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NOSOTROS. PINTANDO PAREDES. LASCAUX


Perpetrado por Oskarele

Como hemos podido comprobar, todas las pinturas rupestres encontradas en África, Asia, América y Oceanía tienen como fecha más antigua el 10.000 a. C. (la mayoría son incluso posteriores, entre el 5.000 y el 2.000 a. C.) lo que es algo bastante tardío comparado con los restos encontrados en la zona el arte rupestre por excelencia, Europa occidental, exactamente lo que vienen a ser España y Francia, donde se han encontrado pinturas de hasta el 30.000 a. C.

La elaboración de pinturas rupestres en Francia comenzó en el año 30.000 a. C. dentro de lo que se conoce como cultura auriñaciense, precisamente en la gruta de Aurignac, aunque en la cueva de Pech Merle, de la Dordoña francesa, se han encontrado pinturas con una antigüedad supuesta de casi 40.000 años. De todos modos el esplendor máximo se alcanzará entre el 14.000 y el 13.000 a. C. destacando especialmente las maravillosas pinturas de la cueva de Lascaux (también en la Dordoña francesa), aunque hay otras importantes, como la Niaux o la de Tuc de Audoubert  o las de la famosa Caverna de los ladrones, cerca de Nimes.


Muchos de los descubrimientos de estas cuevas ocurrieron por casualidad, al igual de la de Lascaux, descubierta el 12 de septiembre de 1940 por cuatro adolescentes: Marcel Ravidat, Jacques Marsal, Georges Agnel, y Simon Coencas, acompañados de Robot, el perro de Marcel, todos ellos de Montignac, excepto el ultimo, que era de París. Fue precisamente gracias al pequeño perro Robot, que, mientras andaba por ahí olisqueando por el bosque, cayó en un agujero cubierto por arbustos. Los muchachos en su búsqueda encontraron un pozo natural por el que descendió Marcel, el dueño del perro, que al fin fue encontrado. Allí abajo se percató de que había un largo corredor delante, pero como no tenia cerillas no lo pudo explorar.

Al día siguiente, con cuerdas, velas y una pequeña linterna, los cuatro chavales regresaron a la cueva. Avanzando con cautela, pronto dieron con la primera sala y con las primeras pinturas rupestres: un inmenso desfile de animales fantásticos y reales… impresionados corrieron a contárselo a su profesor, Léon Laval, que los acompañó a la gruta y que también se quedó pasmado con lo allí encontrado. Sin duda uno de los puntos culminantes del arte prehistórico, junto con Altamira. Laval se convirtió en el conservador de la cueva y Marcel Ravidat, el dueño del perro Robot, se convirtió en guía para estudiosos e interesados.


Gracias a que este descubrimiento fortuito conocimos esta maravilla que estuvo cerrada hasta el día de su descubrimiento,  lo que provocó que las pinturas de su interior se encontraran intactas, tal como habían sido dejadas miles de años atrás. Pero claro, en cuanto se dejo pasar a los visitantes, la cosa comenzó a fastidiarse. Así, en 1955, se dieron cuenta de que estaba empezando a deteriorarse, debido principalmente al gas carbónico producto de la respiración de la gran cantidad de visitantes que diariamente ingresaban en ella. Por eso, el Ministerio de Asuntos Culturales, en ese momento dirigido por André Malraux, decretó el cierre de la cueva el 20 de abril de 1963.

Gracias a esto, las obras rupestres recobraron su belleza original. Además se le agregó un sistema de cuidado y preservación, que monitorea la cueva permanentemente para garantizar la mantención de las condiciones óptimas de preservación de las obras.

En marzo de 1980, la Administración Departamental de Turismo de Dordoña se encargó de la reproducción de las dos salas más representativas e importantes de Lascaux: El Divertículo Axial y La Sala de los Toros. Se abrió al público en 1983.

Lascaux fue usado como santuario, como un lugar sagrado, por varias generaciones a lo largo de los años, como demuestra el hecho de que encontramos pinturas de diferentes épocas (entre el 15.000 y el 7.000 a. C.): el grueso parece pertenecer a la última época del auriñaciense (cercanas a las culminantes de este estilo en Altamira) aunque algunas son probablemente más antiguas…por otra parte hay unas cuantas pinturas en lo que podríamos denominar un estilo “proto-magdaleniense”, es decir, pinturas que indican la técnica de los últimos frescos magdalenienses “clásicos”, aunque no idénticos en representaciones.

En Lascaux se reconoce la típica “perspectiva retorcida” del período auriñaciense donde el animal esta de perfil y se ven sus dos orejas y cuernos representados de frente o de tres cuartos, sin importar que esto no sucede en la realidad. Este estilo es mas estático y reposado que el magdaleniense. Aunque las obras de esta gruta son claramente naturalistas, no son exactamente realistas, como demuestra  el ser desconocido que ha sido denominado como un unicornio con cuerpo de felino. Además hay escenas antropomorfas que parecen rituales y muchos objetos inanimados (puntos, líneas…)

Los colores más comunes en Lascaux son negro, castaño, ocre, amarillo y rojo carmesí. Pero  también se desarrollan los grabados, e incluso en algunas representaciones se encuentran conjugados estas dos técnicas demostrando la capacidad artística de los hombres de aquella época, pues con un solo trazo completaban el contorno de un animal.

Como en Altamira hay un hecho fascinante: la mayor parte de las pinturas están en sitios de difícil realización, en este caso por la altura de los techos (en la cueva cántabra es por lo contrario) y por la ausencia de luz (común en ambas). Además, el gran tamaño de algunas pinturas hace pensar que debieron emplearse escaleras o andamios.

Tiene especial importancia la representación aislada de una figura humana relacionada con un bisonte al que parece haber herido (esta es la famosísima escena del Pozo), de una gran belleza y un gran dramatismo. Ilustra el enfrentamiento entre un hombre con cabeza de pájaro, como si llevara puesta una máscara, y un bisonte herido de muerte por una lanza y que se pisa las entrañas, mientras un rinoceronte que al parecer hirió al hombre se fuga hacia la izquierda, y entre ellos hay un pájaro sujeto a una estaca.

También destaca la pintura conocida como “Los ciervos nadando”, un friso de cinco ciervos que parecen nadar acercándose a una orilla, de los que solo emergen el cuello, la cabeza y las astas, mientras que el primero supuestamente ha salido ya del río imaginario. La escena, de gran intensidad vital, amplio sentido del movimiento y poder de captación de lo espontáneo, se cuenta entre las más deliciosas pinturas de esa época.

Lascaux  al igual que otras cavernas no solo demuestra una actividad ligada a la caza, sino también sugiere un testimonio del nivel cultural elevado de la sociedad que la convirtió en creación, y de una economía que les permitió llevar acabo tales obras. Además hay que señalar la existencia de verdaderos artistas de su época, con una gran visión estética y un genial manejo de los productos e instrumentos.


Mas info y fuentes por aquí: http://html.rincondelvago.com/cuevas-de-lascaux.html, aquí: http://webs.adam.es/rllorens/05/lascaux.htm, aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Cueva_de_Lascaux y aquí su web oficial: http://www.lascaux.culture.fr/?lng=es#/es/00.xml.

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