cosas.
Ante todo, un aviso a futuros navegantes: NO sabes cómo las gasta George R R Martin. Así que antes de comenzar la lectura de cada libro, no es recomendable encariñarse de nadie… no merece la pena llevase disgustos y sofocones tontamente.
Te presento los libros que conforman la Saga:
• Juego de Tronos
• Choque de Reyes
• Tormenta de Espadas
• Festín de Cuervos
• Danza de Dragones
• Vientos de Invierno
• Sueño de Primavera
Hasta la fecha, en España, traducidos tenemos hasta “Festín de Cuervos”, y esperando MUY pacientemente (aprox desde 2005), la de “Danza de Dragones”, aunque está publicada en V.O.
Robert Baratheon, Rey de los ándalos, de los rhoymar, y de los Primeros Hombres, se dirige con su siempre “bella y encantadora” esposa, Cersei Lannister y sus hijos, a los dominios de de su mejor y mas fiel amigo desde pequeños: Eddard Stark (Ned), en Invernalia, el Reino mas extremo y frío de los Siete que conforman este mundo.
Poco a poco, vamos conociendo a cada una de las Casas y personajes: Tully, Martell, Tyrell, Arryn, Greyjoy, Frey, Bolton… nunca sin olvidarnos de las principales: Stark, Baratheon y Lannister.
Y los Targaryen, destronados hace 15 años, exiliados en Poniente, y extremadamente especiales.
Ah!!! Y la Guardia de la Noche, que desde el principio de los tiempos vigila desde lo alto del Muro.
Los Otros…
Seas bienvenido a una historia llena de sangre y fuego, cruda como ninguna, con magia que gradualmente va apareciendo, de sexo, se superación, de lobos huargo, de venganza, de “Fantasma”…
Cada personaje es un mundo. Cada personaje es el protagonista. Cada personaje vive y muere en torno al Trono de Hierro.
WINTER IS COMING
Ilustración: Michael Kormack
LOS PRESERVATIVOS ANTIGUOS.
El preservativo es muy relevante en la historia de la anticoncepción ya que hasta la aparición de los anticonceptivos hormonales en la segunda mitad del siglo XX puede considerarse uno de los pocos métodos efectivos. Su uso comenzó a extenderse en 1880.
El preservativo ha sido usado desde tiempos antiguos para prevenir "enfermedades venéreas" (como se les conocía antes, en honor a Venus, diosa del Amor), al igual que como método anticonceptivo.
En cuanto el ser humano descubrió la relación entre el sexo y la concepción de los hijos, así como entre el sexo y la aparición de ciertas enfermedades, comenzó a utilizar secciones más o menos largas de tripas de animales con una de las puntas atada. Estos dispositivos aún hoy pueden conseguirse (construidos de manera un poco más sofisticada), debido a su capacidad de transmitir el calor corporal y por su sensación táctil, pero no son muy efectivos en la evitación de la concepción.
En Egipto, al menos desde 1000 a. C. se utilizaban fundas de tela sobre el pene. La leyenda del rey Minos (1200 a. C.) hace referencia al empleo de vejigas natatorias de pescado o vejigas de cabra para retener el semen.
En el 2000, el museo Británico de Londres expuso por primera vez los preservativos más antiguos del mundo que se conservan, de alrededor de 450 años, que fueron encontrados en excavaciones hechas en los ochenta en el Castillo de Dudley, en el centro de Inglaterra. Los ejemplares expuestos corresponden a los siglos XVI, XVII y XVIII. Llama la atención que estos ejemplares son tan finos como los que se fabrican actualmente de manera industrial con látex. Estos preservativos, fabricados con intestinos de animales, están cosidos cuidadosamente en una extremidad, mientras que la otra punta tiene una cinta que permite mantenerlos apretados una vez colocados. Pero miden 34 mm de ancho (mientras que los actuales miden 52 mm, 18 mm más anchos que los antiguos ingleses).
Según los expertos, esos preservativos estaban destinados a hombres que frecuentaban casas de prostitución. No se empleaban como anticonceptivos sino para evitar enfermedades venéreas, especialmente la sífilis. Se cree que antes de ser usados se sumergían en leche tibia para que se ablandaran.
Estos preservativos de tripa se fabricaban a mano, posiblemente eran muy caros y la idea era utilizarlos varias veces. No se sabe cómo es que se conservaron hasta la actualidad.
El médico italiano Gabriel Falopio (1523 - 1562) propuso en su libro "De morbo gallico" el uso de fundas de tela, que recubrían únicamente el glande y se anudaban con un lazo, para evitar la sífilis.
Cuando a finales del siglo XIX los ingleses comenzaron a producir preservativos de látex indio se dio un gran paso en su efectividad y fácil disponibilidad, vendiéndose en farmacias. Sin embargo, hasta mediados del siglo veinte, bastante después del fin de la Segunda Guerra Mundial (1945) en muchos países su venta estaba prohibida.
Es en el siglo XIX cuando aparece por primera vez la palabra "condón", en un libro dedicado a la sífilis, escrito por el Dr. Turner.
En Argentina, en 1947 comenzaron a instalarse dispensadores de preservativos en los espacios públicos. Tras la caída del gobierno democrático (1955) desaparecieron las fábricas de preservativos, los dispensadores y hasta los baños públicos, que fueron considerados una afrenta a la moral pública debido a que frecuentemente eran usados por homosexuales como sitio para buscar pareja.
En Estados Unidos se permitía su venta "sólo para la prevención de enfermedades". Frecuentemente su disponibilidad en una farmacia era comunicada a un potencial cliente de una manera indirecta, tal como pequeños anuncios publicitarios que hablaban de "esponjas de goma" (rubber sponge). De ahí que aún hoy en EE.UU. a los preservativos se les dice rubbers ('gomas').
En muchos países existen organismos que distribuyen de forma gratuita preservativos tanto para control de la natalidad como para prevención de ETS. Estas iniciativas encuentran oposición por parte de grupos religiosos y moralistas que se oponen a la distribución o uso de preservativos.
Más info en http://es.wikipedia.org/wiki/Preservativo#Historia_del_preservativo
Imagen: Un preservativo de 15 metros de altura fue puesto al obelisco porteño de la Ciudad de Buenos Aires en el 2005 para conmemorar el día internacional de lucha contra el sida.
EL USO DE DON/DOÑA.
La anteposición de don (abreviado D.) al nombre de los varones y de doña (abreviado Dña.) al de las mujeres, no indica un título sino un tratamiento deferencial cuyo uso tuvo grandes variaciones a lo largo del tiempo.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, el tratamiento don proviene del latín domĭnus (propietario o señor), término que también dio origen a la palabra dueño. Atribuirle ser la abreviatura de de origen noble, es un error proveniente de la interpretación literal de una chanza.
En su uso original se anteponía solamente al nombre de pila o al nombre de pila seguido del apellido. Así, al distinguido Juan Domínguez se le daba indistintamente el tratamiento de don Juan o don Juan Domínguez. En el caso de usar sólo el apellido, el tratamiento correcto era el señor Domínguez. Se consideraba entonces vulgar (denotando el origen plebeyo del que hacía la referencia) o poco cortés (con intención de denigrar a la persona a quien se le aplicaba) darle el tratamiento de don Domínguez, o el Sr. Juan.
En la actualidad, aunque la forma de uso de don/doña es más libre, según el lugar y la clase social del que lo aplica o lo recibe puede tener connotaciones muy diferentes:
-Respeto, sea por edad, experiencia o logros personales.
-Afabilidad.
-Buena voluntad hacia la persona a quien se aplica, especialmente si quien lo hace es una de mayor estatus social.
-Desprecio cuando se usa sin el nombre, como en "esa doña" o en "es un don nadie" (alguien sin importancia).
