Perpetrado por Oskarele
Corría el mes de julio de 1899. Ramón María del Valle-Inclán, que se definía a sí mismo como “feo, católico y sentimental”, era un hombre caracterizado por sus juicios hirientes y sarcásticos y por sus discursos contundentes, solemnes e irrebatibles. Por esto no es de extrañar que en aquellas geniales tertulias en los cafés madrileños a las que iba, las trifulcas y altercados fueran frecuentes.
Fue precisamente en uno de estos locales, el Café de la Montaña, un café de tertulias ubicado en la Puerta del Sol (Madrid), en la planta baja del famoso Grand Hôtel de París (denominado Hotel París) en el edificio que tiene hoy en día el famoso anuncio de "Tío Pepe", donde el genial escritor perdió el brazo izquierdo.
Valle-Inclán y su colega Manuel Bueno, un periodista y escritor, fusilado por los milicianos en Montjuich el 11 de agosto de 1936 (en plena Guerra Civil), mantenían una acalorada discusión, el día 24 del mes citado, sobre la legalidad de un duelo que debía celebrarse. El día anterior, en la Castellana, hubo una reyerta entre un artista portugués y un joven aristócrata andaluz. Valle-Inclán aprovechó la ocasión para pontificar sobre el honor.
Manuel Bueno que conocía mejor el hecho lo contradice.
La cosa se fue poniendo chunga.
Y llega a tal punto que Bueno blande su bastón y, ni corto ni perezoso, el genio gallego coge una botella de agua por el cuello y se va contra su adversario en actitud agresiva.
Bueno se defiende y le da un bastonazo en el brazo izquierdo, con tan mala suerte, que el golpe incide sobre el gemelo de la camisa y se produce una herida profunda en el brazo. Además se lleva otro bastonazo en la cabeza.
Tras los primeros auxilios queda claro que la herida es grave y seria. Los huesos del antebrazo izquierdo están fragmentados y a las pocas horas el brazo se hincha y comienza a infectarse.
Unos días después aparecen signos de gangrena.
Y tienen que amputarle el brazo. La operación fue llevada a cabo por un tal Doctor Barragán, que contó posteriormente que durante la intervención se mantuvo despierto, y que casi al final de la misma pidió un cigarro habano pues ardía en ganas de fumar…
Desde entonces la imagen de manco se hace mítica.
La primera vez que se encuentra con Manuel Bueno le estrecha la mano.
De este hecho, Valle-Inclán, arrastrado por su genial imaginación, dio otras versiones: en “Sonata de otoño”, la primera obra en la que aparece el marqués de Bradomin, de 1902, su primera obra exitosa y reconocida, explica como este personaje, portador de un mensaje del rey carlista Carlos VII, fue herido por una bala enemiga al atravesar un rio. La bala le hirió en el brazo izquierdo y hubo de amputársele…
Y es que a Valle le gustaba identificarse con los personajes de sus obras, especialmente con este Marqués de Bradomín, protagonista de sus sonatas, una de las creaciones más hermosas de la lengua castellana.
Otro hecho anecdótico que también se narra es la herida de bala que sufrió en el pie en 1901. Acosado por la penuria económica que le hace malvivir en Madrid, decide trasladarse junto a los hermanos Baroja a Almadén donde hay minas de cinabrio y la gente se está enriqueciendo. En el viaje por la Mancha, que no puede ser más valleinclanesco nuestro personaje permanece encima del caballo con más pena que gloria.
En un momento y para no caerse realiza un movimiento violento, de tal suerte que se le dispara la pistola y le hiere el pie. Lo llevan a Almadenejo entre gritos de dolor y de allí en tren hasta Madrid. Esta aventura acabó con mejor suerte, ya que la herida curó totalmente y no le dejó ningún tipo de secuelas.
Hablando de Valle-Inclán os dejo una anécdota que leí el otro día en la genial página del compañero Cineclásicajazz (http://www.facebook.com/group.php?gid=12
Sin ningún tipo de dudas uno de los personajes más pintorescos entre los escritores que ha dado nuestro País es Don Ramón María del Valle Inclán y de él se podrían contar unas cuantas anécdotas. La que a continuación reseño nos es transmitida por Ramón Gómez de la Serna, en el libro que dedicó a Valle Inclán.
"Su agresividad estaba siempre erguida.
Un día, contando que entre las arañas es muy corriente la homofagia, fue interrumpido por un catecúmeno, que le preguntó:
- ¿Qué diablos es eso de la homofagia?
Don Ramón repuso con rapidez:
- El hecho de comer animales de la misma especie... Usted, por ejemplo, sería homófago si comiera besugo."
Os dejo también otra anécdota publicada en el mismo post por nuestro colega David:
“En su fobia contra Echegaray, gritaba en el saloncillo del teatro en que se estaba estrenando una de sus obras:
- ¡Ese don José tiene la obsesión de la infidelidad conyugal! Todos sus dramas son autobiografías de marido burlado.
Un joven que había cerca de él le interpeló:
- Opine usted de la obra, pero no de la vida privada.
- ¿Y quién es usted para intervenir? –preguntó don Ramón.
- El hijo de don José de Echegaray.
¿Está usted seguro?”
Que tío más grande.
Mas info y fuentes por aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Ram%C3%B3n_
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