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LECCIONES DE URBANIDAD.

(B)

Cultive buenas maneras
para sus malos ejemplos
si no quiere que sus pares
le señalen con el dedo.

Cubra sus bajos instintos
con una piel de cordero.
El hábito no hace al monje
pero da el pego.

Muéstrese en público cordial,
atento, considerado,
cortés, cumplido, educado,
solícito y servicial.

Y cuando la cague, haga el favor
de engalanar la boñiga.
Que, admirado, el mundo diga
Que lindo caga el señor!

Hágame caso y tome ya
lecciones de urbanidad.

Tenga a mano una sonrisa
cuando atice el varapalo.
Reparta malas noticias
envueltas para regalo.

Dígale al mundo con flores
que va a arrasar el planeta.
Firme sentencias de muerte
pero con buena letra.

Ponga un testigo a Dios
y mienta convincentemente.
Haga formar a la gente
pero sin alzar la voz.

Que a simple vista no se ve
el charol de sus entrañas.
Las apariencias engañan
en beneficio de usted.

Hágame caso y tome ya
lecciones de urbanidad.

Cultive buenas maneras
donde esconder sus pecados.
Vista su mona de seda
y compruebe el resultado.

Que usted ser lo que sea
-escoria de los mortales-
un perfecto desalmado,
pero con buenos modales.

Insulte con educación,
robe delicadamente
asesine limpiamente
y time con distinción.

Calumnie pero sin faltar
traicione con elegancia
perfume su repugnancia
con exquisita urbanidad.

Joan Manuel Serrat.

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