El tratamiento se daba originalmente sólo a Dios, a Jesucristo (Nuestro Señor don Jesucristo...) y a los santos. En la España medieval se aplicó inicialmente sólo a los reyes, a los grandes nobles a quienes los monarcas consideraban sus primos (del latín primus, primero) y los más altos cargos eclesiásticos, como los de arzobispo y cardenal.
Con posterioridad, en épocas variables en los diversos reinos, se generalizó el tratamiento a algunos hidalgos y sus descendientes, pero nunca a los plebeyos. Esto requería la figuración en el padrón de hidalgos que usualmente se guardaba en los cabildos, incorporación para la que usualmente había que efectuar probanza de nobleza.
Su uso en España parece haber sido rigurosamente acotado hasta bien pasada la Edad Media, probablemente hasta fines del siglo XVIII o comienzos del XIX. Cuando el hidalgo Alonso Quijano adopta el nombre de don Quijote de la Mancha, Sancho reflexiona sobre ese don, que no tenía derecho a usar quien hasta ayer era solamente merced. Hubo, sin embargo, continuas incorporaciones al grupo de los merecedores de ese tratamiento, como el de los doctorados por una universidad. Con fecha 3 de julio de 1611 el rey don Felipe III de España mandó que su uso estuviese limitado a obispos, condes, mujeres e hijas de los hidalgos y los hijos de personas tituladas, aunque fuesen bastardos. Medio siglo después, cuando los monarcas españoles necesitaron aumentar sus ingresos, pusieron en venta tanto los títulos de hidalguía como el derecho al uso del don/doña. Por real cédula del 3 de julio de 1664 se estableció que su costo sería de doscientos reales por "una vida", de cuatrocientos por "dos vidas" y de seiscientos los "a perpetuidad".
La situación fue diferente en las posesiones españolas en América. En 1573 el rey don Felipe II, en las ordenanzas del bosque de Segovia, concedió el carácter de hidalgo, aunque no necesariamente el tratamiento de don/doña, a todos sus conquistadores y primeros pobladores. El uso del tratamiento se generalizó por simple asentamiento en los registros parroquiales de bautismos, confirmaciones, casamientos y sepulturas, así como en muchos cabildos. Aunque este abuso causó que algunas audiencias americanas intimaran al cumplimiento de las ordenanzas reales, el uso parece haber continuado según la práctica americana de la época del se acata, pero no se cumple[cita requerida]. En la práctica, ya que no había registros especiales que autorizaran su uso, el tratamiento fue otorgado por consenso de los pares y denotaba la pertenencia al nivel social más alto, sea en lo político (cargos militares, de cabildo, de gobernación o virreinato) o en lo económico (grandes comerciantes y encomenderos). Posteriormente su aplicación se fue extendiendo a todos los estratos sociales, y su forma de uso se hizo más libre.
Los jefes indígenas americanos, considerados nobles, también recibieron el tratamiento durante todo el período colonial. A partir de la independencia de los países americanos, su uso perdió las connotaciones usuales, siendo muy variable en los distintos nuevos países. En las Provincias Unidas del Río de la Plata (actual Argentina), por ejemplo, se otorgó el tratamiento de don a los esclavos libertos que lucharon contra los españoles.
El tratamiento de don y de doña solo se da a personas que pertenecen al mundo hispano, sea por su nacimiento o por matrimonio. Así lo confirma el que se pueda decir por ejemplo, el presidente de Venezuela don Carlos Andrés Pérez, pero nunca el presidente de Rusia don Vladimir Putin. De la misma manera; la española Fabiola de Mora y Aragón fue tratada de doña hasta el día de su matrimonio, pero desde entonces solo se refiere a ella como la reina Fabiola de Bélgica. Por su parte, Sofía de Grecia y su hermana Irene, nacidas princesas de Grecia; no eran doñas. Por el matrimonio de la primera con un príncipe español; ésta se convirtió en doña Sofía, pero su hermana nunca es tratada de doña Irene.
En mi país, Argentina, suele usarse con frecuencia en las zonas rurales para gente mayor. Y bue…también tenemos a Doña Cristina. Además ¿Quién no recuerda a Doña Florinda?
Fuentes: Bustos Argañaraz, Prudencio; Orígenes de los apellidos hispanoamericanos; Boletín del Centro de Estudios Genealógicos de Córdoba, No 26; Córdoba (Argentina); 1997; p. 29 y siguientes. Lafuente Machain, Ricardo de; Los Machain; Buenos Aires (Argentina); 1926; pp. 19-20. (Wikipedia)
BIOGRAFIA DEL JABON.
El jabón generalmente es el resultado de la reacción química entre un álcali (generalmente hidróxido de sodio o de potasio) y algún ácido graso; esta reacción se denomina saponificación. El ácido graso puede ser, por ejemplo, la manteca de cerdo o el aceite de coco. El jabón es soluble en agua y, por sus propiedades detersivas, sirve comúnmente para lavar.
Tradicionalmente es un material sólido, lo que hace un contraste entre ellos aunque también es habitual verlo en forma líquida o en polvo. En realidad la forma sólida es el compuesto "seco" o sin el agua que está involucrada durante la reacción mediante la cual se obtiene el jabón, y la forma líquida es el jabón "disuelto" en agua, en este caso su consistencia puede ser muy viscosa o muy fluida. El jabón está hecho con las grasas de distintos animales y plantas.
No se conoce bien el origen del jabón, pero los primeros documentos escritos se encontraron en unas tablas sumarias de arcilla datadas en el año 2500 a. C. en Mesopotamia. Allí se habla del uso de jabón no para la higiene personal, sino para limpiar y tratar la lana y la piel y se documenta una receta para hacer jabón con una mezcla de potasa y aceite.
Según una leyenda la palabra “jabón” procede del Monte Sapo que era un lugar donde los animales eran quemados como sacrificio a los dioses. El agua de la lluvia se mezclaba con las cenizas del altar dando origen a la lejía que a su vez reaccionaba con la grasa derretida de los animales y formaba jabón. Los romanos descubrieron que sus ropas quedaban mas limpias si las lavaban en las aguas cercanas a los altares de sacrificio.
Existe otra teoría que establece el origen del jabón entre los celtas o los bereberes del norte de África y que fueron las legiones romanas quienes lo importaron.
Galeno fue el primero en mencionar el jabón para la higiene personal o el lavado de las ropas. También observó que la limpieza tenía un efecto curativo en las enfermedades de la piel. Plinio el viejo, en sus textos de historia (77 d.C.) dice que los galos hacían el jabón con el sebo de las cabras y la ceniza de la haya (potasa), utilizándolo como un tinte y ungüento para el pelo. También menciona el uso de la sal común, agregada a la mezcla, para endurecer las barras de jabón.
Aunque los orígenes aún no están claros, se sabe que hacia el año 79 d. C., cuando el Vesubio entró en erupción, una de las industrias más prósperas era una fábrica de jabón elaborado con ceniza.
Lo cierto es que aunque los romanos hubieran utilizado el jabón para lavar la ropa y otros usos, no lo empleaban para lavarse a sí mismos, para este menester se aplicaban aceite de oliva junto con arena fina. Fueran o no los romanos inventores del jabón, si fue su imperio el responsable de extender su uso y la producción del jabón por toda la civilización.
En el siglo VII existía una potente industria en España e Italia y fue precisamente en la ciudad italiana de Savona donde se empezó a elaborar un jabón de aceite de oliva que también se elaboraba en España y que era conocido como Jabón de Castilla.
