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HACER DINERO. PARTE 1. BREVE HISTORIA.



Perpetrado por Oskarele

Del latín “denarius”, antigua moneda romana. El dinero es todo aquel vehículo de intercambio común y aceptado por una sociedad, al que se le aplica un valor y que sirve para pagar cosas, servicios y deudas. Es un vehículo más sencillo que el trueque, en el que el valor de una cosa se decide negociando. El dinero, en sus múltiples formas, permite que las cosas se puedan valorar con una referencia común (y aceptada) entre todos.

Para que el dinero sea dinero ha de cumplir tres funciones:

Ha de servir, como hemos dicho, como vehículo de intercambio. Y solo para eso (aunque también se puede coleccionar).

Ha de ser una unidad contable. Por ejemplo. Imaginad una sociedad en que el dinero, el vehículo de intercambio, son cantos rodados. El valor de las cosas se decidiría mediante la suma de unidades contables. Así, una cabra costaría, por ejemplo 200 cantos rodados.

Y por ultimo ha de conservar su valor, por lo menos en teoría, pues, como ya veremos, el dinero pierde y gana valor. El bien escogido como medio de acumulación debe ser siempre algo que pueda guardarse durante largos periodos sin que se deteriore. Por eso materiales como el oro y la plata, entre otros motivos, conservan sus propiedades a pesar del paso del tiempo.

Además, el dinero debe ser un bien ligero y fácil de almacenar y de transportar.

Pero por encima de todo esto, el dinero debe ser, como hemos dicho, algo reconocido como tal, como vehículo de intercambio, por la sociedad que la usa.

En nuestro caso, donde el dinero se materializa en billetes y monedas (aunque en realidad la mayor parte del dinero no existe y solo se manifiesta como cifras en una pantalla de ordenador), la cosa es más compleja.

Actualmente son los gobiernos, a través de las leyes, quienes determinan cual es el tipo de dinero de curso legal, pero son otras entidades, como los bancos centrales (Banco Central) y las casas de la monedas, los que se encargan, primero, de regular y controlar la política monetaria de una economía, y segundo, de crear las monedas y billetes según la demanda y la necesidad de tener dinero físico.


El dinero representa una supuesta riqueza del que hace las monedas y billetes.

Por eso ha de ser avalado por la entidad emisora, por el fabricante de dinero. Por los estados.

El dinero representa.

Por lo menos antes lo hacía.

Antes, cuando surgió el dinero, representaba un bien físico para hacer más ágil la transferencia. Por ejemplo: ibas a comprar doscientas vacas a cambio de la futura cosecha de naranjas que aun no habías recolectado. Se hace el trueque, pero tú, en vez de dar la cosecha, que aun no existe, das un papel o una nota con que representa la futura cosecha. El que recibe la nota, a su vez, puede canjearla por otro producto con un tercero.

Así el papel, como representante de tu futura cosecha, adquiere un cierto valor en sí mismo, pero siempre como referencia a lo que fundamente el valor. La futura cosecha.
Esto se complejizó de mala manera.

Al final, en toda comunidad humana acaban apareciendo ciertos bienes que son más fácilmente intercambiables que otros, de forma que los individuos los demandan, no por su utilidad, sino por su especial capacidad para circular por el mercado, para servir de moneda de cambio.

Osea, en definitiva, por su liquidez.

Y no siempre han sido billetes y monedas. Los cigarrillos o las drogas en las prisiones, los chocolates en Europa tras la 2GM… o las conchas en algunas tribus isleñas del pacifico.

Pero ahora todo ha cambiado…

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