HARTO

Perpetrado por Oskarele

Harto de pagar. De pagar impuestos, hipotecas, seguros, contribuciones, tasas, comisiones. De consumir, de comprar, de vender.

Harto de ver noticias en televisión narradas en un código que cada vez me resulta más incomprensible. Que si se vende deuda, que si los mercados, que si Moody’s, que si vamos a ser intervenidos. ¿Qué mierda es todo esto?

Harto izquierdas, harto de derechas, harto de que nos gobiernen unos políticos engreídos, corruptos, conformistas y traidores que desde su propio cielo particular nos manipulan, putean, oprimen y joden sin el más mínimo remordimiento.

Harto de que tener que estar agradecido por unos derechos que son míos, que los pago día a día, igual que los pagaron, incluso con su vida, muchos de mis congéneres humanos anteriores.

Harto de que para poder tener un techo en el que cobijarme tenga que vender treinta años de mi vida a un banco.

Harto de que me engañen, de que me traten como a un gilipollas, como a un histérico o un indignado por reclamar lo que es mío. Lo que es nuestro.

Harto de la pasividad, de la desidia y de la apatía de este país en el que vivo. País en el que la gente se moviliza por estupideces del carajo. Harto de que la gente se eche a las calles porque once hombres en calzoncillos que dan patadas a una pelota ganen un mundial, mientras no tienen el arrojo de protestar por la mierda de situación en la que vivimos.

Harto de que me llamen rojo, perroflauta y demás gilipolleces derechonas simplemente por pedir justicia, libertad y solidaridad.

Harto de que no me respeten por mis no creencias religiosas los mismos que me exigen respeto por sus creencias.

Harto de una sociedad que entroniza como a ídolos a personajes como Belen Estebán, Bisbal, Paquirrín y la madre que lo pario.

Harto de un país de cotillas, de metomentodos, de críticos profesionales sin vergüenza y sin decoro. Harto de Jorge Javier Vázquez y su gente de mal vivir.

Harto de desprecios, de desplantes, de ignorancia.
Harto de que me vendan la moto de que esto es el estado del bienestar. Serán ellos los que estén bien, porque nosotros, los nadies, los hartos, no vivimos bien. Ni viviremos.

Harto de la precariedad del trabajo, de jefes cabrones, de clientes quejicas, de banqueros cocainómanos que niegan hipotecas, de funcionarios prepotentes que no ejercen su trabajo.

Harto de un país, de una sociedad, en la que cuando dejas de ser productivo no vales nada. Eres mierda. Te hacen mierda.

Harto de la falta de respeto institucionalizada y sistemática hacia todos nosotros. Harto de que seamos números, consumidores, clientes, operarios. Nadies.

Harto de banderas, de sectas, de papas, de reyes, de terrorismo, de guerras, de mentiras, de verdades.
Harto de excusas, de fraudes, de estafas, de que se enriquezcan con nuestro sudor y de que encima tengamos que rendirles pleitesía.

Harto de Zapatero, de Rajoy, del PP, del PSOE, de esta mierda de democracia en la que todos los votos no valen lo mismo, en la que todas las voces no son oídas.

Harto de estar harto.

Harto de mi mismo.