En el siglo XV aparece el jabón de Marsella, el precursor de los jabones actuales, preparado con una mezcla de huesos (ricos en potasio) y grasas vegetales. La industria jabonera floreció en las ciudades costeras del Mediterráneo, favorecidas por la abundante presencia del aceite de oliva y la sosa natural.
Hacia el año 1500, se introdujeron estos descubrimientos en Inglaterra donde la industria creció rápidamente y en 1622 el rey Jacobo I le concedió ciertos privilegios.
Durante la 2º Guerra Mundial, los americanos desarrollaron un tipo de jabón que podía utilizarse con agua del mar, pensando en los marines destinados en el Pacífico: así nació el jabón dermatológico, el menos agresivo de todos los jabones.
Aunque se puede decir que la bañera como objeto es tan antigua como el hombre, su utilización masiva empieza en el siglo XIX, con el inicio de la distribución de agua por cañerías y la instalación de grifos. A partir de ese momento la industria del jabón alcanza un desarrollo sin precedentes. Los jabones fueron haciéndose cada vez más cómodos de utilizar, y a la vez que se convertían en objeto de consumo masivo perdían totalmente su calidad, cambiando su formulación natural por una formulación química similar a la de los detergentes industriales o domésticos.
Hoy existen jabones para todos los gustos, de todas las calidades y para todos los bolsillos, jabones con aceites y cremas hidratantes, jabones perfumados, jabones inodoros, sólidos, con textura de gel o de crema, y hasta las grandes marcas de la cosmética y de perfumería hacen sus lanzamientos de perfume acompañándolos de una línea de baño con la misma fragancia.
Fuente: http://tabloide.eurofull.com/shop/detallenot.asp?notid=549
http://es.wikipedia.org/wiki/Jab%C3%B3n
GALEANO
Pero la condición humana tiene una porfiada tendencia a la mala conducta. Donde menos se espera, salta la rebelión y ocurre la dignidad.
E. GALEANO.
Rochefoucauld
"Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte."
François de la Rochefoucauld
François de la Rochefoucauld
Playa de Güimar. Tenerife.
Playa de Güimar. Tenerife.
DeOskarele
Extraída de nuestra página hermana Más que Mil Palabras.http://www.facebook.com/photo.php?fbid=231909993560675&set=a.219826091435732.54878.219800211438320&type=1&theater
Extraída de nuestra página hermana Más que Mil Palabras.http://www.facebook.com/photo.php?fbid=231909993560675&set=a.219826091435732.54878.219800211438320&type=1&theater
HISTERIA FEMENINA y LOS VIBRADORES.
La histeria femenina era una enfermedad diagnosticada en la medicina occidental hasta mediados del siglo XIX. En la era victoriana fue el diagnóstico habitual de un amplio abanico de síntomas, que incluían desfallecimientos, insomio, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, irritabilidad, pérdida de apetito y “tendencia a causar problemas”
Las pacientes diagnosticadas con histeria femenina debían recibir un tratamiento conocido como “masaje pélvico”, estimulación manual de los genitales de la mujer por el doctor hasta llegar al orgasmo, que en el contexto de la época se denominaba “paroxismo histérico” al considerar el deseo sexual reprimido de las mujeres una enfermedad.
La historia de la histeria se remonta a la antigüedad: fue descrita tanto por el filósofo Platón como por el médico Hipócrates, y se encuentra recogida antes en papiros egipcios. Un mito de la antigua Grecia relata que el útero deambula por el cuerpo de la mujer, causando enfermedades a la víctima cuando llega al pecho. Esta teoría da cuenta al origen del nombre, pues la raíz proviene de la palabra griega para útero: hystera.
Galeno, importante médico del siglo II, escribió que la histeria era una enfermedad causada por la privación sexual en mujeres particularmente pasionales. La histeria se diagnosticó frecuentemente en vírgenes, monjas, viudas y en ocasiones mujeres casadas. La prescripción en la medicina medieval y renacentista era el coito si estaba casada, el matrimonio si estaba soltera y el masaje de una comadrona como último recurso.
Un médico de 1859 aseguró que una de cada cuatro mujeres estaba aquejada de histeria, lo que resulta razonable, teniendo en cuenta que el médico reunió 75 páginas de posibles síntomas y dijo que la lista no estaba completa; casi cualquier dolencia leve podía servir para diagnosticar histeria. Los médicos pensaban que la tensión de la vida moderna hacía a las mujeres más susceptibles a desórdenes nerviosos. En los Estados Unidos tales desórdenes de las mujeres confirmaron que estaban a la par con Europa; un médico estadounidense expresó su alegría porque el país estaba “alcanzando” a Europa en la prevalencia de la histeria .
Rachael P. Maines, autor de "The Technology of Orgasm: Hysteria, the Vibrator, and Women's Sexual Satisfaction," ha observado que estos casos eran muy ventajosos para los médicos, dado que no había ningún riesgo de que la paciente muriese pero necesitaba tratamiento constante. El único problema era que los médicos no disfrutaban con la tediosa tarea del masaje. La técnica era difícil de dominar para un médico y podía tomar horas llegar al “paroxismo histérico”. Derivarlas a las comadronas, una práctica por otra parte habitual, era una pérdida de oportunidades de negocio para el médico.
Una solución fue la invención de los aparatos para proporcionar masajes, lo que eliminaba la necesidad de recurrir a una comadrona. A finales del siglo XVIII en Bath se vendían dispositivos de hidroterapia y a mediados del siglo XIX eran un accesorio popular en los complejos de balnearios de lujo de Europa y los Estados Unidos.
Desde 1870 los médicos dispusieron del primer vibrador mecánico y en 1873 se empleo el primer vibrador electromecánico en un asilo de Francia.
Aunque los médicos de la época reconocían que el desorden provenía de la insatisfacción sexual, parecían reticentes a admitir el propósito sexual de los dispositivos empleados para tratarlo. De hecho, la introducción del espéculo fue mucho más controvertida que la del vibrador, seguramente debido a su naturaleza más fálica.
A finales del siglo XIX la difusión de la electricidad en el hogar facilitó la llegada del vibrador al mercado de consumo. El atractivo de un tratamiento más barato en la intimidad del propio hogar hizo que el vibrador alcanzase una cierta popularidad. De hecho, el vibrador eléctrico llegó al mercado mucho antes que otros dispositivos esenciales: nueve años antes del aspirador y diez años antes de la plancha eléctrica.
Una página del cátalogo de la compañía internacional Sears, Roebuck and Company de electrodomésticos de 1918 incluye un anuncio para un vibrador portátil con accesorios, descrito como “muy útil y satisfactorio para el uso casero”.
Se ha dicho que uno de los temas mayores del siglo XIX fue el conflicto entre el sexo como reproducción y como satisfacción. Aunque el icono que da nombre al periodo, la Reina Victoria, tuvo una familia numerosa, la tasa de fecundidad decayó con el transcurso del siglo. A medida que disminuían, la función reproductora del sexo perdió algo de su preponderancia. Los escritos médicos y maritales de la época elogiaban a la mujer desapasionada y la apuntaban como modelo. La mujer “ideal” sólo tendría sexo para reproducirse pues no le reportaría ningún otro beneficio. Este “ideal” influyó en la estructura social de muchas formas, proporcionando una base para los argumentos contra los anticonceptivos. Sin embargo, al mismo tiempo resultó en la insatisfacción sexual de muchas mujeres, lo que impulsó la demanda creciente de tratamientos contra la histeria.
A lo largo de los primeros años del siglo XX el número de diagnósticos de histeria femenina decayó. Se ha argumentado que todo lo que cambió fue la consideración de los médicos. Con tantos síntomas posibles la histeria era un diagnóstico donde caía cualquier estado que no se podía identificar fácilmente. A medida que las técnicas de diagnóstico mejoraron, el número de casos decreció hasta que no quedó ninguno.
