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EL TITANIC. UNA CATASTROFE ANUNCIADA (O REPETIDA, SEGUN SE MIRE)

Perpetrado por Oskarele

Todos más o menos conoceréis la historia del Titanic, aquel buque que se vendió como insumergible y que se hundió en su primer viaje. Y posiblemente muchos también conoceréis algunas de las serendipias asociados con el famoso transatlántico y con su desgraciado final. Pero, por si alguno no conocéis estas increíbles coincidencias, os las vamos a contar.

El RMS Titanic inició su viaje inaugural el 10 de abril de 1912, partiendo desde Southampton (Inglaterra) con destino a Nueva York, con 2227 personas a bordo. Cuatro días más tarde, a las 23:40 del 14 de abril, el Titanic chocó con un iceberg al sur de las costas de Terranova, y se hundió a las 2:20 de la mañana del 15 de abril. El siniestro se saldó con la muerte de 1.517 personas y se convirtió en uno de los peores desastres marítimos en tiempo de paz de la historia.

Una de las causas del elevado número de víctimas fue que, a pesar de cumplir con todas las normativas marítimas de la época, el barco sólo llevaba botes salvavidas para 1.178 personas, y aún así sólo se salvaron 705. Un elevado número de hombres murió debido al protocolo de salvamento que se siguió en el proceso de evacuación de la nave, conocido como "mujeres y niños primero".


Pa empezar con las casualidades, decir que el RMS Titanic se hizo a imagen y semejanza de otro barco, algo más ligero, el RMA Olimpic. Curiosamente este barco, al ser botado, chocó contra el crucero británico Hawke y tuvo que ser reparado sin ni siquiera hacer una travesía.

Pero esta no es la única casualidad relacionada con el famoso barco. En 1898 un tal Morgan Robertson publicó una novela titulada "futilidad", en la que se narraba el hundimiento del buque transoceánico de lujo Titán, calificado de insumergible, al chocar contra un iceberg en aguas del Atlántico, una noche de Abril. En la novela, como en la historia real, la ineficacia de los planes de salvamento, la carencia en el número de botes salvavidas y la extrema frialdad de las aguas del atlántico norte hacen perecer a todos los viajeros.

Lo increíble es que esta novela se publicó 14 años antes de que en 1912 se hundiese el Titanic.

Pero aun hay mas, amigos. Parece ser que en 1935, veintitrés años después de la catástrofe, William Reeves, marinero nacido precisamente el día de la tragedia (14 de abril de 1912), que estaba de guardia en su barco, tuvo un extraño presentimiento e hizo detener la marcha al cruzar una zona del atlántico cercana a donde se había producido la tragedia del Titanic. Aquella parada fue providencial, puesto que el buque estaba en rumbo directo para colisionar con un gigantesco iceberg.

Curiosamente este barco se llamaba Titanian...

Pero hay más: uno de los que palmaron en el accidente fue un tal W.T. Stead, periodista y escritor. Y eso que el hombre estaba más que advertido. Unas décadas antes, él mismo escribió un relato en el que un gran buque de pasajeros se hundía en el Atlántico. En 1910 dio una conferencia sobre seguridad en los barcos, ilustrando su charla con una representación en el que aparecía él mismo como una víctima de un naufragio, pidiendo ayuda inútilmente... Pero es que el tipo fue advertido además por un vidente, un tal W. De Kerlor que le comentó que lo veía envuelto en una catástrofe marítima junto a cientos de personas más. Y aun así el tío se montó en el barco...

Otros fueron más listos: un tal Colin MacDonald rechazó el puesto de segundo ingeniero del barco debido a una corazonada. Otro, llamado Condon Middleton, tenía el pasaje comprado, pero tuvo un par de noches pesadillas en las que veía el barco hundirse. Anuló la reserva y salvó la vida. Un banquero llamado J. Pierpont Morga canceló su billete en el último momento, cuando ya tenía el equipaje y todo a bordo. Por una premonición, de nuevo.

Sospechosamente se libraron dos señores íntimamente relacionados con el barco: J. P. Morgan, dueño de la naviera, y Lord Gird, dueño de la empresa constructora.

Ambos acostumbraban ir en los viajes inaugurales, pero en este caso, no lo hicieron...

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