Muchos casos que se asignaron a la histeria fueron reclasificados por Freud como neurosis.
Fuente: Wikipedia. Imagen: Un anuncio del año 1910.
Las pacientes diagnosticadas con histeria femenina debían recibir un tratamiento conocido como “masaje pélvico”, estimulación manual de los genitales de la mujer por el doctor hasta llegar al orgasmo, que en el contexto de la época se denominaba “paroxismo histérico” al considerar el deseo sexual reprimido de las mujeres una enfermedad.
La historia de la histeria se remonta a la antigüedad: fue descrita tanto por el filósofo Platón como por el médico Hipócrates, y se encuentra recogida antes en papiros egipcios. Un mito de la antigua Grecia relata que el útero deambula por el cuerpo de la mujer, causando enfermedades a la víctima cuando llega al pecho. Esta teoría da cuenta al origen del nombre, pues la raíz proviene de la palabra griega para útero: hystera.
Galeno, importante médico del siglo II, escribió que la histeria era una enfermedad causada por la privación sexual en mujeres particularmente pasionales. La histeria se diagnosticó frecuentemente en vírgenes, monjas, viudas y en ocasiones mujeres casadas. La prescripción en la medicina medieval y renacentista era el coito si estaba casada, el matrimonio si estaba soltera y el masaje de una comadrona como último recurso.
Un médico de 1859 aseguró que una de cada cuatro mujeres estaba aquejada de histeria, lo que resulta razonable, teniendo en cuenta que el médico reunió 75 páginas de posibles síntomas y dijo que la lista no estaba completa; casi cualquier dolencia leve podía servir para diagnosticar histeria. Los médicos pensaban que la tensión de la vida moderna hacía a las mujeres más susceptibles a desórdenes nerviosos. En los Estados Unidos tales desórdenes de las mujeres confirmaron que estaban a la par con Europa; un médico estadounidense expresó su alegría porque el país estaba “alcanzando” a Europa en la prevalencia de la histeria .
Rachael P. Maines, autor de "The Technology of Orgasm: Hysteria, the Vibrator, and Women's Sexual Satisfaction," ha observado que estos casos eran muy ventajosos para los médicos, dado que no había ningún riesgo de que la paciente muriese pero necesitaba tratamiento constante. El único problema era que los médicos no disfrutaban con la tediosa tarea del masaje. La técnica era difícil de dominar para un médico y podía tomar horas llegar al “paroxismo histérico”. Derivarlas a las comadronas, una práctica por otra parte habitual, era una pérdida de oportunidades de negocio para el médico.
Una solución fue la invención de los aparatos para proporcionar masajes, lo que eliminaba la necesidad de recurrir a una comadrona. A finales del siglo XVIII en Bath se vendían dispositivos de hidroterapia y a mediados del siglo XIX eran un accesorio popular en los complejos de balnearios de lujo de Europa y los Estados Unidos.
Desde 1870 los médicos dispusieron del primer vibrador mecánico y en 1873 se empleo el primer vibrador electromecánico en un asilo de Francia.
Aunque los médicos de la época reconocían que el desorden provenía de la insatisfacción sexual, parecían reticentes a admitir el propósito sexual de los dispositivos empleados para tratarlo. De hecho, la introducción del espéculo fue mucho más controvertida que la del vibrador, seguramente debido a su naturaleza más fálica.
A finales del siglo XIX la difusión de la electricidad en el hogar facilitó la llegada del vibrador al mercado de consumo. El atractivo de un tratamiento más barato en la intimidad del propio hogar hizo que el vibrador alcanzase una cierta popularidad. De hecho, el vibrador eléctrico llegó al mercado mucho antes que otros dispositivos esenciales: nueve años antes del aspirador y diez años antes de la plancha eléctrica.
Una página del cátalogo de la compañía internacional Sears, Roebuck and Company de electrodomésticos de 1918 incluye un anuncio para un vibrador portátil con accesorios, descrito como “muy útil y satisfactorio para el uso casero”.
Se ha dicho que uno de los temas mayores del siglo XIX fue el conflicto entre el sexo como reproducción y como satisfacción. Aunque el icono que da nombre al periodo, la Reina Victoria, tuvo una familia numerosa, la tasa de fecundidad decayó con el transcurso del siglo. A medida que disminuían, la función reproductora del sexo perdió algo de su preponderancia. Los escritos médicos y maritales de la época elogiaban a la mujer desapasionada y la apuntaban como modelo. La mujer “ideal” sólo tendría sexo para reproducirse pues no le reportaría ningún otro beneficio. Este “ideal” influyó en la estructura social de muchas formas, proporcionando una base para los argumentos contra los anticonceptivos. Sin embargo, al mismo tiempo resultó en la insatisfacción sexual de muchas mujeres, lo que impulsó la demanda creciente de tratamientos contra la histeria.
A lo largo de los primeros años del siglo XX el número de diagnósticos de histeria femenina decayó. Se ha argumentado que todo lo que cambió fue la consideración de los médicos. Con tantos síntomas posibles la histeria era un diagnóstico donde caía cualquier estado que no se podía identificar fácilmente. A medida que las técnicas de diagnóstico mejoraron, el número de casos decreció hasta que no quedó ninguno.
Muchos casos que se asignaron a la histeria fueron reclasificados por Freud como neurosis.
Fuente: Wikipedia. Imagen: Un anuncio del año 1910.
HISTERIA FEMENINA y LOS VIBRADORES.
La histeria femenina era una enfermedad diagnosticada en la medicina occidental hasta mediados del siglo XIX. En la era victoriana fue el diagnóstico habitual de un amplio abanico de síntomas, que incluían desfallecimientos, insomio, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, irritabilidad, pérdida de apetito y “tendencia a causar problemas”
Las pacientes diagnosticadas con histeria femenina debían recibir un tratamiento conocido como “masaje pélvico”, estimulación manual de los genitales de la mujer por el doctor hasta llegar al orgasmo, que en el contexto de la época se denominaba “paroxismo histérico” al considerar el deseo sexual reprimido de las mujeres una enfermedad.
La historia de la histeria se remonta a la antigüedad: fue descrita tanto por el filósofo Platón como por el médico Hipócrates, y se encuentra recogida antes en papiros egipcios. Un mito de la antigua Grecia relata que el útero deambula por el cuerpo de la mujer, causando enfermedades a la víctima cuando llega al pecho. Esta teoría da cuenta al origen del nombre, pues la raíz proviene de la palabra griega para útero: hystera.
Galeno, importante médico del siglo II, escribió que la histeria era una enfermedad causada por la privación sexual en mujeres particularmente pasionales. La histeria se diagnosticó frecuentemente en vírgenes, monjas, viudas y en ocasiones mujeres casadas. La prescripción en la medicina medieval y renacentista era el coito si estaba casada, el matrimonio si estaba soltera y el masaje de una comadrona como último recurso.
Un médico de 1859 aseguró que una de cada cuatro mujeres estaba aquejada de histeria, lo que resulta razonable, teniendo en cuenta que el médico reunió 75 páginas de posibles síntomas y dijo que la lista no estaba completa; casi cualquier dolencia leve podía servir para diagnosticar histeria. Los médicos pensaban que la tensión de la vida moderna hacía a las mujeres más susceptibles a desórdenes nerviosos. En los Estados Unidos tales desórdenes de las mujeres confirmaron que estaban a la par con Europa; un médico estadounidense expresó su alegría porque el país estaba “alcanzando” a Europa en la prevalencia de la histeria .
Rachael P. Maines, autor de "The Technology of Orgasm: Hysteria, the Vibrator, and Women's Sexual Satisfaction," ha observado que estos casos eran muy ventajosos para los médicos, dado que no había ningún riesgo de que la paciente muriese pero necesitaba tratamiento constante. El único problema era que los médicos no disfrutaban con la tediosa tarea del masaje. La técnica era difícil de dominar para un médico y podía tomar horas llegar al “paroxismo histérico”. Derivarlas a las comadronas, una práctica por otra parte habitual, era una pérdida de oportunidades de negocio para el médico.
Una solución fue la invención de los aparatos para proporcionar masajes, lo que eliminaba la necesidad de recurrir a una comadrona. A finales del siglo XVIII en Bath se vendían dispositivos de hidroterapia y a mediados del siglo XIX eran un accesorio popular en los complejos de balnearios de lujo de Europa y los Estados Unidos.
Desde 1870 los médicos dispusieron del primer vibrador mecánico y en 1873 se empleo el primer vibrador electromecánico en un asilo de Francia.
Aunque los médicos de la época reconocían que el desorden provenía de la insatisfacción sexual, parecían reticentes a admitir el propósito sexual de los dispositivos empleados para tratarlo. De hecho, la introducción del espéculo fue mucho más controvertida que la del vibrador, seguramente debido a su naturaleza más fálica.
A finales del siglo XIX la difusión de la electricidad en el hogar facilitó la llegada del vibrador al mercado de consumo. El atractivo de un tratamiento más barato en la intimidad del propio hogar hizo que el vibrador alcanzase una cierta popularidad. De hecho, el vibrador eléctrico llegó al mercado mucho antes que otros dispositivos esenciales: nueve años antes del aspirador y diez años antes de la plancha eléctrica.
Una página del cátalogo de la compañía internacional Sears, Roebuck and Company de electrodomésticos de 1918 incluye un anuncio para un vibrador portátil con accesorios, descrito como “muy útil y satisfactorio para el uso casero”.
Se ha dicho que uno de los temas mayores del siglo XIX fue el conflicto entre el sexo como reproducción y como satisfacción. Aunque el icono que da nombre al periodo, la Reina Victoria, tuvo una familia numerosa, la tasa de fecundidad decayó con el transcurso del siglo. A medida que disminuían, la función reproductora del sexo perdió algo de su preponderancia. Los escritos médicos y maritales de la época elogiaban a la mujer desapasionada y la apuntaban como modelo. La mujer “ideal” sólo tendría sexo para reproducirse pues no le reportaría ningún otro beneficio. Este “ideal” influyó en la estructura social de muchas formas, proporcionando una base para los argumentos contra los anticonceptivos. Sin embargo, al mismo tiempo resultó en la insatisfacción sexual de muchas mujeres, lo que impulsó la demanda creciente de tratamientos contra la histeria.
A lo largo de los primeros años del siglo XX el número de diagnósticos de histeria femenina decayó. Se ha argumentado que todo lo que cambió fue la consideración de los médicos. Con tantos síntomas posibles la histeria era un diagnóstico donde caía cualquier estado que no se podía identificar fácilmente. A medida que las técnicas de diagnóstico mejoraron, el número de casos decreció hasta que no quedó ninguno.
Muchos casos que se asignaron a la histeria fueron reclasificados por Freud como neurosis.
Fuente: Wikipedia. Imagen: Un anuncio del año 1910.
Las pacientes diagnosticadas con histeria femenina debían recibir un tratamiento conocido como “masaje pélvico”, estimulación manual de los genitales de la mujer por el doctor hasta llegar al orgasmo, que en el contexto de la época se denominaba “paroxismo histérico” al considerar el deseo sexual reprimido de las mujeres una enfermedad.
La historia de la histeria se remonta a la antigüedad: fue descrita tanto por el filósofo Platón como por el médico Hipócrates, y se encuentra recogida antes en papiros egipcios. Un mito de la antigua Grecia relata que el útero deambula por el cuerpo de la mujer, causando enfermedades a la víctima cuando llega al pecho. Esta teoría da cuenta al origen del nombre, pues la raíz proviene de la palabra griega para útero: hystera.
Galeno, importante médico del siglo II, escribió que la histeria era una enfermedad causada por la privación sexual en mujeres particularmente pasionales. La histeria se diagnosticó frecuentemente en vírgenes, monjas, viudas y en ocasiones mujeres casadas. La prescripción en la medicina medieval y renacentista era el coito si estaba casada, el matrimonio si estaba soltera y el masaje de una comadrona como último recurso.
Un médico de 1859 aseguró que una de cada cuatro mujeres estaba aquejada de histeria, lo que resulta razonable, teniendo en cuenta que el médico reunió 75 páginas de posibles síntomas y dijo que la lista no estaba completa; casi cualquier dolencia leve podía servir para diagnosticar histeria. Los médicos pensaban que la tensión de la vida moderna hacía a las mujeres más susceptibles a desórdenes nerviosos. En los Estados Unidos tales desórdenes de las mujeres confirmaron que estaban a la par con Europa; un médico estadounidense expresó su alegría porque el país estaba “alcanzando” a Europa en la prevalencia de la histeria .
Rachael P. Maines, autor de "The Technology of Orgasm: Hysteria, the Vibrator, and Women's Sexual Satisfaction," ha observado que estos casos eran muy ventajosos para los médicos, dado que no había ningún riesgo de que la paciente muriese pero necesitaba tratamiento constante. El único problema era que los médicos no disfrutaban con la tediosa tarea del masaje. La técnica era difícil de dominar para un médico y podía tomar horas llegar al “paroxismo histérico”. Derivarlas a las comadronas, una práctica por otra parte habitual, era una pérdida de oportunidades de negocio para el médico.
Una solución fue la invención de los aparatos para proporcionar masajes, lo que eliminaba la necesidad de recurrir a una comadrona. A finales del siglo XVIII en Bath se vendían dispositivos de hidroterapia y a mediados del siglo XIX eran un accesorio popular en los complejos de balnearios de lujo de Europa y los Estados Unidos.
Desde 1870 los médicos dispusieron del primer vibrador mecánico y en 1873 se empleo el primer vibrador electromecánico en un asilo de Francia.
Aunque los médicos de la época reconocían que el desorden provenía de la insatisfacción sexual, parecían reticentes a admitir el propósito sexual de los dispositivos empleados para tratarlo. De hecho, la introducción del espéculo fue mucho más controvertida que la del vibrador, seguramente debido a su naturaleza más fálica.
A finales del siglo XIX la difusión de la electricidad en el hogar facilitó la llegada del vibrador al mercado de consumo. El atractivo de un tratamiento más barato en la intimidad del propio hogar hizo que el vibrador alcanzase una cierta popularidad. De hecho, el vibrador eléctrico llegó al mercado mucho antes que otros dispositivos esenciales: nueve años antes del aspirador y diez años antes de la plancha eléctrica.
Una página del cátalogo de la compañía internacional Sears, Roebuck and Company de electrodomésticos de 1918 incluye un anuncio para un vibrador portátil con accesorios, descrito como “muy útil y satisfactorio para el uso casero”.
Se ha dicho que uno de los temas mayores del siglo XIX fue el conflicto entre el sexo como reproducción y como satisfacción. Aunque el icono que da nombre al periodo, la Reina Victoria, tuvo una familia numerosa, la tasa de fecundidad decayó con el transcurso del siglo. A medida que disminuían, la función reproductora del sexo perdió algo de su preponderancia. Los escritos médicos y maritales de la época elogiaban a la mujer desapasionada y la apuntaban como modelo. La mujer “ideal” sólo tendría sexo para reproducirse pues no le reportaría ningún otro beneficio. Este “ideal” influyó en la estructura social de muchas formas, proporcionando una base para los argumentos contra los anticonceptivos. Sin embargo, al mismo tiempo resultó en la insatisfacción sexual de muchas mujeres, lo que impulsó la demanda creciente de tratamientos contra la histeria.
A lo largo de los primeros años del siglo XX el número de diagnósticos de histeria femenina decayó. Se ha argumentado que todo lo que cambió fue la consideración de los médicos. Con tantos síntomas posibles la histeria era un diagnóstico donde caía cualquier estado que no se podía identificar fácilmente. A medida que las técnicas de diagnóstico mejoraron, el número de casos decreció hasta que no quedó ninguno.
Muchos casos que se asignaron a la histeria fueron reclasificados por Freud como neurosis.
Fuente: Wikipedia. Imagen: Un anuncio del año 1910.
LA POBLACION MAS AUSTRAL DEL MUNDO.
Puerto Williams es una localidad y puerto chileno, situado en la ribera norte de la isla Navarino, y en la orilla sur del canal Beagle, en proximidades de su boca atlántica. Es la capital tanto de la Agrupación de Comunas de Cabo de Hornos y Antártica como de la Provincia de la Antártica Chilena, perteneciente a su vez a la Región de Magallanes y la Antártica Chilena.
La consideración de ciudad más austral del mundo que, en Chile, suele darse a Puerto Williams, es muy cuestionada debido a las dudas respecto de su condición de ciudad, en favor de la ciudad argentina de Ushuaia, ubicada apenas más al norte. Independiente de esta discusión, Puerto Williams es el asentamiento con carácter administrativo más austral, al ser sede de la gobernación y capital provincial; pues el asentamiento humano permanente más austral (excluyendo bases militares y Antártida) es Puerto Toro, en la misma isla y bajo su jurisdicción.
Fue creado el 21 de noviembre de 1953 con el nombre de Puerto Luisa. El 22 de agosto de 1956 se le cambió el nombre a Puerto Williams, en conmemoración al marino irlandés Juan Williams, quien al mando de la Goleta Ancud efectuó a nombre del Gobierno de Chile la toma de posesión del Estrecho de Magallanes, el 21 de septiembre de 1843, fundando el Fuerte Bulnes. En 2001 la antigua denominación de la Comuna, Navarino, fue reemplazada por la de Comuna de Cabo de Hornos, en referencia al punto geográfico situado dentro de su jurisdicción, constituido por el mítico Cabo de Hornos.
El puerto es un importante lugar estratégico para el tráfico entre el Océano Pacífico y el Océano Atlántico. También funciona como rampa para las políticas chilenas en el Territorio Antártico Chileno, dada la cercanía de Puerto Williams con el llamado Continente Blanco.
De acuerdo a las estadísticas de 2002, Puerto Williams poseía 2262 habitantes, de los cuales una parte importante de ellos son descendientes de los colonos llegados a fines del siglo XIX, debido a los planes de colonización del gobierno en aquella época.
Otra parte importante de la población son familias de funcionarios de las fuerzas armadas de Chile, destinados a esta localidad.
Luego de un prolongado estancamiento, incluyendo una disminución de población, hoy Puerto Williams ha retomado la senda del crecimiento en cuanto a sus habitantes, principalmente debido a una expansión de los servicios públicos como municipio y sede de la gobernación provincial. Por esto mismo, la demanda de servicios ha ido en aumento, lo que se ha satisfecho gracias a los emprendimientos de nuevos habitantes que se han incorporado a la comuna.
Fuertes vientos desde el cuadrante Oeste, originados en el océano Pacífico sur, suelen azotar la localidad, razón por la cuál los árboles desprotegidos de las tempestades crecen siguiendo la dirección del viento, lo cual hace que, en razón de su forma, sean llamados "árboles-bandera" por la inclinación que son forzados a tomar.
Observen en el video que adjunto debajo el maravilloso paisaje.
Fuente: Wikipedia.
La muerte del vampiro
Ni la oscuridad
Me puede salvar
Cada día que pasa
Envejezco dos veces
Por ti & por mi
Yo vivo en la oscuridad
& huyo de la luz
& tu siempre serás la luz
En la oscuridad
Esta fue mi última madrugada
& el primer amanecer
El primer rayo de luz
El último
Antes de morir
H.Vlad
APAGA Y VAMONOS.
Para explicar el origen de este dicho, debemos relatar un original desafío sostenido hace siglos por dos sacerdotes del pueblo de Pitres, en Granada.
Sucede que ambos clérigos eran aspirantes a una capellanía castrense y decidieron un día apostar a cuál de los dos sería el que dijese la misa más rápidamente, es decir, en menos tiempo.
Una vez dispuesto el día de realización del original "duelo", el primero de ellos subió al altar y dijo: "Ite, misa est", forma que hoy equivale a lo que los sacerdotes católicos expresan cuando dicen: "Hemos celebrado la Misa. Podéis ir en paz". El segundo, que ya veía que su contrincante había sacado ventaja, dudó un instante, giró, miró a su monaguillo y le dijo: Apaga y vámonos, con lo que a nadie le quedó duda de que su "misa" había sido la más breve.
En la actualidad, suele usarse este dicho para dar a entender que en cierto lugar nada queda por hacer y está todo terminado. Entre nosotros, circula la variante que el último apague la luz con un valor diferente y quizás algo más apocalíptico.
Fuente: "Dichos populares de la lengua española"
Sucede que ambos clérigos eran aspirantes a una capellanía castrense y decidieron un día apostar a cuál de los dos sería el que dijese la misa más rápidamente, es decir, en menos tiempo.
Una vez dispuesto el día de realización del original "duelo", el primero de ellos subió al altar y dijo: "Ite, misa est", forma que hoy equivale a lo que los sacerdotes católicos expresan cuando dicen: "Hemos celebrado la Misa. Podéis ir en paz". El segundo, que ya veía que su contrincante había sacado ventaja, dudó un instante, giró, miró a su monaguillo y le dijo: Apaga y vámonos, con lo que a nadie le quedó duda de que su "misa" había sido la más breve.
En la actualidad, suele usarse este dicho para dar a entender que en cierto lugar nada queda por hacer y está todo terminado. Entre nosotros, circula la variante que el último apague la luz con un valor diferente y quizás algo más apocalíptico.
Fuente: "Dichos populares de la lengua española"
La casa de las palabras
A la casa de las palabras, soñó Helena Villagra, acu-
dían los poetas. Las palabras, guardadas en viejos fras-
cos de cristal, esperaban a los poetas y se les ofrecían,
locas de ganas de ser elegidas: ellas rogaban a los poe-
tas que las miraran, que las olieran, que las tocaran,
que las lamieran. Los poetas abrían los frascos, proba-
ban palabras con el dedo y entonces se relamían o frun-
cían la naríz. Los poetas andaban en busca de palabras
que no conocían, y también buscaban palabras que co-
nocían y habían perdido.
En la casa de las palabras había una mesa de los co-
lores. En grandes fuentes se ofrecían los colores y cada
poeta se servía del color que le hacía falta: amarillo li-
món o amarillo sol, azul de mar o de humo, rojo lacre,
rojo sangre, rojo vino?
E.Galeano - El Libro de los Abrazos
Fragmento del Libro del desasosiego. Fernando Pessoa.
"Considerar nuestra mayor angustia como un incidente sin importancia, no sólo en la vida del universo, sino en la de nuestra propia alma, ese es el principio de la sabiduría. Considerar esto en el centro mismo de esa angustia es toda la sabiduría. En el momento en que sufrimos, parece que el dolor humano es infinito. Pero ni el dolor humano es infinito, pues nada de lo humano es infinito, ni nuestro dolor tiene otro valor que el de ser un dolor que nosotros sentimos."
Siddharta. Hermann Hesse
"Y he aquí una doctrina de la que vas a reírte: el amor, Govinda, me parece la cosa más importante que existe. Analizar el mundo, explicarlo o despreciarlo acaso sea la tarea principal de los grandes filósofos. Yo en cambio lo único que persigo es poder amar al mundo, no despreciarlo, no odiarlo a él ni odiarme a mí mismo, poder contemplarlo -y con él a mí mismo y a todos los seres- con amor, admiración y respeto..."
Siddharta. Hermann Hesse
Siddharta. Hermann Hesse
SE INCLINA EL BIG BEN.
Emulando su par en Pisa, la famosa torre reloj Big Ben de Londres se inclina. Uno de los emblemas de la cultura británica se hunde en el Támesis y el gobierno británico estudia cómo resolver el problema.
El edificio de 96 metros de altura está inclinado 46 centímetros a la izquierda y para enderazarla hay propuestas que van desde una reforma con un costo de unos 1.200 millones de euros.
El Big Ben comenzó a inclinarse hace algunos años hacia el noroeste, y la realidad llegó a tal punto que se nota a simple vista. Construido en el siglo XI y finalizado en 1859, el monumento intensificó su deterioro entre noviembre de 2002 y agosto de 2003.
A medida que la torre se torcía, crecían las versiones sobre su posible venta a capitales rusos o chinos pero, desde el gobierno británico salieron al cruce de esas versiones.
John Burland, un experto en “construcciones problemáticas” que trabajó en la Torre de Pisa, desdramatizó la situación y señaló a la BBC que no hay motivos de alarma y que tendrían que pasar nada menos que 10.000 años para que la inclinación sea preocupante.
Mientras tanto, un comité del Parlamento británico se reunió esta semana para trabajar en las propuestas que intentarán evitar que la “Gran Campana” continúe inclinándose.
En octubre, un estudio elaborado por el Parlamento y el subte londinense, con vistas a la ampliación de una de sus líneas, reveló que el Big Ben se inclinaba 0,26 grados hacia el noroeste, lo que significa que, en su punto más alto, registra una desviación de medio metro con respecto a su eje.
Fuente: http://www.rosario3.com/tecnologia/noticias.aspx?idNot=105684&Se-inclina-el-Big-Ben
NAUSEA
NAUSEA
De Oskarele
PUBLICADO ORIGINALMENTE EN NUESTRA PÁGINA PARALELA:http://www.facebook.com/pages/M%C3%A1s-que-1000-palabras/219800211438320
De Oskarele
PUBLICADO ORIGINALMENTE EN NUESTRA PÁGINA PARALELA:http://www.facebook.com/pages/M%C3%A1s-que-1000-palabras/219800211438320
VALS.
El vals, galicismo de valse que a su vez procede del germanismo Walzer, es un elegante baile musical a ritmo lento, originario del Tirol (Austria) por el siglo XII. El vals conquistó su rango de nobleza durante los años 1760 en Viena, y se expandió rápidamente por otros países.
Algunos autores creen que el vals tuvo su origen en la volte, danza de baile en tres tiempos practicada durante el siglo XVI.
La palabra vals nació en el siglo XVIII viene de "walzen" (girar en alemán), cuando el vals se introdujo en la ópera y en el ballet.
En su origen tenía un movimiento lento aunque, en la actualidad, se ha convertido en una danza de ritmo vivo y rápido. Su característica más significativa es que sus compases son de 3/4. En el compás del vals, el primer tiempo siempre es considerado como el tiempo fuerte (F), y los otros dos son débiles (d). Así, el patrón es "F, d, d".
Al oír la palabra "vals", enseguida se relaciona con música clásica, pero lo cierto es que el vals sólo es una forma musical y puede estar en cualquier estilo, por ejemplo en forma de rancheras mexicanas, aunque el Swing siempre es el ritmo más usado (el cual es de 4/4, en patrón F, d, F, d).
Frédéric Chopin, el gran compositor y pianista polaco, aportó una cantidad de excelentes vals para piano y, entre ellos, el vals más breve denominado Vals del Minuto.
Los Strauss también destacaron como grandes compositores de vals, especialmente Johann Strauss (hijo).
En Latinoamérica existen diversas variantes como el vals peruano, vals venezolano, el vals colombiano, el vals brasileño y el vals ecuatoriano con características que difieren de país a país.
Podemos decir con exactitud que tanto estos compositores como otros muchos, han llegado a formar una música que ha participado en el desarrollo artístico, tan importante para los humanos. Se conocen, por ejemplo, de Tchaikovsky piezas tan famosas como el Vals de El cascanueces, el Vals de La bella durmiente o el Vals de El lago de los cisnes, del mismo modo que habremos oído piezas de Strauss tales como Sangre Vienesa, el Vals de los Novios o el Vals del Emperador.
Fuente: Wikipedia.
La función del arte /1
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff,
lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba mas allá de los altos médanos,
esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas
dunas de arena, después de mucho caminar, la mar
estallo ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la
mar, y tanto su fulgor que el niño quedo mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando,
pidió a su padre;
- ¡Ayúdame a mirar!
texto - "El Libro de los abrazos" - E.Galeano
foto - H.Vlad
JOHANN WOLFGANG VON GOETHE. Poeta y dramaturgo alemán. (1749-1832)
"Lo peor que puede pasarle a un hombre es llegar a pensar mal de sí mismo"
JOHANN WOLFGANG VON GOETHE. Poeta y dramaturgo alemán. (1749-1832)
JOHANN WOLFGANG VON GOETHE. Poeta y dramaturgo alemán. (1749-1832)
ANDRÉ MALRAUX. Escritor y político francés. 1901-1976
"El verdadero combate empieza cuando uno debe luchar contra una parte de sí mismo. Pero uno sólo se convierte en un hombre cuando supera estos combates."
ANDRÉ MALRAUX. Escritor y político francés. 1901-1976
ANDRÉ MALRAUX. Escritor y político francés. 1901-1976
ANAÏS NIN. Escritora francesa. 1903-1977.
"Cada amigo representa un mundo dentro de nosotros, un mundo que tal vez no habría nacido si no lo hubiéramos conocido".
ANAÏS NIN. Escritora francesa. 1903-1977.
José Saramago en sus palabras
O Globo, Rio de Janeiro, 14 de agosto de 1999. José Saramago en sus palabras
Defender la alegría
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
Y también de la alegría.
Benedetti.
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
Y también de la alegría.
Benedetti.
EL EFECTO PIGMALION.
No es descabellado afirmar que en cada día de nuestras vidas suceden actos porque, consciente o inconscientemente, estamos respondiendo a lo que las personas que nos rodean esperan de nosotros, para lo bueno y para lo malo. Lo que los demás esperan de uno puede desencadenar un conjunto de acciones que nos lleven mucho más allá de lo que podemos imaginar, en lo mejor y en lo peor. Este principio de actuación a partir de las expectativas de los demás se conoce en psicología como el efecto Pigmalión.
Tan curioso nombre nace de la leyenda de Pigmalión, antiguo rey de Chipre y hábil escultor. En sus Metamorfosis, Ovidio recreó el mito y nos contó que Pigmalión era un apasionado escultor que vivió en la isla de Creta. En cierta ocasión, inspirándose en la bella Galatea, Pigmalión modeló una estatua de marfil tan bella que se enamoró perdidamente de la misma, hasta el punto de rogar a los dioses para que la escultura cobrara vida y poder amarla como a una mujer real. Venus decidió complacer al escultor y dar vida a esa estatua, que se convirtió en la deseada amante y compañera de Pigmalión.
Como en la leyenda, el efecto Pigmalión es el proceso mediante el cual las creencias y expectativas de una persona respecto a otro individuo afectan de tal manera a su conducta que el segundo tiende a confirmarlas. Un ejemplo sumamente ilustrativo del efecto Pigmalión fue legado por George Bernard Shaw, quien en 1913 escribió, inspirado por el mito, la novela Pigmalión, llevada al cine en 1964 por George Cukor bajo el título My fair lady. En esta cinta, el narcisista profesor Higgins (Rex Harrison) acaba enamorándose de su creación, Eliza Doolittle (Audrey Hepburn), cuando consigue convertir la que es al inicio de la historia una muchacha desgarbada y analfabeta del arrabal en una dama moldeada a las expectativas fonéticas, éticas y estéticas del peculiar Higgins.
En el terreno de la psicología, la economía, la medicina o la sociología, diversos investigadores han llevado a cabo interesantísimos experimentos sobre el efecto Pigmalión. Uno de los más conocidos es el que llevaron a cabo en 1968 Robert Rosenthal y Lenore Jacobson, bajo el título Pigmalión en el aula. El estudio consistió en informar a un grupo de profesores de primaria de que a sus alumnos se les había administrado un test que evaluaba sus capacidades intelectuales. Luego se les dijo a los profesores cuáles fueron, concretamente, los alumnos que obtuvieron los mejores resultados. Los profesores también fueron advertidos de que esos alumnos serían los que mejor rendimiento tendrían a lo largo del curso. Y así fue. Ocho meses después se confirmó que el rendimiento de estos muchachos especiales fue mucho mayor que el del resto.
Hasta aquí no hay nada sorprendente. Lo interesante de este caso es que en realidad jamás se realizó tal test al inicio de curso. Y los supuestos alumnos brillantes fueron un 20% de chicos elegidos completamente al azar, sin tener para nada en cuenta sus capacidades. ¿Qué ocurrió entonces? ¿Cómo era posible que alumnos corrientes fueran los mejores de sus respectivos grupos al final del curso? Muy simple, a partir de las observaciones en todo el proceso de Rosenthal y Jacobson se constató que los maestros se crearon tan alta expectativa sobre esos alumnos que actuaron a favor de su cumplimiento. De alguna manera, los maestros convirtieron sus percepciones sobre cada alumno en una didáctica individualizada que les llevó a confirmar lo que les habían avisado que sucedería.
Muchos otros estudios similares han confirmado en los últimos años la existencia de este efecto que, por otro lado, es de puro sentido común. Sin duda, la predisposición a tratar a alguien de una determinada manera queda condicionada en mayor o menor grado por lo que te han contado sobre esa persona.
En efecto, la perspectiva de un suceso tiende a facilitar su cumplimiento. Y eso ocurre también en muchos otros ámbitos. En el terreno de la investigación científica o social, el investigador tiende muchas veces a confirmar sus hipótesis por descabelladas que parezcan; siempre existe el dato que todo lo confirma. En economía, un caso del cumplimiento del efecto Pigmalión a gran escala se vivió con la crisis económica de 1929. Si muchas personas están convencidas de que el sistema económico se hunde, se hundirá. Incluso hablando de nuestra propia salud, el efecto Pigmalión se manifiesta en el también conocido efecto placebo: hay quien cree obtener del medicamento lo que necesita obtener cuando en realidad se trata de una pastilla de almidón, sin principios activos. ¿Por qué cura entonces, en determinados casos, un caramelo inocuo? Simplemente porque el médico dice que así será; porque alguien en quien creemos asegura que nos hará bien y porque deseamos curarnos.
Y claro, ¡cómo no! Volviendo al mito, Pigmalión también hace de las suyas en casos de enamoramiento. No son pocos los celestinos y celestinas que han generado tórridas pasiones entre personas que, de entrada, no parecían tener química. En algunos casos ha bastado que el celestino en cuestión susurre al oído de las víctimas la insinuación del deseo del otro para que la mirada y el lenguaje del cuerpo cambien radicalmente la expresión que propiciará una primera aproximación.
Incluso si analizamos las biografías de grandes genios, mujeres y hombres que a lo largo de la historia han hecho enormes aportaciones a la humanidad, veremos que en muchos casos hubo una persona que tuvo una fuerte esperanza depositada en ellos. Y es que Pigmalión tiene una explicación científica: hoy sabemos que cuando alguien confía en nosotros y nos contagia esa confianza, nuestro sistema límbico acelera la velocidad de nuestro pensamiento, incrementa nuestra lucidez y nuestra energía, y en consecuencia, nuestra atención, eficacia y eficiencia.
Las profecías tienden a realizarse cuando hay un fuerte deseo que las impulsa. Del mismo modo que el miedo tiende a provocar que se produzca lo que se teme, la confianza en uno mismo, aunque sea contagiada por un tercero, puede darnos alas.
La cosquilla y el deseo
Hay aplicaciones muy curiosas del efecto Pigmalión. Pruébalo ahora: Trate de hacerse cosquillas a sí mismo; no se hará reír ni a tiros. No podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos porque sabemos previamente dónde vamos a hacernos cosquillas. Sin factor sorpresa ni deseo, nuestro cerebro anticipa y anula. Se muere definitivamente el efecto Pigmalión. Sin embargo, si alguien a quien usted desea le dice que le hará cosquillas pero no le dice dónde, sólo con pensarlo le cogerá la risa tonta y hasta podrá darle un pasmo de la alegría.
Y es que finalmente, como la bella Galatea, no somos de piedra.
Fuente: Álex Rovira Celma es profesor, conferenciante y escritor yhttp://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Pigmali%C3%B3n
Imagen: Pygmalión y Galatea, por Angelo Bronzino (1530)
Decreto de excomunión de Baruch de Spinoza - 1656
Los dirigentes de la comunidad ponen en su conocimiento que desde hace mucho tenían noticia de las equivocadas opiniones y errónea conducta de Baruch de Spinoza y por diversos medios y advertencias han tratado de apartarlo del mal camino. Como no obtuvieran ningún resultado y como, por el contrario, las horribles herejías que practicaba y enseñaba, lo mismo que su inaudita conducta fueran en aumento, resolvieron de acuerdo con el rabino, en presencia de testigos fehacientes y del nombrado Spinoza, que éste fuera excomulgado y expulsado del pueblo de Israel, según el siguiente decreto de excomunión: Por la decisión de los ángeles, y el juicio de los santos, excomulgamos, expulsamos, execramos y maldecimos a Baruch de Spinoza, con la aprobación del Santo Dios y de toda esta Santa comunidad, ante los Santos Libros de la Ley con sus 613 prescripciones, con la excomunión con que Josué excomulgó a Jericó, con la maldición con que Eliseo maldijo a sus hijos y con todas las execraciones escritas en la Ley. Maldito sea de día y maldito sea de noche; maldito sea cuando se acuesta y maldito sea cuando se levanta; maldito sea cuando sale y maldito sea cuando regresa. Que el Señor no lo perdone. Que la cólera y el enojo del Señor se desaten contra este hombre y arrojen sobre él todas las maldiciones escritas en el Libro de la Ley. El Señor borrará su nombre bajo los cielos y lo expulsará de todas las tribus de Israel abandonándolo al Maligno con todas las maldiciones del cielo escritas en el Libro de la Ley. Pero vosotros, que sois fieles al Señor vuestro Dios, vivid en paz. Ordenamos que nadie mantenga con él comunicación oral o escrita, que nadie le preste ningún favor, que nadie permanezca con él bajo el mismo techo o a menos de cuatro yardas, que nadie lea nada escrito o trascripto por él."...auch...0-0
DECRETO DE EXCOMUNIÓN DE BARUCH DE SPINOZA - 1656
de
Las Cartas del Mal, de Baruch de Spinoza
104 págs. Editorial Caja Negra
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